Nacido en la ciudad de Mercedes, nieto de inmigrantes genoveses, fue el cuarto hijo de Pedro Cámpora (1856-1921) y de su segunda esposa Juana Demaestre (1869-1960). Su padre había fundado un almacén de ramos generales en 1888, con el cual no amasó una gran fortuna. De su primer matrimonio con Catalina Lértora tuvo tres hijos y luego enviudó. Del segundo, con Juana Demaestre, tuvo cuatro. Héctor había sido el más pequeño de ellos.
Cámpora cursó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional Florentino Ameghino de Mercedes, donde lo eligieron presidente del centro de estudiantes y donde inició su militancia política.
Al recibirse en 1928, quiso estudiar medicina en Rosario, pero no pudo ingresar y optó por cursar la carrera de Odontología en la Universidad Nacional de Córdoba, entre marzo de 1929 y diciembre de 1933. Su vocación política lo llevó a convertirse en dirigente estudiantil, aunque sin adherir a ningún partido.
En 1934 se recibió de odontólogo y se radicó en San Andrés de Giles, donde se casó el 15 de abril de 1937, con María Georgina Cecilia Acevedo Pérez (1917-1994), apodada "Nené", hija única de una viuda de cierta fortuna. Tuvieron dos hijos: Héctor Pedro en 1938 y Carlos Alberto en 1941. Mientras tanto, ejerció su profesión, fundó y presidió un club deportivo de extracción popular (Club Almafuerte) y fue intendente de la ciudad en el período 1944-1945.
En 1944 fue designado comisionado municipal por el gobierno surgido del golpe militar del 4 de junio de 1943 y conoció a Juan Domingo Perón. Luego integró un agrupamiento laborista independiente que, junto al Partido Laborista y la Unión Cívica Radical Junta Renovadora, contribuyó al triunfo electoral de Perón en 1946.
Fue electo diputado en las elecciones generales de 1946.1 En junio de ese mismo año fue designado vicepresidente de la primera Junta Ejecutiva del Partido Peronista en la Provincia de Buenos Aires, que tuvo a su cargo la organización del partido en la provincia.
En 1948 fue elegido presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, cargo que desempeñó hasta 1952. Mantuvo una posición política cercana a Eva Perón, de quien fue uno de sus principales colaboradores,3 razón por la cual ha sido considerado por algunos observadores como "evitista".4 En 1948 fue elegido convencional por la provincia de Buenos Aires para integrar la convención constituyente que sancionó la Constitución de 1949, de la que fue vicepresidente primero.5 En febrero de 1951 fue designado miembro del Consejo Superior Peronista.
En 1951, junto a la CGT, encabezó el movimiento popular que impulsó la candidatura de Eva Perón a la Vicepresidencia de la Nación.
La candidatura de Evita se vio finalmente frustrada por la resistencia de los grupos conservadores y militares, y por el cáncer que ya la aquejaba y causaría su muerte al año siguiente.
Luego del fallecimiento de Eva Perón en 1952, Cámpora fue desplazado de la presidencia de la Cámara, a partir de las sesiones de 1953, atribuyendo la maniobra al secretario de Asuntos Políticos de la Presidencia de la Nación Román Subiza. Intentó infructuosamente que Perón interviniera para evitar su desplazamiento y fue designado embajador plenipotenciario, misión que lo llevó a visitar diecisiete países. A su regreso, se reintegró a su puesto de diputado.
El 16 de septiembre de 1955 se realizó un golpe de Estado que derrocó los tres poderes del gobierno constitucional y de todas las provincias, instalando una dictadura autodenominada Revolución Libertadora, que abriría un período de proscripción del peronismo y de exilio obligado de Perón que se extendería por dieciocho años y que generaría lo que se conoce como la Resistencia peronista. Cámpora se mantuvo oculto durante unos días y luego se presentó en el Departamento de Policía, donde fue detenido.
La dictadura dispuso primero su encarcelamiento en el Penal de Ushuaia, donde permaneció hasta diciembre de 1956, cuando fue trasladado a la Cárcel de Río Gallegos(Unidad 15). Allí se encontraban once presos políticos, peronistas y comunistas. El 18 de marzo de 1957, Cámpora y otros cinco dirigentes peronistas (Jorge Antonio, Guillermo Patricio Kelly, John William Cooke, Pedro Gomis y José Espejo), se fugaron de la cárcel, en un hecho que conmocionó al régimen y a la opinión pública. La operación venía siendo organizada y financiada por el empresario Jorge Antonio, desde antes de la llegada de Cámpora. Bonasso sostiene que Cámpora debió obligar a José Antonio a incluirlo en la fuga. Luego de salir del penal, los seis dirigentes escaparon en un auto que los esperaba conducido por Manuel Araujo, hacia la frontera con Chile, donde ingresaron a pie por un área despoblada y procedieron a pedir asilo en la ciudad de Punta Arenas.
La dictadura exigió a Chile la extradición de las siete personas. La Corte Suprema de Justicia de Chile, resolvió el 24 de septiembre de 1957 en el expediente "Héctor Cámpora y otros s/ Extradición", rechazar la extradición de los seis dirigentes peronistas y aceptar la extradición de Manuel Araujo, argumentando que no se trataba de un dirigente político.
Una vez en Chile, Perón le indicó a Cooke, que los seis se dirigieran a Caracas, donde él se encontraba. Cooke le contesta en ese momento que Cámpora, si bien era un hombre leal, no era un hombre de lucha y había prometido no volver a actuar en política:
Cámpora, al ser detenido, le hizo una promesa a Dios de que jamás volvería a actuar en política. Como se pasa el día rezando, no creo que viole su juramento. En todo momento manifestó que no era hombre de lucha, así que no puede ser de utilidad. Aclaro que siempre reiteró su amistad y su reconocimiento hacia Ud., así que mis apreciaciones se aplican únicamente a sus posibilidades combativas.
Carta de John William Cooke a Juan D. Perón
Campora recién volvería a la Argentina una vez cerradas sus causas judiciales.
En 1965 Cámpora retomó la actividad política en su pueblo, siendo elegido como concejal del municipio de San Andrés de Giles. Al año siguiente fue derrocado junto al gobierno constitucional del radical del pueblo Arturo Illia.
El 28 de junio de 1966 tomó el poder en la Argentina un nuevo tipo de dictadura permanente, promovida por la Doctrina de la Seguridad Nacional de Estados Unidos, que tenía como objetivo militarizar a los países latinoamericanos, incluso recurriendo al terrorismo de Estado, con el fin de combatir la "infiltración marxista", durante la Guerra Fría. Este tipo de dictaduras ya se había establecido en Brasil en 1964 y a partir de 1973 se generalizaría en todo el Cono Sur.
La dictadura adoptó el nombre de Revolución Argentina y estaba dirigida por el general Juan Carlos Onganía. Una de cuyas primeras medidas fue abolir los partidos políticos Anulado el Estado de derecho y bloqueada la actividad política, los conflictos sociales sólo pudieron expresarse de manera subversiva e insurreccional. La palabra "subversión", precisamente, se convirtió en un lugar común para justificar la represión contra quienes resistían a la dictadura. En esas condiciones y con la actividad política abolida, los conceptos de "revolución" -que también usaban las dictaduras- y "liberación", prendieron con fuerza en la juventud, incluso en las clases medias. La resistencia a la dictadura se expresó a partir de 1969 por medio de puebladas insurreccionales, como el Cordobazo, y el surgimiento de organizaciones guerrilleras peronistas y no peronistas.
El estado generalizado de insurrección causó la caída de Onganía en 1970. La dictadura intentó una salida electoral que incluía al peronismo, pero que debía estar controlada por los militares y consagrar eventualmente como presidente, al general Alejandro Agustín Lanusse, como resultado de un pacto denominado Gran Acuerdo Nacional (GAN). Perón designó como su delegado personal a Jorge Daniel Paladino, que exhibió una postura favorable aceptar el pacto con los militares, en la mesa de partidos políticos denominada La Hora del Pueblo, creada para negociar con la dictadura. Sin embargo, en 1971 Perón cambió de estrategia y apoyándose en la tendencia revolucionaria del peronismo y en un acuerdo reservado con su histórico adversario, el radical del pueblo Ricardo Balbín, decidió impulsar una salida civil respaldada en un acuerdo entre la CGT y la CGE, sin ningún control militar.
Para conducir ese cambio de estrategia, Perón designó en 1971 a tres personas: Héctor Cámpora, como su nuevo delegado personal; Juan Manuel Abal Medina, como secretario general del Movimiento Peronista y Rodolfo Galimberti -cercano a Montoneros-, como secretario de la Juventud Peronista. A ellos tres se sumó al apoyo brindado a José Ignacio Rucci al frente de la CGT, enfrentado a la mayoría del sindicalismo peronista de ese momento, que mantenía una postura favorable al GAN y de postergación de la vuelta de Perón al país.
En tal carácter, participó del Operativo Retorno que logró la vuelta de Perón a la Argentina, luego de 17 años de persecución, el 17 de noviembre de 1972, acompañando al líder justicialista en el avión. Durante el mes que Perón permaneció en el país, logró anudar acuerdos con los principales partidos políticos, la CGT y la CGE y formar el Frente Justicialista de Liberación Nacional (Frejuli), con el frondizismo, un sector de la democracia cristiana y el Partido Conservador Popular. Los acuerdos políticos y sectoriales cerrados por Perón en su estadía en Buenos Aires, hicieron fracasar definitivamente el Gran Acuerdo Nacional que impulsaba el general Lanusse, pero la dictadura estableció a su vez la regla de que los candidatos debían residir en el país, prohibiendo de ese modo la candidatura de Perón. La intención original del líder justicialista era realizar una alianza peronista-radical, de "unidad nacional", que presentara la fórmula Perón-Balbín, pero el impedimento establecido por la dictadura y la oposición interna en ambos partidos, frustró dicha opción. El gobierno militar había establecido también un sistema electoral de doble vuelta, creyendo que la ausencia de Perón y los casi veinte años de proscripción del peronismo, aseguraban que el peronismo no obtendría la mayoría absoluta de los votos en la primera vuelta, abriendo el camino así al triunfo de una amplia coalición antiperonista en la segunda vuelta, liderada por Balbín.
Así planteados los hechos, Perón designó a Cámpora como candidato a presidente del Frejuli en su lugar. Fue consagrado el 14 de diciembre de 1972, por el Congreso del Partido Justicialista, donde la rama sindical, liderada por Rogelio Coria, se resistió durante varias horas a aceptar que Cámpora fuera el candidato, hasta que pudieron confirmar que esa era la orden de Perón, ya de regreso en Madrid desde dos días antes.
El 25 de mayo de 1973 Cámpora asume el poder, dándose así por finalizado el período dictatorial de la autoproclamada Revolución Argentina. En la magna cita acudieron al acto de investidura, entre otros, el entonces presidente socialista de Chile, Salvador Allende, y el de Cuba, Osvaldo Dorticós. En la tradicional Plaza de Mayo, se concentraron para recibirlo más de un millón de personas. Ese día, Cámpora, custodiado a la par de cientos de seguidores, asumió la Presidencia y en su discurso inaugural dijo:
"Abrigo la esperanza de dar término a mis funciones acompañado por el afecto de mis compañeros y de mis amigos, y el respeto de mis adversarios. Sé que he de lograrlo, como ha sido hasta ahora, porque trataré, con honestidad, de hacer lo que el Pueblo quiere"
Dictó una ley de amnistía para todos los presos políticos y restableció las relaciones diplomáticas con Cuba. El 13 de julio del mismo año renunció con el objetivo de lograr un llamado a nuevas elecciones en las que se presentó y triunfó Juan Domingo Perón.
Una multitud integrada por manifestantes la tarde del 25 de mayo rodeó la cárcel de Villa Devoto, habían estado en la Plaza de Mayo, a los que sumaron familiares de los presos así como simpatizantes del Ejército Revolucionario del Pueblo que no habían estado en aquella plaza. A las 20 horas eran unas 30.000 personas y estaban también Abal Medina y varios diputados de distintos partidos políticos. El gobierno prefería promover la ley de amnistía que había prometido durante la campaña electoral más que recurrir al indulto y aparecer cediendo a una presión pero, sobre todo, quería evitar reprimir a los manifestantes A todo esto los presos políticos habían comenzado a controlar la cárcel.
Abal Medina habló a la multitud tratando de calmarla reiterando la promesa de liberación y pidió, sin resultado, que se desconcentraran. Luego, desde los muros de la cárcel donde estaba detenido, les habló el dirigente del ERP Pedro Cazes Camarero pidiendo que no se fueran. Cazes Camarero y Fredy Ernest, de Montoneros, hablaron con la multitud diciéndoles que habían dado 40 minutos de plazo a las autoridades para que dieran una definición, y a las 21 hs. Abal Medina les anunció que la liberación sería esa misma noche. Mientras en la Casa Rosada se preparaba un decreto de indulto, en la cárcel se levantó un acta haciendo constar que los presos eran liberados "bajo responsabilidad" de los siete diputados allí presentes y los beneficiados comenzaron a salir del penal junto con buena parte de los presos comunes que aprovecharon la confusión reinante.
La liberación de presos políticos se realizó también en algunas cárceles del interior del país que vivieron la misma situación. La liberación incluyó presos políticos ubicados desde la extrema izquierda a la extrema derecha, pero por sobre todo miembros de organizaciones armadas condenados por jueces comunes y otros por la Cámara Federal en lo Penal (creada en 1971), por delitos tales como homicidios, atentados con explosivos, toma de comisarías y pueblos, etc. Algunos juristas consideraban a la Cámara Federal Penal una comisión especial de juzgamiento prohibida por la Constitución Nacional y la denominaban despectivamente "Camarón".
Cuando la dictadura militar estableció la restricción para presentarse como candidato presidencial a quienes no tuvieran su residencia en la Argentina después del 25 de agosto de 1972, con el fin de impedir que Perón lo hiciera, el propio Perón alertó sobre el peligro que significaba conformar un gobierno que dejara al margen a la persona más representativa del país:
Si en las próximas elecciones no se llama a elecciones generales, ofreciendo todas las garantías constitucionales, será difícil evitar la guerra civil... Yo les contesté (a los enviados de Lanusse) que no había trato y que sólo debían llamar a elecciones. Y si quiere Lanusse, que se presente nomás a las elecciones presidenciales, pero mi yo tengo más posibilidades de salir primer ministro o rey de Inglaterra que Lanusse presidente de los argentinos. Yo seré presidente, no puedo negarme a pesar de mis 76 años.
Juan D. Perón
El alerta de Perón no fue atendido y la dictadura le prohibió presentar su candidatura, dando así origen a una situación política de alta inestabilidad, debido a que la institucionalidad no se correspondía con el poder real. La famosa consigna electoral del Frejuli "Cámpora al gobierno, Perón al poder", daba cuenta de esa irregularidad institucional. Desde su regreso a Buenos Aires el 20 de junio, era Cámpora quien se dirigía a la casa de Perón para consultarlo; Perón en cambio, nunca fue a la Casa Rosada.91 El 29 de junio el diario La Opinión de Jacobo Timermann publicó por primera vez el trascendido de que Cámpora y Solano Lima renunciarían. La decisión fue tomada en la reunión del gabinete de ministros realizada el 4 de julio, donde se aprobó también la propuesta de José López Rega, de evitar que el mando pasara al presidente provisional del Senado Alejandro Díaz Bialet, como correspondía por la ley de acefalía, enviándolo a una misión fuera del país, para que recayera en su yerno Raúl Lastiri, presidente de la Cámara de Diputados.
El 12 de julio el vicepresidente Solano Lima anunció públicamente que él y el presidente Cámpora firmarían sus renuncias al día siguiente y que habría nuevas elecciones:
El candidato natural del FREJULI era Perón, pero fue vetado, y ahora es la oportunidad para que presente su candidatura.
Vicente Solano Lima
Al día siguiente Cámpora y Solano Lima presentaron sus renuncias ante el Congreso Nacional reunido en Asamblea Legislativa (ambas cámaras juntas), que aprobó las mismas y le tomó el juramento constitucional como presidente de la Nación a Raúl Lastiri, miembro, al igual que su suegro, de la logia anticomunista Propaganda Due, dirigida por Licio Gelli.
Luego de la renuncia se retiró a su casa en la localidad de San Andrés de Giles. En 1975, ya fallecido Perón y durante la presidencia de Isabel Perón, fue expulsado del Partido Justicialista. La noche del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 salvó su vida al escapar junto a su familia, cuando un grupo armado intentó asesinarlo en su casa, logrando asilarse en la embajada de México, donde permaneció poco más de tres años. Gravemente enfermo, en noviembre de 1979 la dictadura permitió que saliera del país, para exiliarse en México, donde murió a causa de un cáncer de laringe trece meses después, el 19 de diciembre de 1980, en la ciudad de Cuernavaca. Sus restos fueron repatriados en 1991 y sepultados en el cementerio de San Andrés de Giles