Adrianne Pauline Macaire de Bacle nació en Ginebra el 15 de agosto 1796, sus padres eran Daniel Macaire y Jeanne Gignoux..
Durante su juventud fue alumna de Henriette Rath (1772-1856), pintora de retratos y esmaltes, discípula de Jean-Baptiste Isabey.
En 1816 contrajo matrimonio con César Hipólito Bacle[2].
El matrimonio, con hijos, arribó a Buenos Aires posiblemente hacia 1828. Sobre este dato la bibliografía no es específica, pero es posible que hayan viajado en una corbeta de guerra francesa que llegó el 21 de septiembre de ese año, como nos indica la correspondencia que mantenía el conde de Gestas con Mariquita Sánchez de Thompson. En la misma, el conde le comenta que fueron compañeros de viaje de Mendeville (su esposo) y que Madame Andrea Bacle de Saint Loup era una dama educada y amable, “de conducta admirable ante los males que la obligan a ir a residir en Buenos Aires con su marido y sus dos hijos”.
Según Alejo González Garaño es posible que vinieran a la ciudad convocados por Rivadavia, aunque para su arribo, si la fecha corresponde, el mismo no se encontraba más en el gobierno.
En el mismo año fundan el establecimiento Bacle & Cía en sociedad con Arthur Onslow, el cual se convierte en la primera imprenta litográfica de su clase establecida en el Río de la Plata.
En el establecimiento participarán artistas extranjeros como Carlos E. Pellegrini, Hipólito Moulin, Julio Daufresne, J.G. Guerrin y Alfonso Fermepin
Hacia 1829, por un decreto del gobernador Viamonte, se declara a Bacle y Cía “Impresores litográficos del Estado”, otorgándosele así a la firma una gran importancia y legitimación. Ese mismo año la firma proyecta realizar los Fastos de la República Argentina, serie de retratos de hombres ilustres del Río de la Plata, pero el mismo no llega a concretarse. Sí se realizan retratos litografiados sueltos, entre los cuales encontramos obras de la artista a: Rivadavia, Alvear, Paz, Dorrego, Guido, Saavedra, Vicente López, Figueredo, Agrelo, Pedriel, Cavia y Arenales y también realizó en el mismo período los del príncipe Pontignac y el papa Pío VIII.
Algunos de los mismo fueron sobre litografía de Carlos E. Pellegrini, quien participó en el taller, como los de López, Perdriel y Agrelo, y otros sobre láminas europeas como el del príncipe.
Bacle y Cía también edita en ese año la primera obra didáctica para el dibujo: dos cuadernillos titulados Principios de Dibujo.
En 1830 publican la Colección General de Marcas de Ganado en la Provincia de Buenos Aires, la cual consta de diez cuadernos con al menos diez mil marcas litografiadas, y un mapa de la Provincia.
También comienzan a trabajar en la colección Trages y Costumbres de la Provincia de Buenos Aires (varias de cuyas ilustraciones son de Macaire) y fundan el Boletín de Comercio, con informaciones marítimas y comerciales, que se edita entre septiembre de ese año y febrero de 1832.
Es importante resaltar la actuación educativa de la artista en el país.
Hacia 1831 se desempeñó como directora del Ateneo Argentino, escuela para niñas a la que concurrían las pertenecientes a las mejores familias de Buenos Aires. Allí se impartía la enseñanza del inglés, francés, italiano, geografía, dibujo, música, bordado, costura y caligrafía. También se dedicó a dar clases de dibujo de manera privada con Arthur Onslow.
En 1832 Rosas dicta un decreto por el cual los editores de periódicos de origen extranjero deben renunciar a su nacionalidad o nacionalizarse argentinos. Según Ernesto Celesia, el primero de febrero de ese año lo firma, haciendo uso de sus facultades extraordinarias, estableciendo que todas las imprentas debía tener un permiso del gobierno para establecerse y que sus administradores debían ser ciudadanos de la República o establecer domicilio perpetuo en la provincia de Buenos Aires, renunciando a toda dependencia y protección del estado en que habían nacido o eran ciudadanos.
Bacle no acepta esto y por eso parte con su familia a Santa Catalina (Brasil), donde permanecieron por el plazo de diez meses.
Hacia 1833 regresan a Buenos Aires, retoman la imprenta y continúan editando la serie de Trajes y costumbres, cuya última entrega se publica en 1835. En este período la artista litografía dos retratos, uno de Gregorio Paz, comandante de Salta, y el del Coronel Olazábal, sobre dibujo de Pellegrini
También en 1835 Bacle funda la Imprenta del Comercio y pone a su frente a su hijo Augusto. En esa misma época Bacle y Cía. edita el Diario de anuncios y publicaciones oficiales de Buenos Aires, el cual se convierte en el primer periódico ilustrado.
También ese mismo año editan el Museo Americano y El Recopilador. De 1837 es la litografía de gran tamaño dibujada por Macaire que muestra los cuerpos de los hermanos Reinafé y de Santos Pérez condenados por el asesinato de Quiroga, suspendidos de la horca después del fusilamiento frente al Cabildo, en la Plaza de la Victoria, frente a una multitud en la que sobresale la figura de Rosas a caballo contemplando el espectáculo.
Hacia esa época su marido estaba preso. Los motivos de tal hecho los explica Gabriel Puentes, quien dice que Bacle, en 1835, llevó a Chile algunos de sus trabajos de cartografía y los vendió libremente; a su vez, sin renunciar a su empleo público, y en vísperas de viajar a Bolivia (considerada rival en el momento), habría recibido dinero por medio del literato José Joaquín de Mora, secretario de Santa Cruz, a cambio de noticias referentes a caminos, actos que eran considerados punibles por las autoridades de Buenos Aires.
A su vuelta de Chile, escribió a Rivadavia, desterrado en Santa Catalina por Oribe junto con Julián Agüero, Juan Cruz Varela y otros, transmitiéndole el deseo de ministro Portales (chileno) de que él y los otros se trasladasen al país vecino con el fin de ayudar en la obra de su gobierno. Estos hechos llegaron a oídos de Rosas a través de Calixto Vera, pariente de Rivadavia, y fueron los causantes de la detención del litógrafo y su proceso. Durante este período la salud de Bacle se deteriora y, una vez libre (gracias a la intervención de funcionarios franceses que se encargaron de revisar su causa), en 1838, fallece. Macaire y sus hijos, en la miseria, logran escapar a Francia. Según la bibliografía este acontecimiento fue una de las causas de bloqueo anglo-francés en el Río de la Plata.
Tras la liberación de su marido a fines de ese año y su muerte el 4 de enero del siguiente, quedó sin recurso alguno y se embarcó con sus hijos para regresar a su tierra el 2 de marzo de 1838. Allí continuó desempeñando su oficio hasta su muerte, ocurrida el 22 de octubre de 1855. La prisión y muerte de su marido fueron una de las causas aducidas para justificar la intervención francesa.
Ella continuó su carrera en Suiza realizando pinturas de imágenes sobre láminas de marfil.1
El mayor de sus dos hijos, Etienne Auguste Isaac Charles Bacle, nacido en Ginebra el 21 de febrero de 1817, murió el 16 de diciembre de 1873 en Constantinopla donde se desempeñaba como asesor del Sultán.