Alberto Baldrich es hijo del General de Brigada Alonso
Baldrich.
Se incorporó al Ejército en carácter de Subteniente de Reserva
en el Regimiento 11 de Infantería, continuando así con la tradición familiar.
Alcanzó el título de abogado de la Universidad de Buenos Aires y
ejerció la profesión ocupando el cargo de Juez en la Cámara Nacional de
Apelaciones en lo civil de la Capital Federal.
Desempeñó una importante tarea docente desde la década del
treinta en la Facultad de Ciencias Económicas, Comerciales y Políticas de
Rosario.
Fue profesor de las universidades Nacionales de Buenos Aires y
del Litoral, convirtiéndose en un referente intelectual de las ciencias
sociales de su época.
Se
desempeñó como catedrático en la Universidad Católica, en diversas
instituciones militares y en la Universidad Provicial de Mar de Plata, donde además fue nombrado profesor
emérito
Acompañó la Revolución del año 1943 y ocupó el cargo de Interventor
Federal en la provincia de Tucumán, donde nacionalizó la empresa hidroeléctrica
que estaba en manos de monopolios extranjeros.
Al tener vínculo con Juan Domingo Perón en el año 1944, Edelmiro
Farrell lo designó Ministro de Justicia e Instrucción Pública de La Nación.
En el año 1947 creó el Instituto de Sociología en la Facultad de
Ciencias Económicas de la UBA y fue uno de los fundadores de la disciplina en
la República Argentina.
En el año 1949 Baldrich sostuvo que el Estado argentino moderno
se organizó retomando la tradición española.
El análisis contrasta con los enfoques que consideran que las
instituciones del país son mera copia del derecho romano y francés.
Intervino en los encuentros internacionales de sociología en
Europa de Lieja (Bélgica) y Beaune (Francia).
Sus prolíferos estudios constituyen las bases de una sociología
política y de la cultura.
Los enfoques de Baldrich articulan diversas disciplinas como el
derecho, la filosofía, la historia, las relaciones internacionales y la
sociología clásica.
Sus investigaciones fueron publicadas en formato de libros y en
revistas académicas y militares.
Como parte de su militancia cultural, intervino en conferencias
y charlas a organizaciones libres del pueblo.
Luego de la revolución de 1955 fue perseguido lo que lo obilgo unires a la resistencia peronista. En los años sesenta mantuvo correspondencia con Juan Perón, quién le escribió el 25 de junio de 1966 estas elogiosas palabras: “le felicito y agradezco en nombre de todo el Movimiento su admirable obra en provecho de una elevación intelectual y doctrinaria del Peronismo.
Su incansable acción y el talento con que la realiza son
circunstancias que rara vez se unen.
En el año 1974, es nombredo Ministro de Educación de la provincia de Buenos Aires, profundizó esta noción y postuló que la educación debía impartir las nociones de libertad, verdad y justicia.
Ello suponía consolidar un “Estado ético” que ponga el interés social y de vida común de un pueblo en el centro del proceso educativo .
Frente al vacío formativo se imponían en su lugar la “mala prensa y la calle, el mal cine y la escuela extranjera”.
Como resultado del proceso desaparecían los valores de solidaridad colectiva y las tradiciones nacionales, debilitando la estabilidad y el funcionamiento del orden social.
Una vez fallecido Peron y ante la caida del gobierno de Bidegain se retiro de la vida publica falleciendo en Buenos Aires en 1982