Los sucesos políticos que agitaron el año 1925 fueron los vinculados con los proyectos de intervención en la provincia de Buenos Aires, en la que se desempeñaba como gobernador José Luis Cantilo. La provincia de Buenos Aires era la clave de la futura presidencia y de ahí el interés en una solución.
Los partidarios de la intervención se reunían en el domicilio de Vicente C. Gallo y en el despacho de Tomás Le Bretón.
Con referencia a una reunión del gobierno en la que se sospechaba que se trataría la intervención, el diario La Nación calificaba ese empeño como "un atentado constitucional de una magnitud sólo comparable con la que en su momento consumara la anterior presidencia contra la misma" (la provincia de Buenos Aires), destacando que no existía subversión constitucional ni violencia alguna que justificase la medida en discusión.
Los antipersonalistas y los conservadores denunciaban en la provincia subversión constitucional, doble inscripción de votantes, empleo de los resortes oficiales con el concurso de la policía, difusión del juego y desorden financiero.
Gallo llevó la voz cantante en el seno del gobierno en favor de la intervención. Alvear se mostró disconforme con la medida auspiciada por algunos de sus ministros; Ángel Gallardo mantenía la actitud del presidente. Se realizaron varios acuerdos de ministros, sin llegar a una conclusión. Pero la insistencia categórica de Gallo consiguió al fin la firma de presidente para un mensaje al Congreso con el siguiente texto:
"El Poder Ejecutivo considera institucionalmente anormal la situación de Buenos Aires y, en consecuencia, procedente la intervención federal.; pero por no mediar en el momento los motivos de urgencia que, según reiteradas normas aplicadas en casos semejantes, puede autorizar al Poder Ejecutivo para intervenir la provincia en el receso parlamentario, estando además próxima la apertura del Congreso y sin perjuicio de contemplar nuevamente el caso, si tal situación se produjera, resuelve someter el asunto a la decisión del Congreso, enviando en su oportunidad los antecedentes y los informes que lo fundamenten, el correspondiente proyecto de ley".
Vicente Gallo fue designado en 1923 como Ministro del Interior por el presidente Marcelo T. de Alvear, renunciando en 1926 cuando el presidente Alvear se negó a apoyar su propuesta de intervención de la Provincia de Buenos Aires para combatir el yrigoyenismo.
Descartada así la intervención por decreto que quería Gallo, los partidarios de la intervención no quedaron satisfechos, pero La Nación comentó favorablemente la actitud asumida: "El presidente de la República, a quien corresponde, según es de pública notoriedad, esa opinión sobre el caso, ha tenido que desarrollar, seguramente, un poderoso esfuerzo de voluntad para llegar a esa conclusión, contrariando las incitaciones circundantes de intervencionismo preventivo".
Fue voz pública la discrepancia del presidente con su ministro del interior; y el propio Gallo la puso de manifiesto en el debate planteado en el Senado con motivo de la intervención a la provincia de San Juan, gobernada por Federico Cantoni. El 27 de junio de 1925 presentó su renuncia, y fue reemplazado por José P. Tamborini.
Se dio entonces el hecho de una renuncia colectiva del gabinete, que luego quedó reducida al apartamiento, meses más tarde, de Tomás Le Bretón, apasionado intervencionista. Le Bretón había hecho una obra meritoria, fomentando las plantaciones de algodón en el Chaco, apoyando a Mosconi en su acción al frente de la empresa petrolera oficial, clasificando los productos argentinos agrícola-ganaderos. Fue sustituido por Emilio Mihura, que continuó la obra de su antecesor.
La resistencia de Alvear a intervenir la provincia de Buenos Aires pudo ser resultado de un cambio en la política para combatir el personalismo y pudo deberse también a las tramitaciones que se hacían para la reagrupación de las fracciones radicales. Cantilo cumplió su período legal de gobierno, aunque en los tiempos de la presión ejercida por Melo-Le Bretón-Gallo, fue dificultada su acción por los banqueros, que no querían concederle préstamos por temor a la intervención amenazante; Gallo les había advertido que facilitar recursos a la provincia de Buenos Aires sería un acto poco amistoso para el gobierno nacional.
José P. Tamborini fue designado por el presidente Marcelo T. de Alvear como Ministro del Interior en reemplazo de Vicente Gallo en agosto de 1925, durante su período como Ministro de Interior se llevaran a cabo ocho de diez intervenciones federales durante la gestión de Alvear. Por decreto interviene el Presidente dos veces a Santiago del Estero (1925 y 1928), La Rioja (1925) Catamarca (1928) Salta (1928). Paralelamente se producen conflictos referidos a la reforma universitaria, y Tamborini aprobará normativas por las cuales se limita la intervención estudiantil en la elección de las autoridades universitarias.