La pesca es un recurso de gran importancia para la alimentación de las personas. Pero este recurso plantea un gran problema: no se puede controlar. Podemos aumentar la producción de un campo de cultivo mediante distintos medios, pero no podemos hacer que el mar produzca más peces.
La solución a este problema es sencilla: no pescar más de lo que el mar puede producir. Pero no siempre se sigue esta regla.
Además del problema de la sobreexplotación, los mares están amenazados por algunas formas de pescar que son muy peligrosas para el medio marino. Las más agresivas son la pesca con redes de deriva y con redes de arrastre.
Buscando soluciones
Ante la amenaza del agotamiento de las zonas de pesca, muchos gobiernos e instituciones mundiales han buscado soluciones. Algunas de las más importantes son las siguientes.
Las técnicas de ganadería intensiva que se realizan en las explotaciones ganaderas actuales permiten el engorde de animales en tiempos bastante cortos.
Esto se realiza mediante la mejora en la alimentación y la selección de razas de rápido crecimiento.
Entre las técnicas de uso habitual en la actualidad está la utilización de invernaderos, en los que se obtienen hasta tres cosechas anuales de determinadas hortalizas.
También está extendido el uso de pesticidas y herbicidas, que evitan que los cultivos sufran daños por el ataque de insectos o por la presencia de hierbas competidoras. Estos productos químicos mejoran el rendimiento de los cultivos, pero tienen que ser usados con precaución para evitar dañar al medio ambiente.
Se llaman alimentos ecológicos aquellos e., —ya producción no se han utilizado sustancias químicas de síntesis (pesticidas, herbicidas, abonos, etc.), sino solo seres vivos o productos de seres vivos.
Actualmente, la mayoría de los productos ecológicos son agrarios: verduras, frutas, aceite, etc. La agricultura ecológica no solo persigue obtener productos más sanos y naturales, sino también cuidar el suelo, ya que muchas de sus técnicas lo enriquecen (por ejemplo, el uso de materia orgánica como abono o la utilización de agentes vivos como lombrices, hongos, etc.).
Se denominan organismos genéticamente modificados o, vulgarmente, «transgénicos» aquellos seres a los que se les ha alterado el material genético, con el objeto de conseguir mejores cualidades.
Se autoriza la comercialización de organismos «transgénicos» como componentes de los alimentos solo tras haber superado previamente un exhaustivo proceso de evaluación y haber demostrado su inocuidad para la salud y el medio ambiente. Es obligatorio que en la etiqueta de estos productos se mencione que proceden de organismos genéticamente modificados.
No obstante, a pesar de todos estos controles, algunos científicos sostienen que cambiar un organismo puede hacer que mejoren algunas de sus cualidades, pero también puede dar origen a la aparición de mutaciones que tengan sustancias tóxicas, cancerígenas, etc. Por ello, el uso de estos alimentos aún no está muy extendido.
La industria utiliza nuevas formas de conservación: Una de ellas es añadir conservantes, que son sustancias diversas que hacen que los alimentos duren más tiempo en buenas condiciones. Otra forma es mediante la pasteurización, que se aplica sobre todo en la leche, y consiste en calentarla a unos 80 °C durante 30 segundos para eliminar los microorganismos.
Ordeño automático.
Sistema de ordeño automático de la leche de la agricultura de la granja de la vaca , algunas razas de vacas, como la Holstein, producen abundantes cantidades de leche.
Pesca indiscriminada
Pescado secándose al sol en la ciudad china de Shenzhen provincia de Guangdong en China .El crecimiento de la clase media de China en los últimos 15 años ha impulsado la demanda de todo tipo de artículos de lujo en el país
Alimentos agroecológicos.
Hablar de productos ecológicos no implica tan solo el grupo de frutas y verduras, aunque son los productos más demandados y consumidos, debido al auge de los conocidos como huertos urbanos, pequeños espacios verdes destinados al autoconsumo, cada vez más presentes en las azoteas de las grandes ciudades. Por norma general, el cultivo sigue métodos naturales, sin modificaciones genéticas y con un gran respeto por la sostenibilidad medioambiental, ya que no se utilizan pesticidas. Esto repercute en el alto contenido en vitaminas y otro tipo de nutrientes que complementan la dieta, por no hablar de su sabor, que siempre será más intenso y auténtico.
Alimentos transgénicos.
Un alimento transgénico es un alimento manipulado por la ingeniería genética con el objetivo de expresar en el mismo un nuevo rasgo o de cambiar alguna característica previamente existente. Así, lo que un cultivo o la reproducción tradicional no pueden modificar en un alimento puede lograrse modificando o introduciendo ADN, ARN o proteínas en un organismo. Desde los años 80 los transgénicos existen y son producto de modificaciones genéticas que han permitido alargar la vida útil de determinados cultivos o alimentos, incrementar el contenido de vitaminas o reducir la proporción de sustancias tóxicas en algunos ingredientes o bien, mejorar la resistencia de determinados cultivos o animales a las enfermedades.