La vida urbana es muy compleja con la necesidad de tener servicios suficientes para miles de e incluso millones de personas conlleva la realización de obras gigantescas para el suministro de agua, gas y electricidad, ademas de la recolección de aguas residuales domiciliarias, depuración de servicios y recolección de residuos.
Otros problemas muy graves suele ser el precio de la vivienda, la contaminación y el tráfico de vehículos.
Los planes de ordenamiento urbano determinan entre otros aspectos.
Un rasgo característico en la actualidad es el aumento de las ciudades gigantes o megaciudades, sobre todo en los países menos desarrollados. En el año 1900, Londres alcanzó los 6,5 millones de habitantes. En 1975, solo cinco ciudades tenían más de 10 millones; en el año 2000, eran 19 y se prevé que en 2015 serán 23 las ciudades que superen esa población, la mayoría de ellas situadas en los países subdesarrollados.
Tokio encabeza la lista de las ciudades más populosas del mundo, en la que también se encuentran, entre otras, Sáo Paulo, Bombay, Shanghai, Nueva York, Ciudad de México, Londres, Moscú, Beijing (Pekín), Lagos, Yakarta, Los Ángeles, Calcuta y Buenos Aires.
Políticas contra la congestión del tráfico
Muchas ciudades han adoptado medidas para frenar la contaminación y la congestión producidas por los vehículos, que no siempre han alcanzado el éxito esperado, a menudo porque la red de transporte colectivo no constituye una alternativa suficientemente válida.
La preocupación por los temas ambientales se instala en el debate público y académico a partir de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano realizada en Estocolmo en 1972, a partir de la cual se crea el Programa de las Naciones Unidas a cargo de asuntos ambientales (PNUMA). Se reconoce como un hito en esta temática el Informe Brundtland elaborado en 1987 por la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo donde se expuso por primera vez el concepto de Desarrollo Sostenible refiriéndose al desarrollo que satisface las necesidades de la generación actual sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.
En una primera instancia fueron principalmente los biólogos quienes se ocuparon de los temas atinentes a la Ecología Urbana y la necesidad del trabajo interdisciplinario motivó que profesionales de diversos campos (geógrafos, antropólogos, abogados, economistas, sociólogos, arquitectos, agrónomos, entre otros) se involucren en estas cuestiones. Las investigaciones ecológicas sobre los sistemas urbanos han aportado conocimiento, desde un punto de vista sistémico, respecto a la naturaleza de la ciudad que posibilita acciones sobre bases científicas.
Acompañando el desarrollo de esta nueva disciplina la Universidad Nacional de General Sarmiento crea en 1996 la Licenciatura en Ecología Urbana, cuya mentora fue María Josefa Di Pace. Esta carrera de grado, la primera de América Latina, proporciona una serie de conceptos e instrumentos para el análisis y la resolución de los problemas ambientales de las ciudades y su entorno. Propone un enfoque interdisciplinario que se apoya en las relaciones entre los distintos aspectos de la problemática ambiental. Sus graduados se insertan en el ámbito público, empresarial y organismos de la sociedad civil aportando soluciones prácticas en materia de gestión de los residuos, manejo del agua, eficiencia energética, hábitat urbano, y políticas territoriales ambientales en general.
Generación de basura en grandes ciudades.
Una ciudad del mundo desarrollado genera cada año por persona unos 300 kg de residuos sólidos que hay que incinerar o enterrar. También genera aguas residuales y gases contaminantes.
En la ciudad de México, los niveles de contaminación en el aire sobrepasan los límites aceptables para nuestra salud.
Las planificaciones urbanísticas modernas plantean ciudades sostenibles, en las que haya un equilibrio entre el desarrollo y el medio ambiente
Población urbana por países y ciudades más pobladas.
Desde comienzos del siglo XX se ha considerado a las ciudades de Londres, París y Nueva York como las Tres Grandes, es decir, las principales ciudades del mundo y que ejercían gran influencia a nivel global. Sin embargo, desde la segunda mitad del siglo XX este reducido grupo se ha visto aumentado con la inclusión de Tokio, Madrid, Barcelona, Shanghái, Hong Kong, Ciudad de México, Sao Paulo, Pekín, Los Ángeles, Río de Janeiro, Buenos Aires, además de varias otras ciudades del resto del mundo. La forma de calificar si una ciudad corresponde o no a este concepto de ciudad global ha sido muy discutida.