Nació en Buenos Aires el 27 de enero de 1851 y pasó varios años de su infancia en la estancia paterna, a orillas del Paraná.
Sus padres Luis Obligado y Saavedra y María Jacinta Ortiz Urién eran de la clase patricia, y le brindaron excelente educación. Cursó estudios en el Colegio Nacional de Buenos Aires. Inició estudios en la Facultad de Derecho, pero los abandonó rápidamente. Su vocación lo llevó al estudio de los clásicos, antiguos y españoles.
Su frecuentación de los clásicos inspiró sus primeras composiciones y en 1876 inició las actividades culturales de la Academia Argentina que, junto con las reuniones realizadas en su casa, congregarían a los hombres de letras más relevantes del momento.
En 1877 comenzó a escribir su Santos Vega, que mereció las burlas de sus colegas por su decidido nativismo o nacionalismo literario del que Rafael Obligado es el iniciador.
Conocido como "el poeta del Paraná" y perteneciente a la generación de 1880, escribió poesía con temática "gauchesca" pero con palabras "cultas", influido por la poesía francesa de fines del siglo XIX. Vivió en la estancia paterna, con un bellísimo castillo en el paraje de la Vuelta de Obligado, un recodo de las Barrancas del río Paraná ubicado exactamente dentro del partido de Ramallo cercano al límite con el partido de San Pedro en la provincia de Buenos Aires. Se casó a los 35 años, en 1886.
Contrariado por las críticas, hizo publicar sus poemas y el Santos Vega en París, en 1885, y se encargó personalmente de la distribución de los ejemplares.
Muchas de sus poesías alcanzaron gran popularidad como por ejemplo El hogar paterno, El nido de boyeros y La flor del ceibo.
Tres años después realizó un viaje por diversas provincias argentinas para juntar material que luego emplearía en sus leyendas, entre ellas la del cacui y la de la salamanca.
En 1889 fue designado miembro correspondiente de la Real Academia Española.
Colaboró eficazmente en la hermandad entre los pueblos interviniendo en la firma del tratado de paz concertado entre bandos disidentes en el Paraguay.
Estuvo en el grupo fundador de la Facultad de Filosofía y Letras, colaborando en su dirección desde
los cargos de consejero y vicedecano. Esta casa de estudios le otorgó en 1909 el título de doctor honoris causa. En su carácter de presidente de la Academia de Filosofía y Letras, propuso y logró que se implantara como materia integrante de la carrera de Letras la historia de la literatura argentina.
Pasó los últimos arios de su vida dedicado a la administración de sus bienes y a la construcción del famoso castillo que se encuentra en la Vuelta de Obligado; allí instaló su biblioteca y vivió varios años.
Falleció en Mendoza el 8 de marzo de 1920.
Rafael Obligado
pertenece cronológicamente a la generación del 80, pero su obra presenta
características que la distinguen de los demás autores: se resistió a caer bajo
la influencia extranjera, especialmente francesa, y por el contrario se volvió
hacia las más puras tradiciones de su patria reflejando en sus versos las
creencias y sentimientos de los gauchos, de los cuales el más destacado como
personaje literario es Santos Vega, el gaucho cantor que andaba errante por la pampa
improvisando sus versos en honor de la mujer amada o en el criollo certamen de
la payada en la que era invencible. Sin embargo, un día fue vencido por un
rival desconocido, Juan sin Ropa, y Santos Vega murió de dolor. Este simple
relato le permitió a Obligado hacer renacer una leyenda muy arraigada en el
gusto popular y, al mismo tiempo, situar a su personaje en un paisaje cuya
descripción pone de relieve la naturaleza autóctona de acuerdo con la tendencia
nacional del autor.