Batalla de Tuyuti

En los días siguientes a la batalla de Estero Bellaco ocurrida el 2 de mayo, los aliados avanzaron a través del bosque de palmeras del Estero Bellaco sur hasta la orilla meridional del Estero Bellaco norte  las fuerzas aliadas, estimadas en más de 50.000 hombres,​ al mando del argentino Bartolomé Mitre avanzaban cautelosamente en territorio enemigo desconocido, una vez que no había mapas confiables sobre el terreno, del mismo modo, no se disponía de informaciones sobre los efectivos y la disposición de las fuerzas enemigas.

La batalla

La tropa de Díaz se vio favorecida por el terreno y fue la primera en atacar. Derrotó a dos batallones uruguayos a cargo de defender delante de Bellaco Norte pero luego fue rechazada por tres batallones brasileños que usaron 26 piezas de artillería desde una sólida posición defensiva, los paraguayos retrocedieron al bosque hasta que finalmente fueron obligados a retroceder de ahí por un contraataque aliado.

La unidad del comandante Marcos, que debía atacar por el centro, flanquearía el estero por el paso Gómez, pero se vio retrasada en su avance y fue rechazada en tres ataques con graves pérdidas. La poderosa caballería de Marcos cargo contra las líneas brasileñas, pero el general francés Emílio Luís Mallet, comandante de las tropas brasileñas en el centro había ordenado cavar un foso delante de sus posiciones, por lo que los paraguayos nunca pudieron acercarse a menos de 50 metros, esto unido al fuego de la artillería imperial diezmó a los jinetes paraguayos.

batalla de Tuyutí

En el detalle del cuadro de la batalla de Tuyutí de  Cándido López, se observa el despliegue de la caballería paraguaya al mando del general Isidoro Resquín.

El teniente coronel Salustiano Jerônimo dos Reis, la Brigada 14 en la batalla de Tuyuti, ve a su hijo, alférez Salustiano Jeronymo Fernandes Reys,  herido por una caída de cohete Congreve. Incluso recibir moralmente el golpe, el coronel da órdenes de avanzar.

En el caso del general Resquín, sus dos batallones de infantería cruzaron el estero por el paso Yatayty Corá y Lequizamón, y su caballería de ocho regimientos por paso Minas. La caballería derrotó a los pocos escuadrones argentinos que allí se encontraban, pero en su temerario ataque contra la infantería argentina formada en cuadros resultó prácticamente aniquilada​ aunque con gran dificultad, finalmente no pudó envolver el flanco.​ Los batallones de Resquín avanzaron con gran lentitud debido a las dificultades del terreno, lo que dio tiempo a los argentinos para tomar adecuadas contramedidas y rechazarlos a través del estero.

El general Barrios y sus hombres por sus parte, debido a las dificultades del terreno,13​ se vieron muy retrasados, llegando a Potrero Piris casi al medio día. En esos momentos las tropas brasileñas ya estaban preparadas por lo que se perdió la sorpresa. Sin embargo, el general dio la señal y sus tropas atacaron a las unidades de brasileños y uruguayos. El actuar del general brasileño Manuel Luís Osório fue decisivo, ordenó a las reservas ir a apoyar a las tropas más comprometidas.

Jinete paraguayo

Jinete paraguayo. Ataque en Tuyutí. Acuarela de José Ignacio Garmendia

Consecuencias

Aunque inicialmente pareció que se convertiría en una completa derrota aliada, la batalla terminó en un sangriento desastre paraguayo.​ A las 16:30, tras cinco horas de lucha, el combate cesó y las unidades paraguayas se retiraron.​ La batalla de Tuyutí fue una de las más sangrientas de la historia de América del Sur, entre 13000 y 15000 combatientes murieron ese día. Según la historiografía paraguaya su ejército sufrió cerca de 5000 muertos y 8000 heridos mientras que murieron 7000 hombres del ejército aliado y 4000 más fueron heridos.​ Pero las fuentes aliadas dan cuenta, entre muertos y heridos, de 3000 brasileños (entre ellos el general Antônio de Sampaio, comandante de la 3ª División de Infantería), 800 argentinos y 300 uruguayos; frente a 13 000 bajas paraguayas.​

Bartolomé Mitre al tener tal número de pérdidas y desconociendo realmente la situación de los paraguayos se negó a avanzar a Paso Pucú, sin saber que López era totalmente incapaz en esos momentos de contener cualquier ataque. Mitre no sacó mayor provecho de su victoria, se quedó en Tuyutí esperando lo que hiciera su enemigo.Lo que da la verdadera importancia de la batalla es que por la mala coordinación y poca planificación, un ataque que debió darles una victoria decisiva, costó a los paraguayos la destrucción de sus mejores unidades regulares, la mayoría de los jinetes muertos eran miembros de la élite de Asunción.

Al final de la batalla los aliados aún poseían una fuerza de combate, al contrario de López que, de allí en adelante, nunca más consiguió reunir una fuerza de aquella magnitud para combatir. Desde entonces, sin condiciones humanas para batir en campo abierto, a Solano López solo le restaba resistir atrincherado en las fortificaciones (Fortaleza de Curupaytí y Fortaleza de Humaitá) con la esperanza de poder desgastar a las fuerzas enemigas. Con esta victoria, las tropas aliadas se establecieron firmemente en territorio enemigo.

cohetes Congreve

En la guerra del Paraguay es la primera vez en sudamerica que se usan cohetes Congreve , estas armas eran fabricadas  en forma industrial en Gran Bretaña y poseen una pólvora especial para impulsar sus cohetes, y maquinaria para cargar mecánicamente los mismos. Los cohetes consistían en un tubo cilíndrico de hierro, que contenía la carga propulsora, y una cabeza cilindro cónica. La pólvora se alojaba en el cuerpo del cohete y se compactaba mecánicamente. El cohete estaba unido a una vara guía, para estabilizar su vuelo, y se disparaban desde unas estructuras metálicas o de madera denominadas marcos “A” por su forma. Los cohetes originales tenían varas-guía laterales, que luego de 1815 fueron ubicadas centralmente en la base del cuerpo del cohete, con orificios para el escape de los gases a su alrededor. Tenían un alcance de unos 3.000 metros, aunque eran muy imprecisos y erráticos en su vuelo y además tenían tendencia a la explosión prematura.