Castelli, verdadero comandante en jefe del ejército expedicionario, pues tanto Balcarce como Viamonte estaban sometidos a sus decisiones, entró en negociaciones con Goyeneche y el 16 de mayo se firmó un armisticio estableciendo que durante 40 días los ejércitos quedarían inactivos.
Ese lapso permitió a los realistas reforzar sus contingentes y mejorar sus posiciones. Los patriotas abandonaron el campamento de La Laja y se instalaron en el pueblo de Huaqui.
Los patriotas contaban con unos 6.000 hombres, de los cuales solamente las divisiones de Viamonte y Díaz Vélez, unos 2.500, eran tropas regulares; el resto estaba muy precariamente armado y carecía de preparación militar.
Los realistas, acampados en Zepita, contaban con unos 8.000 hombres, casi todos adiestrados y armados para la guerra. Además, en el campo realista había unidad de mando; Goyeneche tenía a sus órdenes jefes subordinados y capaces como Pío Tristán, Ramírez, Picoaga.
Luego de la derrota de Suipacha , el virrey nombro al general Goyeneche a cargo de las tropas este organizó nuevas fuerzas, pero no avanzó hacia el sur hasta después de la batalla de Suipacha, que dejó toda la región bajo el poder de los revolucionarios. En mayo de 1811 firmó con el jefe político del ejército independentista Juan José Castelli un armisticio que probablemente ninguno de los dos pensaba cumplir. Castelli desplazó parte de sus tropas con el posible objetivo de rodear a las fuerzas de Goyeneche,25 pero Goyeneche aprovechó mejor el tiempo, cruzó el Río Desaguadero y atacó primero. La batalla de Huaqui, el 19 de junio de 1811, fue una amplia victoria de Goyeneche.