Acción Argentina

De Acción argentina a la Unión democrática

En noviembre de 1941 intentó realizar un mitin en el Luna Park de Buenos Aires y 500 actos en otras tantas localidades del interior con el lema "En defensa de la democracia dentro y fuera del país".
Los actos fueron prohibidos por el ministro del interior Culaciatti, argumentando que tenían por finalidad protestar contra la política gubernamental de aislamiento internacional y de condescendencia con las actividades contrarias a la soberanía nacional. La entidad había hecho pública su protesta y su repudio de la política de aislamiento seguida por el poder ejecutivo frente a los otros países americanos y había denunciado la actitud del ministro de relaciones exteriores destemplada y desconsiderada con la Comisión investigadora nombrada por la Cámara de diputados y tibia y vacilante con los diplomáticos que dirigían la campaña de penetración nazi. Unicamente el gobernador de Entre Ríos, Emilio Mihura, permitió la realización del acto programado en Paraná, atrevimiento que le valió veladas amenazas del ministro del interior y del propio vicepresidente Castillo.

En una conferencia pronunciada en el teatro Marconi de Buenos Aires, el 1° de octubre de 1941, Nicolás Repetto hizo los siguientes comentarios sobre el descubrimiento de la intervención de la embajada alemana en el país: 

"La empresa de penetración nazi la ha llevado a cabo la embajada alemana ante el asombro del país entero, asombro causado no tanto por la audacia de los diplomáticos como por la tolerancia inaudita que ha mostrado y muestra aún a su respecto nuestro gobierno. Ni siquiera la presentación de pruebas documentales y hasta gráficas de la organización militar que poseen los nazis en el país, decidieron a nuestro gobierno a adoptar medida alguna contra los que así burlaban la hospitalidad concedida y atentaban contra la propia soberanía del país. ¿Qué fuerzas o factores mantuvieron paralizado al gobierno frente a tamaños abusos? A mi juicio, debieron operar dos factores: 

1° La simpatía con que contaba Alemania entre nuestros jefes y oficiales de mar y tierra; 

2° El firme convencimiento que asistía a nuestro gobierno del inevitable triunfo militar de Alemania". . .

A fines de 1941 fue preciso intervenir para frenar los trabajos de la Alemania nazi; fueron detenidos varias docenas de dirigentes del Reich alemán y se clausuró una estación de radio controlada por ellos. La Cámara de diputados pidió al gobierno, por 95 votos contra 1, que se hiciese una investigación sobre el problema de la quinta columna en acción y se designó una co-misión investigadora, en cuyo primer informe se estableció que medio millón de alemanes estaban organizados en el continente suramericano, de ellos 60.000 en la Argentina, dispuestos a favorecer los planes de Hitler. La Comisión acusó al embajador von Thermann de haber recibido 84 bultos por medio de un barco japonés, entre ellos un volumen de 60 páginas con los nombres de 3.000 argentinos conocidos como antinazis; se pidió en consecuencia el alejamiento de von Thermann; los documentos correspondientes pasaron al procurador general de la Nación y a la Corte suprema de justicia.

A fines de 1942 fue hundido por submarinos alemanes el vapor "Río Tercero", de la flota mercante, que viajaba rumbo a Buenos Aires.

Bajo el estado de sitio, con restricciones para cualquier manifestación pública no coincidente con la posición del gobierno, se realizaron por Acción argentina actos públicos en locales cerrados en conmemoración del 9 de julio en 1942; en septiembre se rindió homenaje a Sáenz Peña con la adhesión de todos los partidos, de los estudiantes y de la Confederación general del trabajo. La congregación más importante fue la que se realizó en el Luna Park el 3 de octubre, en la que hicieron uso de la palabra Alejandro Ceballos, Adolfo Lanús, Camilo Almanza (de la C.G.T.), Jorge Lavalle Cobo, Luciano F. Molinas, Eduardo Laurencena, Nicolás Repetto, Tomás Le Bretón y Alfredo L. Palacios.

Después de no pocos tropiezos, Acción argentina realizó un segundo cabildo abierto en mayo de 1943; participaron en él personalidades de todo matiz político, científico, cultural: Alejandro Ceballos, José María Can-tilo, Ernesto Aubone, Rodolfo Moltedo, J. P. Tamborini, Juan José Díaz Arana, Américo Ghioldi y muchos otros, y se discutió en torno a temas de interés nacional.

Al amparo del clima creado por Acción argentina, que llevó al diálogo y a la incorporación de personalidades por encima de todos los partidos, se gestó el movimiento de Unión democrática; de inmediato le dieron todo su apoyo los socialistas y los demócratas progresistas; se recibieron adhesiones de centenares de agrupaciones de todo el país; se quería que esa Unión democrática promoviese la vuelta a una normalidad institucional y diese origen a un resurgimiento cívico nuevo. La Unión cívica radical, muerto Alvear en marzo de 1942, aprobó en su convención las bases de la Unión democrática. Zanjadas las rivalidades internas en torno a los posibles candidatos para las futuras elecciones nacionales, se disponía de un poderoso conglomerado de fuerzas contra el que ninguna fracción adversaria podría competir con éxito.