Fue rector de la Universidad de Buenos Aires y decano de la Facultad de Derecho de aquella universidad.
Fue fiscal en la provincia de Buenos Aires durante la década de 1970 y secretario y conjuez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Mientras ejercía como Ministro de Justicia de la Nación, fue enviado en 1980 como delegado por la Argentina al funeral de Josip Broz Tito, al que asistieron 128 diferentes delegaciones (siendo 154 los países reconocidos por la ONU en ese entonces)
Un juzgado de La Plata pidió su detención en 2012, acusado de crímenes de lesa humanidad mientras se desempeñaba como fiscal y ministro, acusado de cómplice de las torturas y desapariciones de la familia Graiver, entre otras. Las acusaciones fueron rechazadas por la Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Buenos Aires y la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas, que lo apoyaron.