La Guerra de Zapa se llamó a las instrucciones dadas por el general argentino José de San Martín con el fin de alarmar a Chile, seducir las tropas realistas, promover la deserción, figurar los sucesos, desconceptuar a los jefes, infundir temor a los soldados y procurar desconcertar los planes del gobernador realista de Chile, Casimiro Marcó del Pont, entre 1815 y 1817, durante la preparación del Ejército Libertador de los Andes. El encargado de llevar a cabo todas estas acciones fue el patriota chileno Manuel Rodríguez quien al volver de Mendoza acompañado de otros patriotas chilenos ejecutaron todas esas acciones y dieron a la formación de guerrillas por toda la zona central de Chile para lograr la insurrección y la desarticulación del Ejército Real de Chile y así dar paso al Cruce de los Andes.
Durante 1816, San Martín intensifica su táctica dirigida a debilitar al enemigo entronizado en Chile, apelando a la "Guerra de Zapa". Consistió en la emisión de proclamas, noticias y rumores a través de agentes infiltrados en la sociedad chilena, intentando captar adeptos para la revolución, especialmente entre los oficiales del ejército realista con simpatías democráticas. Además, sus agentes obtenían datos del poderío militar, posiciones, rutas y comunicaciones. Para llevarla a la práctica San Martín tenía en Chile a los patriotas vencidos pero no desmoralizados que esperaban la llegada del Ejército de los Andes y saboteaban al gobierno de Marcó del Pont.
Todo eso facilitó la obra de desmoralización, emprendida hábil y valerosamente, y de la cual se informaba a San Martín por agentes que cruzaban la cordillera.
Entre los hombres que cumplieron tareas de inteligencia "de zapa", merecen citarse a Diego Guzmán, Ramón Picarte, Miguel Ureta, Pedro Alcántara, Juan Pablo Ramírez, Domingo Pérez y Antonio Merino. Decía San Martín en carta a Tomás Guido del 1 de noviembre de 1816, "La Guerra de Zapa que les hago es terrible; ya los tengo metidos en sus cuerpos a ocho desertores, entre ellos dos sargentos, gente de toda mi confianza, que han ido en clase de tales. Esto me ha costado indecible trabajo, pues ha sido preciso separar toda sospecha de intervención mía en el particular para ocultar ese paso".
Una función importante tuvo en este plan Manuel Rodríguez quien a pesar de ser un carrerino fue reclutado por San Martín para espiar, transportar órdenes por la cordillera y principalmente crear guerrillas. Rodríguez unirá al bandido de caminos José Miguel Neira quien recibirá un grado militar por dar preferencias en sus asaltos a los españoles.
San Martín le encomendó a José Antonio Alvarez Condarco, un tucumano conocedor de trazados y recovecos topográficos, que viajara a Santiago como emisario y se entrevistara con el Gobernador Marcó del Pont con la excusa de hacerle conocer la Declaración de la Independencia Argentina del 9 de julio de 1816. San Martín le hizo cruzar la Cordillera por la Ruta de Los Patos y volver a Mendoza por Uspallata, debiendo Condarco grabar en su memoria la situación de los valles, desfiladeros, rodeos, etc.
En diciembre de 1816 San Martín hizo distribuir en Chile, por medio de sus emisarios secretos, un documento con el fin de avisar a sus habitantes que un ejército de las Provincias Unidas del Río de la Plata iba a cruzar la cordillera. San Martín buscaba así incitar la insurrección en el gobierno de Marcó y lograr el apoyo de los habitantes.
Con el objetivo de dividir a las tropas enemigas, San Martín ordenó primero el avance de parte de las tropas por los pasos de Come Caballos, Guana, Portillo y Planchón. Estos no eran los pasos elegidos para las columnas principales, sino que los dos primeros se hallaban al norte y los últimos al sur de los realmente seleccionados, que eran los que ya habían sido analizados por José Antonio Alvarez Condarco, o sea, los pasos de Uspallata y Los Patos. Era un avance en varios sectores, en un frente de más de 2.000 kilómetros, a través de una gigantesca cordillera. Con esto se pretendía distraer a las fuerzas realistas de Chile que no sabían en definitiva por donde arribarían, y los obligaba a dividir sus fuerzas.
Columnas Secundarias
Columnas Principales
A partir del 17 de enero de 1817, inició el Ejército de los Andes, el avance de sus columnas principales por los pasos de Los Patos y Uspallata. Por el primero iban las fuerzas de Soler, O´Higgins y San Martín, en ese orden y a prudente distancia.