Una de las primeras tareas del gobierno provisional fue la convocatoria de elecciones de miembros de la Sala de representantes, las mismas se realizaron ya el 11 de abril de 1852.
La libertad de sufragio fue completa; antiguos federales y unitarios midieron sus fuerzas; triunfaron los últimos, pero también los primeros obtuvieron representación en el cuerpo legislativo. Se acusó de parcialidad a Urquiza, pero ninguno de sus presuntos favorecidos salió elegido, lo cual quita valor a la incriminación. La legislatura se dividió en el orden local entre las dos tendencias históricas, pero con más fondo personal que doctrinario.
Resultaron electos el 11 de abril el obispo Mariano José de Escalada, Bartolomé Mitre, Marcelo Gamboa, José L Benegas, Felipe Llavallol, Domingo Olivera, Vélez Sarsfield, José Antonio Lezica, Francisco Balbín, Juan Bautista Peña, Domingo Marín, Francisco de las Carreras, Ignacio Martínez, Francisco Pico, Irineo Portcla, Pastor Obligado, Andrés Somellera, M. A. Montes de Oca, Luis J. Domínguez, Norberto de la Riestra, Miguel Esteves Sagui,, Patricio Lynch, Santiago Albarracín, Juan B. Molina, Hilario Almeira, es decir federales y unitarios conocidos.
Los candidatos a la gobernación eran Valentín Alsina y Vicente López; los dos tenían sus partidarios en la legislatura, pero la elección dependía en buena parte de la inclinación del vencedor de Caseros.
Alsina quería el poder, se sentía con vocación y con vigor para ejercerlo; Vicente López en cambio aspiraba más bien a quedar tranquilo en su casa.
Vicente Lopez y Planes después de la batalla de Caseros fue nombrado Gobernador provisional por Urquiza siendo retificado por la Sala de Representantes su contrincante electoral Valentín Alsina luego de la batalla de Caseros, en 1852, donde fue derrotado Rosas, retornó al país y lideró uno de los grupos opositores a Justo José de Urquiza. Tras encabezar la revolución del 11 de septiembre de 1852 contra Urquiza, fue electo gobernador de Buenos Aires, pero dimitió tras un levantamiento militar.