En 1852 la sociedad Argentina se encontraba dividida en dos posiciones al parecer irreconciliables Urquicistas y Porteños, cuyos constantes conflictos dificultaban el desarrollo del país; por esta razón, luego de la batalla de Caseros, Don Diego de Alvear en marzo de ese mismo año, convocó a cincuenta y seis vecinos de la ciudad de Buenos Aires y les propuso fundar un club cuyos objetivos la discusión política en forma civilizada.
Diego de Alvear convoca a un grupo de vecinos y les propuso adquirir un club donde reunirse socialmente como era la moda en Europa
La fusión de las grandes familias porteñas unitarias y federales, al día siguiente de la batalla de Caseros, con el objeto de defender los intereses porteños, requería de una institución donde pudieran confraternizar los hasta entonces enemigos. Esta institución fue el Club del Progreso.
Diego de Alvear fundo el club con el siguiente objetivo:
“Desenvolver el espíritu de asociación con la reunión diaria de los caballeros más respetables tanto nacionales como extranjeros... uniformando en lo posible las posiciones políticas por medio de la discusión deliberada y mancomunar los esfuerzos de todos hacia el progreso moral y material del país”.
Según una carta del fundador del Club publicada en el diario “la Tribuna” en 1853 no interesaban a los socios tan solo los aspectos políticos, sino terminar “con la división y la desconfianza recíproca en que vivíamos”.
Al fondo, a la izquierda, se destaca la azotea con torre mirador del Palacio Muñoa construido entre 1855 y 1857, sede del Club del Progreso, uno de los primeros palazzos porteños, perteneciente a Marcos Muñoa, hechos al estilo italianizante por el mismo Edward Taylor con tres plantas, demolido en los años 60 para levantar la torre de la Com. Nac. de Comunicaciones.
Fue fundado el 19 de mayo de 1852 y sus bailes, banquetes y reuniones dieron la nota saliente en la vida social de la capital.
Entre sus fundadores figuraban Diego de Alvear, Delfín B. Huergo, Felipe Llavallol, Francisco Chas, Mariano Casares, Santiago Calzadilla, Rufino de Elizalde, José Manuel Estrada, Félix Sánchez de Zelis, Justo José de Urquiza, José M. Martínez de Hoz, Francisco Moreno, Gervasio A. Posadas, José Mármol, Bonifacio Huergo, José M. Cullen, Ángel C. de Elia, José M. Achával, Norberto de la Riestra, Tomás Guido, Mariano Drago, Carlos Casares, Manuel J. de Guerrico, Emilio Castro, Bernardo Larroudé, Jacobo Parravicini, Francisco B. Madero, Daniel Gowland, Mariano Narda, Cayetano María Cazón, Miguel Gane, Vicente Casares, Carlos Sívori, etc.
Los primeros presidentes fueron Diego de Alvear, Santiago Calzadilla, Vicente Cazón, José María Bustillo, Miguel J. Azcuénaga, Esteban Rams, etc.
Pero poco después las divergencias abrieron hondos abismos entre los porteños y Urquiza.
Vista del detalle de las puertas del Club del Progreso que aún ostentan el emblema grabado en vidrio por artesanos franceses. El globo y el barco de vapor simbolizan los ideales de modernización y fe en el progreso que caracterizaban a la época. Se acortaban las distancias por mar y comenzaba la aventura del aire.