Beresford y Denis Pack se hallaban presos en Luján, aunque gozaban de mucha libertad; con ayuda de algunas personas cercanas a Liniers se fugaron de la prisión en Lujan
En vista de los sucesos de la Banda Oriental, Liniers dio orden de confiscarles sus papeles y de internarlos en Catamarca; se hallaban en viaje a cargo del capitán Martínez cuando aparecieron Saturnino Rodríguez Peña y el capitán de arribeños Manuel Aniceto Padilla con una pequeña escolta y transmitieron a Martínez la orden verbal del gobernador militar y del cabildo de entregar a los presos Beresford y Pack.
Rodríguez Peña estaba al servicio de Liniers como secretario privado y no se podía dudar de la legitimidad de la orden.
Los presos fueron llevados a la estancia de los padres betlemitas y allí se les propuso la evasión; se les facilitaba la fuga para que empleasen su influencia con Auchmuty a fin de que, en lugar de atacar a Buenos Aires, ofreciesen su protección para declarar la independencia del Río de la Plata.
La fuga se realizó días más tarde, el 25 de febrero, y los principales mediadores de la misma, Rodríguez Peña y Padilla, reos de lesa majestad, fueron perseguidos por las autoridades españolas y se refugiaron en Montevideo. En el proceso abierto con motivo de esa fuga aparecen complicados Pedro José Zabala, el Dr. José Presas, Feliciano Sentenach, el capitán Martínez y otros.
Los presos fueron llevados a la estancia de los padres betlemitas y allí se les propuso la evasión; se les facilitaba la fuga para que empleasen su influencia con Auchmuty a fin de que, en lugar de atacar a Buenos Aires, ofreciesen su protección para declarar la independencia del Río de la Plata.