En la última sesión de la Asamblea del Año XIII, celebrada el 26 de enero de 1815, se hallaban presentes los siguientes diputados:
Mientras Alvear imponía sus exigencias al Cabildo, sin esperar el fin de las negociaciones de Galván y de Brown, procedió a las operaciones contra Artigas, comenzando por desalojar a los artiguistas de la ciudad de Santa Fe.
Destacó con ese objeto una división al mando de Francisco Javier de Viana, con una fuerte vanguardia a las órdenes del coronel Ignacio Álvarez Thomas. Las tropas no marchaban bien dispuestas a esa lucha, Álvarez Thomas, haciéndose eco de la voluntad general, se sublevó el 3 de abril en Fontezuela y proclamó su desobediencia al director supremo.
Cuando Viana fue a hacerse cargo del mando de las fuerzas que iban a operar sobre Santa Fe, fue aprisionado. El jefe de la rebelión lanzó una proclama haciendo conocer que negaba obediencia a Alvear y a su dictadura y condenaba los abusos de sus adeptos.
Esa proclama fue suscripta por los oficiales de la segunda división, lo cual explica la detención de Viana; diez días después ratificaron el manifiesto de rebeldía los granaderos de infantería de Arrecifes y de Cañada de Rocha.
El movimiento, planeado cuidadosamente, tuyo amplia repercusión y entró en relaciones con Artigas, que lo vio con complacencia.
Álvarez Thomas intimó a Alvear a que evitase todo derramamiento de sangre entre hermanos y renunciase al mando, dejando al pueblo de Buenos Aires que eligiese libremente su gobierno.
Álvarez Thomas comunicó a los cabildos y autoridades del interior los términos del levantamiento de Fontezuela y solicitó su ayuda.
En Salta y Jujuy se celebró jubilosamente el acontecimiento; en Mendoza, San Martín dio cuenta al Cabildo de los oficios recibidos y se resolvió dar a conocer a Alvear la adhesión del mismo al movimiento de Fontezuela; San Martín comunicó a Álvarez Thomas la decisión del pueblo mendocino y le hizo llegar 4.000 pesos como contribución a la acción emprendida, ofreciéndole que no vacilase en pedirle los socorros necesarios.
El 11 de abril se conoció en Buenos Aires la rebelión de las tropas enviadas contra Artigas y hubo gran agitación con ese motivo. Se trataba de un movimiento preparado desde hacía algún tiempo; Chilavert confesó que sabía de su preparación por Dorrego desde hacía un mes; hasta el propio edecán de Alvear, Uladislao Martínez, se pasó a Álvarez Thomas, que lo nombró su ayudante.
Alvear encargó a una división de las tropas, a las órdenes del coronel Vázquez, que cortase las comunicaciones entre la capital y los rebeldes y movió su ejército de los Olivos para situarse en Caseros a fin de continuar luego a Morón y someter a los sublevados; pero Álvarez Thomas fue auxiliado con una división oriental a las órdenes del comandante Vargas.