Siguiendo una proposición de Juan Larrea, se procuró intensificar los trabajos de minería como medio para equilibrar el alto presupuesto de gastos del Estado, aunque contra la minería conspiraban las largas distancias, la falta de caminos, la penuria financiera, el incipiente desarrollo industrial.
También se trató de fomentar la industria de los saladeros, la agricultura y el comercio; después del 8 de octubre se declaró libre de derechos la exportación de carnes saladas, granos y harinas y la importación de útiles necesarios para esas industrias; la misma política siguió el Directorio bajo el régimen de la Asamblea.
También hay que recordar la abolición de los castigos corporales que se daban a los niños en la escuela; la decisión gubernamental fue motivada por el castigo aplicado al hijo de Mariano Moreno. El decreto de octubre de 1813 decía:
"Habiendo llegado a entender este gobierno que aún continúa en las escuelas de educación la práctica bárbara de imponer a los niños la pena de azotes, cuyo castigo es excesivo y arbitrario por parte de los preceptores, que no están autorizados para ello en manera alguna, y perjudicando a los objetos mismos dé las instituciones juveniles; siendo además absurdo e impropio que los niños que se educan para ser ciudadanos libres, sean en sus primeros años abatidos, vejados y oprimidos"...
Dentro del esquema general de las intendencias virreinales, se creó el 29 de noviembre de 1813 la gobernación intendencia de Cuyo, vieja aspiración de aquellas provincias que soportaban con disgusto su dependencia de Córdoba.
Fue designado Juan Florencio Terrada gobernador intendente; le sucedió el cabildo de Mendoza, que entregó el mando a Marcos González Balcarce, y cuando éste tomó el mando de los auxiliares argentinos enviados a Chile, fue reemplazado por José de San Martín, el 10 de agosto de 1814.
El 7 de marzo de 1814 fue creada la intendencia Oriental del Río de la Plata, en el fondo de cuya disposición habría un intento para disminuir el ascendiente de Artigas; fue nombrado gobernador Juan José Durán y asesor suyo Remigio Castellanos; idéntica finalidad habrían tenido las dos intendencias nuevas de Entre Ríos y Corrientes, creadas por decreto del 10 de setiembre; la capital de Entre Ríos sería Concepción del Uruguay, y la de Corrientes la ciudad homónima; esta última comprendía también a Misiones. De este modo quedaban separadas de la intendencia de Buenos Aires y se regían por gobernadores intendentes con las mismas facultades, derechos, prerrogativas y dependencia que las demás provincias del Estado. No se hizo lo mismo con Santa Fe, que reclamaba ese régimen autonómico, y esa diferencia de trato dio origen a no pocas dificultades y conflictos.
El 8 de octubre se dividió la intendencia de Salta y se tuvo así la de Tucumán, con Santiago del Estero y el valle de Catamarca, y la de Salta, con Salta, Jujuy, Orán y Santa María.
El 25 de junio de 1813 la Asamblea declaró villa a la Bajada de Paraná, que dependía hasta allí de Santa Fe.