La polémica fue para Sarmiento fundamental, llegando hasta la descalificación. En sus artículos emprendía, también, el análisis teórico de lo social y lo político, y las transformaciones históricas de una sociedad en mutación.
Publica Mi defensa para mostrar quién era y de dónde venía y en 1845 desde las páginas de El Progreso escribe en forma de folletín Civilización y barbarie. Vida de Juan Facundo Quiroga. Para Sarmiento, fue "un libro extraño, sin pies ni cabeza, informe, verdadero fragmento de peñasco que se lanzan a la cabeza los titanes". En 1845, Sarmiento padecía una "exasperación [que] tocó en el delirio", según dice en Recuerdos de provincia. Civilización y barbarie planteó una interpretación dualista de la realidad que, debía resolverse en una síntesis superadora. Dos mundos opuestos: por un lado, las ciudades argentinas y por el otro la campaña hostil que las circunda que, al ritmo de la revolución y de la guerra, se entrelazan y van creando nuevas realidades.
Facundo, de la geografía, costumbres, tipos humanos y procesos sociales y políticos de aquella Argentina en formación, concluye con una paradoja: Rosas, no hace más que repetir a orillas del Plata la vieja historia del despotismo animada por el terror recíproco y la administración del mal. Pero ese despotismo, "sistema, efecto y fin" de lo que para el caudillismo montonero era sólo instinto e iniciación, representa el rol de aquel que practicando el vicio genera sin quererlo la oportunidad de recrear alguna virtud.
Según consigna Sarmiento, "la autoridad se funda en el asentimiento indeliberado que una nación da a un hecho permanente". En la Argentina de 1845, ese "poderoso instrumento de la Providencia" que se llamaba Rosas había reducido todos los poderes, viejos y nuevos, a una unidad política antes inexistente.
El Facundo, pretendía dar una base más realista que aquellos paradigmas expuestos por los unitarios en décadas anteriores. Debido a que la unificación del poder en la Argentina era fruto de un proceso histórico, derrotada la tiranía, la Constitución que debía adoptarse no giraba en el vacío, ni tampoco sufriría los achaque de un insanable utopismo. Resuelta la cuestión del poder, la Argentina estaba madura para recibir una política transformadora de su sociedad civil: he aquí el programa del Facundo.
El Facundo en la Literatura |
El Facundo de Sarmiento es una de las obras más singulares de la literatura hispanoamericana, el mismo se comenzó a publicar el 2 de mayo de 1845 como folletín del diario "El Progreso" de Santiago de Chile. Sobre esta obra el historiador Gregorio Weinberg escribio " El Facundo encierra , aunque nada sistemática, una verdadera filosofía de la historia . Cualquiera sean los reparos que se le puedan hacer (Y mucho se escribió al respecto) constituye un animoso intento de obtener una explicación satisfactoria y dinámica del país." |