Regresó a San Juan durante el gobierno federal de Nazario Benavídez.
En 1838 funda con otros coprovincianos la Sociedad literaria. En la biblioteca particular de Quiroga Rosas, lee a Chateaubriand, Víctor Hugo, Lamartine, Dumas, Guizot, Thiers, Tocqueville, entre otros.
Emprendió la lectura del pensamiento francés de la Restauración y de la Monarquía de Julio. Estudia los enfoques teóricos nacidos del colapso de la Revolución y del primer Imperio en Francia. Principalmente lee a François Guizot, Alexis de Tocqueville, Victor Cousin y Lerminier, los primeros historiadores de la Revolución, Lamartine, Louis Blanc, y Saint-Simon, Pierre Leroux.
Trata de lograr con estas lecturas comprender los procesos sociales y políticos, más allá de las distancias que separan aquellos sucesos de la revolución colonial y la guerra civil.
Para Guizot, los principios que la revolución había enfrentado, la monarquía y la república, no sólo se entendían por representar formas de gobierno antagónicas, sino por expresar clases y movimientos sociales opuestos.
Para Tocqueville, en el primer volumen de La democracia en América en 1835, la raíz última de la igualdad, principal bandera de la Revolución, era la pasión dominante de una sociedad democrática en ascenso que dejaba atrás en la historia a la sociedad aristocrática. Estudió, Sarmiento, durante estos años a los teóricos de las formas de gobierno y tipos de sociedad.
Bajo el seudónimo de García Román envía a Juan Bautista Alberdi un poema: "Canto a Zonda", pidiéndole su juicio. Éste no pareció haber sido desfavorable, pero Sarmiento no volvió a escribir poemas en verso.
En 1839 crea el Colegio de Señoritas de la Advocación de Santa Rosa de Lima. Lo inaugura el 9 de julio, aniversario de la Declaración de la Independencia. Aplica renovadores métodos pedagógicos y aconseja un uniforme escolar que iguala en su presentación a las alumnas y ha sido adoptado después en todas las escuelas argentinas. en dicho colegio es autor de su plan de estudios y reglamento de disciplina.
El 20 de julio publica el primer número de El Zonda, que dura poco tiempo por discrepancias con la autoridad de gobierno. El periódico El Zonda del que se publicaron seis números dirigidos a unos cincuenta lectores.
Durante 1840 sufre prisión y amenazas. Huye a Chile. Al pasar por los baños de Zonda escribe la frase "On ne tue point les idées", que Sarmiento atribuye a Fortoul. (Sobre la paternidad de esta frase cf. Paul Verdevoye: Domingo Faustino Sarmiento, educar y escribir opinando (1839-1852), Buenos Aires, Editorial Plus Ultra, 1988, nota 62, p. 80).
Alexis de Tocqueville admiró en Estados Unidos la combinación de la democracia con la defensa de la libertad para cada ciudadano. Su obra La democracia en América impresionó a Sarmiento |