La anarquía y el destierro

San Juan luego del período del gobierno unitario de Salvador María del Carril, se hundió en la anarquía que en el año veinte asolaba al país. Juan Facundo Quiroga entra en San Juan en el año 1827. Sarmiento presenció el espectáculo de las tropas que conformaban las montoneras, y consigna este recuerdo de 1884: "habían montado en briosos corceles, tomados de los prados artificiales; y entonces usaban, para guarecerce en los llanos de los montes de garabato, enormes guardamontes, que son dos recios parapetos de cuero crudo, a fin de salvar sus piernas y aun la cabeza del contacto de sus espinas de dos cabezas, como dardo de flecha. El ruido de estos aparatos es imponente, y el encuentro y choque de muchos como el de escudos y armas en el combate. Los caballos briosos, y acaso más domesticados que sus caballeros, se espantaban de aquellos ruidos y encuentros extraños, y en calles sin empedrar, veíamos los espectadores avanzar una nube de denso polvo, preñada de rumores, de gritos, de blasfemias y carcajadas, apareciendo de vez en cuando caras más empolvadas aún, entre greñas y harapos y casi sin cuerpo, pues que los guardamontes les servían de ancha base, como si hubiera también querubines de demonios medio centauros. He aquí mi versión del camino de Damasco, de la libertad y de la civilización. Todo el mal de mi país se reveló de improviso entonces: ¡la Barbarie!"

La guerra civil, que por entonces se desarrollaba en el país, llevó a Sarmiento a tomar partido y hacia el fin de los años veinte se sumó a los unitarios de Nicolás Vega y José María Paz: "Era el primero en las guerrillas y a medianoche el tiroteo lejano me hacia despertar, escabullirme y lanzarme por calles desconocidas, guiándome por los fogonazos hasta el teatro de la escaramuza, para gritar, para meter bulla y azuzar el tiroteo."

Sarmiento empujado por los intereses familiares envueltos en la lucha, defendiendo los derechos y privilegios comerciales de las aristocráticas familias principales, participa de la guerra civil. Consecuencia esta del agotamiento y el disloque de la economía heredada de la época virreinal que aflora durante la Revolución y las guerras de la Independencia.

Sarmiento vivió inmerso esos años en la lucha. Derrotado los unitarios, cruzó la cordillera y se estableció en Chile en 1831 viaja como emigrado. Enseña en una escuela de Santa Rosa de los Andes y posteriormente en la de Pocuro. Nace su hija Emilia,  Faustina, de unión no legítima. Trabaja en una mina de Chañarcillo como capataz.

En  1836 por razones de enfermedad, regresa a San Juan. Cumple, entre otras, tareas de decorador y actor.

Juan Facundo Quiroga

 

Escuela chilena de Pocuro

 

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