El Parque Nacional Sierra de las Quijadas, ubicado hacia el noroeste del centro de la provincia de San Luis, posee una superficie de 73.785 hectáreas que conserva una muestra representativa del ecotono Chaco Semiárido y Monte de llanuras y mesetas.
Sitios para visitar y actividades:
Fauna
El elenco de la fauna del Parque incluye maras, zorros grises,puma, guanaco, pecaríes de collar y corzuelas pardas, listado al que hay que agregar el pichiciego menor (Chlamyphorus truncatus), un armadillo en peligro de extinción. Las aves no faltan, estando representadas con especies como las martinetas, el águila mora, el vencejo de collar, cóndores, águila Coronada y Cardenal Amarillo, ambas en peligro de extinción por pérdida de hábitat y trampeo.
Flora
Los arbustos insignes de la ecorregión del Monte de Llanuras y Mesetas son las jarillas. En el Chaco Seco encontrarmos algarrobos y quebrachos blancos, como elementos distintivos. A ellos se unen varias plantas endémicas, entre las cuales sobresale “la chica” (Ramorinoa girolae) de durísima madera.
Clima
Árido serrano con marcada amplitud térmica, tanto estacional como diaria; las temperaturas medias son de 12° C en invierno (con mínimas medias de -3° C) y 23° C en verano (con máximas medias de 35° C). Alrededor de 300 mm anuales de lluvia, distribuidos irregularmente, aunque puede distinguirse una estación seca (invierno) y una húmeda (fines de primavera a principios de otoño). La temporada ideal para visitar el Parque Nacional es de abril a octubre, para evitar las altas temperaturas.
Desde lejos poco puede adivinarse acerca de las solitarias serranías que se despliegan al noreste de la provincia de San Luis, emergiendo de la aridez del llano circundante. Pero casi veinticinco millones de años de historia geológica han dejado su testimonio en el esplendido anfiteatro denominado el Potrero de la Aguada, situado en el corazón de la sierra. En este paraíso de los paleontólogos, se han hallado los restos fósiles de dinosaurios y reptiles voladores como el curioso pterodaustro, con sus notables mandíbulas recurvadas hacia arriba. Se distingue en este Parque Nacional un ecotono entre el Chaco Semiárido y el Monte de Llanueras y Mesetas, en donde convergen especies de ambas ecorregiones, enriqueciendo aún más el lugar.