Luego de Campichuelo los paraguayos no sólo se retiraron de la estacada de El Campichuelo, sino que evacuaron Itapúa, y Belgrano dio orden a Machain para que llegase a ese punto con la tropa a su mando. Siendo difícil el avance por tierra, se utilizaron las balsas emplea¬das en el cruce del río para llegar por agua. El 20 de diciembre por la tarde entraron los invasores en Itapúa, donde requisaron 60 canoas y algunas armas con sus correspondientes municiones.
No fue posible continuar de inmediato la marcha, por tener que esperar las caballadas en Itapúa; pero Machain se adelantó entretanto con su vanguardia hacia Tacuarí para tomar posesión del paso del río.
La escasez de caballos no permitió a Belgrano reanudar la marcha y tan sólo el 25 de diciembre hizo el viaje por agua a Tacuarí. Reunido con Machain, decidió que se adelantase con 300 hombres para empujar al enemigo más allá del río Tebicuary. El 29 de diciembre llegó Machain a Santa Rosa y desde allí pudo enviar algunos caballos al grueso de las fuerzas para facilitar su avance.
Velazco disponía del grueso de las fuerzas para la contraofensiva sobre el río Paraguay; hasta allí había mantenido partidas de observación para ir trayendo a Belgrano hacia el interior y desgastarlo en marchas penosas.
El 6 de enero reanudó Belgrano el avance, sin esperar que se le reuniese Rocamora,que había llegado a Itapúa. Al llegar a la tranquera de San Patricio, se enteró de que el día anterior había estado allí una fuerza paraguaya de 100 hombres y había llevado prisionero al subdelegado Pedro Ribera, que dio a conocer las proclamas de los patriotas.
Una compañía de patricios a las órdenes de Gregorio Perdriel salió en persecución de la fuerza paraguaya y la encontró el 7 por la mañana en el monte de Maracaná; se inició de inmediato el ataque, pero los paraguayos se retiraron después de hacer algunas descargas sobre los atacantes, perdiendo algunas armas y dos prisioneros. Pasado el Tebicuary, los expedicionarios acamparon el 11 de enero en Itaipá, punto a 27 leguas de Asunción.
Batalla de Paraguarí en la campaña de Belgrano al Paraguay realizada el 19 de Enero de 1811.
Los hombres de Velazco habían empleado la táctica de la tierra arrasada, pues los pueblos de las misiones situados en el camino habían sido devastados y sus habitantes alejados para que los expedicionarios no encontrasen ningún recurso ni ninguna ayuda.
Las partidas de observación espiaban los movimientos del ejército de Velazcó hasta llegar el 15 de enero al arroyo Ibáñez, donde Belgrano tuvo noticias de los efectivos paraguayos en la margen norte del Paraguary, unos 7.000 hombres, entre ellos 800 infantes armados de fusiles.
Sin esperar a Rocamora, Belgrano inició el ataque el 19 de enero a la madrugada. Como hasta allí los paraguayos se habían retirado sin combatir, se pudo presumir que esta vez podría ocurrir algo similar. Formó dos líneas de ataque, una con 220 hombres y dos cañones y otra con 240 hombres y otras dos piezas; los flancos fueron cubiertos por 130 hombres de caballería; dejó además una reserva de 70 jinetes, dos cañones y algunos milicianos.
La primera columna se puso en marcha al mando del mayor general Machain a las 2.30 de la madrugada; le siguió poco después la segunda a las órdenes del capitán Perdriel.
El fuego se había generalizado ya a las cuatro de la madrugada; el ataque al paso Yuquerí fue tan impetuoso que los paraguayos se desbandaron y huyeron; una batería cayó íntegra en poder de los atacantes. El propio Velazco, que tenía el cuartel general en la capilla de Paraguary, se dispuso a abandonar la posición. Machain, sin pensar en los flancos enemigos intactos, avanzó por la brecha abierta con 120 hombres de caballería e infantería al mando de Ramón Espindola y siete oficiales más, para perseguir al
enemigo en dirección a la capilla. Pero los dos flancos paraguayos, a las órdenes de Manuel Atanasio Cabañas y de Gamarra, avanzaron y rodearon a los patriotas, dirigiendo hacia ellos el fuego de once piezas de artillería. Los patriotas, sin tener en cuenta el peligro, se entretuvieron en saquear el equipaje de Velazco hasta que se vieron rodeados totalmente por fuerzas muy superiores. Los que no se rindieron fueron muertos, y entre ellos cayó luchando hasta el fin Espíndola; su cabeza fue cortada y remitida al gobernador del Paraguay en la punta de una pica. Entre los prisioneros figuraba un sargento de blan-dengues santafesino, Estanislao López.
Encerrado Machain, se defendió contra el doble ataque de Cabañas y Gamarra, y a las tres horas de combate quedó sin municiones. Reforzado por un destacamento de caba-llería y un cañón, reanudó la lucha para socorrer a los cercados en la capilla de Paraguary, de los que no se había vuelto a tener noticias, pero al fin los patriotas no tuvieron más remedio que retroceder.
El combate terminó sin una decisión, pues si Belgrano fue rechazado, Velazco no se atrevió a contraatacar y lo dejó retirarse con sus fuerzas diezmadas, pues había perdido 150 hombres entre muertos, heridos y prisioneros; Velazco sólo tuvo 60 bajas.
El mismo día del combate de Paraguary, Belgrano era nombrado brigadier general en Buenos Aires.