Se diferencian de los mamíferos placentarios por el nacimiento prematuro de la prole, cuyo desarrollo continúa en una bolsa situada en el vientre de la madre, el marsupio, donde desembocan las glándulas mamarias. Esa bolsa está sostenida por los huesos marsupiales, ausentes en los placentarios, que caracterizan así su esqueleto. Se cuenta que en una cueva abierta en los yesos eocénicos de Montmartre, en París, salió a la luz un esqueleto que presentaba esos huesos particulares, y que fue examinado por el científico francés Georges Cuvier, el cual estableció que se trataba de un marsupial del género Didelphis, la actual zarigüeya americana.
Con respecto a los placentarios, los marsupiales tienen un cráneo bastante reducido por lo que atañe a la cavidad cefálica, mientras que las órbitas están abiertas posteriormente y presentan una fuerte cresta sagital para la inserción de los músculos temporales; finalmente, existe en la mandíbula un típico proceso angular vuelto hacia el interior.
Por lo que respecta a la dentadura, en la que prevalecen los molares de forma triangular, varía notablemente, como en los placentarios, según el régimen herbívoro o carnívoro al que estos animales se han adaptado. Entre los marsupiales americanos, la ya citado zarigüeya (Didelphis) es el más conocido representante de un grupo bastante antiguo, los poliprotodontos, al cual pertenecen algunos marsupiales que vivieron en Suramérica durante el Mioceno, como Prothylacynus y el Plioceno, como Thylacosmilus. Este último ofrece un interés muy particular por la presencia de dos largos caninos superiores, que dan al cráneo un aspecto bastante similar al del Smilodon, un agresivo placentario carnívoro, hoy extinto. El mayor marsupial conocido es Diprotodon, que vivió en Australia durante el Cuaternario. Ese animal alcanzaba la talla de un rinoceronte, y se atribuye al grupo de los diprotodontos, que comprende formas exclusivamente australianas, entre las que figuran los actuales canguros.
Los marsupiales se separaron del tronco mamaliano principal cuando este se hallaba todavía en una fase primitiva. En Australia reproducen de manera paralela la radiación adaptativa que en otras áreas geográficas del planeta realizaron los placentarios. Muchas de sus características son especializadas, de manera que no representan un estadio evolutivo de los mamíferos placentarios, sino un linaje independiente y terminal. La temperatura corporal es algo más alta en los marsupiales que en los placentarios. Los herbívoros marsupiales, han desarrollado varias formas de alimentarse para aprovechar mejor los nutrientes, ya que no son capaces de digerir la celulosa al no disponer de microorganismos apropiados, como es el caso de algunos placentarios. El alimento puede ser dirigido al intestino ciego, donde permanece el tiempo necesario, o puede ralentizar su metabolismo para necesitar menos alimento y dar tiempo al ingerido a que se asimile; pueden masticar mucho la comida, como el wombat, o incluso pueden volver a tragar las heces blandas.
Como ocurre en los monotremas, el recto y el aparato urogenital se abren conjuntamente en una cloaca común. Los marsupiales son vivíparos, pero el sistema reproductor es bastante diferente al de los placentarios. El huevo tiene bastante vitelo, tiene "clara" y está cubierto por una membrana; el útero secreta una "leche" que es absorbida por el saco vitelino y en la mayoría de los marsupiales falta por completo cualquier esbozo de placenta; en algunas especies (Dasyurus) existe una falsa placenta, una zona de contacto entre la pared vascularizada del saco vitelino y la pared del útero.
Las hembras tienen tres vaginas, dos laterales y una central, las vaginas laterales, se emplean en la fecundación y por la vagina central nacen las crias. Los machos marsupiales tienen el pene normalmente bifurcado, para dirigir el esperma a las vaginas laterales.
Los embriones nacen en una fase muy precoz de su desarrollo y se arrastran sobre una línea de saliva que la madre deposita con la lengua entre la cloaca y la bolsa marsupial; una vez alcanzado el marsupio se fijan a los pezones y permanecen en la bolsa durante largo tiempo.
En los mamíferos marsupiales, en el interior de la madre solo se produce el desarrollo embrionario y no el fetal (como ocurre en los mamíferos placentarios). Al poco tiempo de la fecundación, la cría nace de la vagina de la madre. La cría es de carne rosada y del tamaño de una alubia, está desprovista de ojos y oído, y debe encontrar el camino desde la vagina hasta el marsupio. Para ello sigue el rastro de saliva dejado por su madre tras lamer con la lengua este recorrido. En tres minutos la cría llega al marsupio, donde completará su desarrollo. El marsupio es una bolsa que tiene la hembra en la parte ventral y que cubre también los pezones. La cría en el marsupio se agarra a un pezón y durante meses su único alimento será la leche materna.
Después de unos ocho meses en la bolsa, el pequeño canguro ya está suficientemente desarrollado y puede vivir de forma independiente. Durante una temporada seguirá tomando leche materna y poco a poco empezará a alimentarse de hierba.
Los primeros colonos que llegaron a Austalia trajeron algunos depredadores como el zorro rojo, perros y gatos domésticos, los cuales extinguieron algunas especies del lugar.Como los canguros se quedaron sin estos competidores se incrementó su número hasta convertirse en plaga.
Actualmente la población del canguro rojo y gris (oriental y occidental) es tan elevada que en 2001 había mas de 50 millones de individuos , que la caza de esta especie esta permitida pero de forma controlada.
El canguro rojo y el canguro gris oriental y occidental son las especies más abundantes y comprenden el 90% de la caza comercial.
La caza de estas especies tan abundantes se puede considerar como una industria ecológica y contribuye al mantenimiento del medio ambiente australiano
Ubicación de los marsupiales.
El koala se distribuye por el este de Australia. El canguro arborícola se encuentra en Nueva Guinea y el canguro gris en el sur de Australia.
Canguro recién nacido en el marsupio de su madre
Feto de mamífero placentario en el interior del útero materno.
Mamá y bebé Koala se abrazan tras ser rescatados de los incendios de Australia. Los dos koalas se abrazan tras ser rescatados de los incendios que están arrasando Australia y de nuevo la imagen de unos animales refleja que ellos también sienten afecto y amor familiar
KOALA (Phascolarctos cinereus)
Familia: Phascolarctidae
Orden: Diprotodontia
Estado: En peligro
Descripción: Es un marsupial arborícola y herbívoro. Está perfectamente adaptado a la vida de los árboles, pero a diferencia de otros marsupiales no tiene cola. Los brazos y piernas son de la misma longitud y las garras están especialmente adaptadas para trepar.
Hábitat: Bosques de eucaliptos de Oceanía.
Costumbres: Es mayoritariamente nocturno y pasa entre 18 y 20 horas al día durmiendo o descansando. Permanece en inactividad debido a su bajo metabolismo, que es un mecanismo adaptativo para vivir con una dieta baja en nutrientes.
Conservación: En su estado natural, el koala sufre una serie de peligros, por ejemplo, la destrucción de su hábitat y otras amenazas asociadas al ser humano, como los atropellos por automóviles, los ataques de los perros y algunas enfermedades. La continuidad de esta especie depende del mantenimiento de su hábitat, gran parte de él utilizado por asentamientos humanos.