Es un mamífero herbívoro acuático que de adulto puede pesar hasta unos 700 kg. En la actualidad hay tres especies de manatíes en el mundo: el manatí antillano o del Caribe, el manatí amazónico y el africano. Son apacibles herbívoros que pasan la mayor parte de su tiempo buscando e ingiriendo las plantas ribereñas y del lecho marino de aguas poco profundas. Su único depredador orcas podrían atacar a los triquéquidos o manatíes, puesto que estos, por ser grandes, lentos y gordos, parecen una presa ideal para estos depredadores; sin embargo, debido a la distribución de los triquéquidos, que principalmente se da en aguas costeras y de relativa baja profundidad (y frecuentemente en aguas dulces) de los trópicos, en donde las orcas aparecen en raras ocasiones, se cree que los triquéquidos escapan de su depredación.
La palabra "manatí" en la lengua indígena caribeña, significa "con mamas". Su nombre científico proviene del vocablo latino Trichechus, que hace referencia a los pequeños pelos o cerdas esparcidas sobre su cuerpo, y manatus proviene del vocablo griego μανάτος (manatos), que se refiere a la característica común de los mamíferos de amamantar a sus crías.
Otros nombres son tlakamichin, del náhuatl tlaka (hombre) y michin (pez) y awakash (vaca de agua) en náhuat.
La longitud del cuerpo alcanza entre 4 y 5,6-6 m, y el peso oscila entre 300 y 500 kg. El cuerpo es gris con intersticios rosados. Se distinguen de los dugongos por tener una cola aplanada horizontalmente en forma de espátula, en vez de forma de media luna.
Los manatíes son herbívoros, y se alimentan de unos 60 tipos diferentes de plantas, como hojas de mangle o algas. Para ello usan el labio superior, que está dividido. Un manatí adulto puede comer normalmente hasta un 9 % de su peso (unos 50 kg) al día. Los manatíes antillanos también comen peces de las redes.
Cada 2 a 5 años la hembra da a luz una cría, la cual al nacer pesa 35 kg en promedio, y mide de 90 a 120 cm de largo. La cría depende totalmente de su madre y permanece con ella por lo menos dos años. Solamente la hembra se encarga de cuidar la cría, dándole leche hasta que sus dientes estén bien formados para comer alimentos duros. Son adultos a los cuatro años y pueden vivir hasta los 80. Su reproducción es sexual con fecundación interna.
Las principales características de orden de los sirénidos son:
MANATÍ DEL CARIBE (Trichechus manatus)
Estado: Vulnerable. Apéndice I
Descripción: Suele ser de color gris, pero también se encuentran algunos de color café. Su nombre científico, Trichechus, hace referencia a sus tres uñas. Su cuerpo es grande y cilíndrico, casi sin pelo y con piel gruesa y dura. Las patas delanteras se han transformado en aletas y la cola se ha aplastado formando una aleta que le ayuda a zambullirse.
Hábitat: Las costas y las desembocaduras de los ríos, donde haya abundante vegetación acuática a menos de cinco metros de profundidad. Generalmente, los manatíes evitan los lugares con temperaturas inferiores a los 20 °C.
Tipo de alimentación: Puede llegar a comer hasta 80 kg de plantas diariamente. Se alimenta de plantas acuáticas, muchas de las cuales se han provisto a lo largo de su evolución de mecanismos protectores antiherbívoros, reduciendo su digestibilidad y su valor nutritivo. También pueden comer algas, pero no es lo habitual.
Reproducción y cría: La capacidad de reproducción es relativamente baja si se compara con la de otros mamíferos. La hembra puede dar a luz cada dos o cinco años. El período de gestación es de 13 meses, uno de los más largos de entre todos los animales. La cría al nacer pesa unos 30 kg y puede medir unos 15 m de largo. La cría permanece hasta dos años con la madre, quien la alimenta con leche hasta que tiene los dientes formados y, por tanto, capacidad para comer por ella misma.
Costumbres: Es apacible y pasa sus días pastando con tranquilidad en aguas poco profundas, por lo que se lo conoce como «vaca marina». Se desplaza completamente sumergido, pero puede sacar hasta medio cuerpo fuera del agua para alimentarse de la vegetación de las orillas apoyándose con sus aletas frontales.
El período de madurez dura de cuatro a seis años y aparentemente pueden llegar a vivir hasta 60 años.
El manatí, que habita en los ríos de la Amazonia, es un mamífero que corre un serio peligro de extinción, según un informe elaborado por el Centro de Mamíferos Acuáticos de Brasil. En el último censo realizado por los ríos amazónicos y por el norte del litoral atlántico del país, solo se pudieron contabilizar 400 manatíes.
Hay varios motivos que ocasionan la muerte de este animal: la alta velocidad de las embarcaciones que circulan por los ríos, las construcciones humanas cerca de las costas, los productos de desecho y basuras que se vierten directamente a los ríos y la caza indiscriminada de los pescadores. El manatí, que puede llegar a pesar hasta 300 kilos, es muy apreciado por su carne roja, su piel y su grasa. Para evitar esta caza está en marcha un plan para «salvar al manatí», en el que se ofrece a los pescadores otra forma alternativa de ganarse la vida, como, por ejemplo, proyectos de desarrollo turístico.
Los manatíes han sido cazados, principalmente por su carne y su grasa, aunque en la actualidad sus especies están protegidas.
El manatí del Caribe es una especie en peligro de extinción. La expansión humana ha reducido su hábitat natural en muchas áreas. La Reserva del manatí, en Río Dulce, Guatemala, es tal vez uno de sus últimos santuarios. Los manatíes ingieren sustancias tóxicas o metálicas mezcladas con los vegetales. La cacería indiscriminada redujo drásticamente la población y muchos manatíes han sido heridos por los botes de motor.
En el caso del manatí de Florida, debido a su distribución por encima de la línea del Trópico de Cáncer, se congregan con frecuencia cerca de fuentes artificiales de calor, como las plantas de energía atómica. Cuando hacen esto, dejan de migrar y se vuelven dependientes de esa fuente artificial de calor. Ante el cierre o traslado de algunas fuentes de calor artificial, se necesita calentar las aguas para evitar la desaparición de esas poblaciones de manatíes.
El 15 de julio de 2014, el manatí fue declarado símbolo nacional de la fauna marina costarricense por el congreso de ese país, con el fin de incentivar su conservación. Esta declaratoria fue iniciativa de un grupo de estudiantes de la escuela Barrio Limoncito, en la provincia de Limón.
El 23 de julio del 2019, el Gobernador de Tabasco, Adan Augusto Lopez Hernández, declaró Jonuta, en Tabasco,México, como santuario del manatí, uno los pocos lugares en los que esta especie estaría protegida.
El manatí amazónico se encuentra en el río Amazonas y en otros ríos de Guyana y Brasil.El manatí africano vive en áreas costeras, ríos y arroyos de África occidental. El dugongo se distribuye por las costas del este de África por el oeste, sur y sudeste de Asia, en Australia y en las islas del Pacífico. El manatí del Caribe sé encuentra distribuido desde el SE de Estados Unidos hasta el NE de Sudamérica y el Caribe.