La Tierra se encuentra a 150 millones de kilómetros de distancia del Sol, nuestra estrella, que es el origen de toda la energía necesaria para la existencia de vida. Esta energía nos llega en forma de luz y calor.
Pero el valor de la temperatura en nuestro planeta varía mucho en función de la estación y de la latitud en que nos encontremos. Así, las temperaturas extremas observadas en la Tierra han sido de 58 °C en el desierto de Libia, como máxima, y como mínima, —88,3 °C en la Antártida.
Pero estas condiciones no se dan en todo el Sistema Solar. Los planetas más cercanos al Sol alcanzan temperaturas muy altas cuando los rayos inciden sobre ellos, mientras que los más alejados presentan temperaturas extremadamente bajas
La atmósfera influye de manera decisiva en la existencia de vida en la Tierra.
Las funciones de la atmósfera relacionadas con la vida son tres: actúa como filtro de radiaciones perjudiciales, regula la temperatura del planeta y contiene los gases necesarios
Esquema de la distribución de la radiación solar recibida en el planeta. Una gran parte de la energía se pierde , reflejada y absorbida por la atmosféra.