Los organismos plantónicos son aquellos que se encuentran suspendidos en masas de agua y se mueven pasivamente con las corrientes marinas. El plancton puede estar formado por algas: fitoplancton, o por protozoos, pequeños animales y larvas de otros mayores: zooplancton.
Las adaptaciones más frecuentes son:
El plancton puede clasificar de varias formas. Según su alimentación se distinguen estos tipos de plancton:
La mayoría de los organismos del plancton tienen un tamaño microscópico y, por tanto, la unidad de medida utilizada es la micra (milésima parte de un milímetro). El tamaño medio oscila entre las 60 micras y el milímetro. En este sentido, los distintos tipo de plancton que existen son:
Además, los organismos plantónicos presentan formas corporales diversas que responden a las necesidades del medio en el que viven como la flotabilidad o la viscosidad del agua. De entre las estrategias o adaptaciones que han promovido para flotar en el agua se encuentra aumentar la superficie corporal, incorporar gotitas de grasa en el citoplasma y desprenderse de corazas, mudas y otras estructuras. Sin embargo, hay algunos organismos que tienen una pequeña capacidad natatoria gracias a flagelos y otros apéndices locomotores como los copépodos. La viscosidad del agua cambia con la temperatura, siendo mayor en zonas cálidas y esto afecta a la flotabilidad de los individuos. Algunas diatomeas han desarrollado ciclomorfosis, es decir, la capacidad de desarrollar diferentes formas corporales en verano (concha larga y ancha con extremos puntiagudos) y en invierno (concha corta y obtusa).
Los organismos bentónicos son aquellos que viven en el fondo o en una estrecha relación con él.
Se adaptan a este medio de diversas maneras:
Victor Hensen fue el primer científico en utilizar el término plancton en 1887 para referirse al conjunto de organismos que flotaban a merced de los movimientos del mar. Por ello, eligió una palabra que los describía tan acertadamente, pues plancton significa “errante” o “vagabundo”.
En ecología se llama (del griego βένθος/benthos, "fondo marino") a la comunidad formada por los organismos que habitan el fondo de los ecosistemas acuáticos. El bentos se distingue del plancton y del necton, formados por organismos que habitan en la columna de agua. El adjetivo que deriva de bentos es bentónico. Allí donde la luz alcanza el fondo, lo que depende de la profundidad y de la transparencia del medio, la comunidad incluye productores primarios fotosintetizadores. En el medio afótico (sin luz) de los fondos más profundos, todos los organismos son consumidores, dependiendo el conjunto de los restos orgánicos y microorganismos que la gravedad arrastra desde niveles más superficiales.
El nombre de necton se aplica al conjunto de los organismos que nadan activamente en las áreas acuáticas. El concepto se aplica por igual tanto a los sistemas de agua dulce como a los oceánicos.
El concepto contrasta con otros alternativos como plancton (organismos que viven en suspensión y se trasladan pasivamente), bentos (organismos que viven en el fondo, ya sean móviles o inmóviles), o neuston (organismos que viven en la interfase agua/aire).
No se consideran parte del necton, sino del plancton, los numerosos organismos microscópicos o casi microscópicos que son capaces de un movimiento autónomo, pero cuyo desplazamiento viene determinado más por la corriente del agua que los envuelve que por su propia actividad. Para sustraerse a esa dependencia un organismo debe ser suficientemente grande (del orden de 1 cm al menos) y nadar activamente, lo que sólo es cierto entre los animales. En los océanos los componentes más significativos del necton son los peces y los calamares. También encajan en el concepto los vertebrados tetrápodos secundariamente adaptados a la vida acuática, como los cetáceos o los cocodrilos.
Adaptaciones de los animales
Adaptaciones de las plantas y de las algas
Los peces presentan formas distintas de acuerdo a su tipo de natación