La Antártida se descubrió después que el Ártico, por eso su nombre Antártida, anti-ártico, se debe a su localización, justo al otro extremo del Ártico.
Fauna en el ártico
Uno de los animales que más representa a la fauna ártica es el Oso polar. Mucha gente tan sólo puede mencionar unas cuantas especies que forman parte de la región ártica, pero podría sorprenderles el hecho de saber que existe una gran variedad de vida animal, tanto acuática como terrestre.
Existen alrededor de 130 especies de mamíferos, 280 especies de aves, 3,000 especies de insectos, 450 especies de peces y algunos reptiles y anfibios. La fauna marina también está conformada por algas, krill, zooplancton y microorganismos que son indispensables para la supervivencia de todas las demás especies, incluso, de las más grandes como las ballenas.
La fauna ártica se caracteriza por tener especies endémicas, en esta región se encuentran pocas especies de animales y casi no se encuentran especies de plantas; debido al intenso frío los animales que habitan esta región deben adaptarse y protegerse con a capa de grasa debajo de su piel.
La mayoría de los mamíferos terrestres tienen un pelaje blanco que utilizan para camuflarse, protegerse o atacar a sus presas. Encontramos animales como: oso polar, renos, zorro ártico, buey almizclero, lobo ártico, liebre ártica y el búho nival.
Se encuentran pocas aves, la mayoría en las tundras canadienses. En invierno las pocas aves que se encuentran escasean ya que la mayoría de estas migran al sur en busca de un lugar cálido, con la excepción del charrán ártico que migra entre el Ártico y el Ántártico cada año.
En los animales acuáticos encontramos en su mayoría peces pequeños, además de ballenas, focas, delfines.
Entre los animales herbívoros que conforman la tundra del Ártico incluyen liebre, lemming, buey almizclero y caribú. Son depredados por el zorro ártico y el lobo. El oso polar también es un depredador, aunque prefiere cazar la vida marina desde el hielo.
También hay muchas aves y especies marinas endémicas de las regiones más frías. Otras tierras incluyen los animales glotones, ermines, lemmings, y ardillas terrestres del Ártico. Entre los mamíferos marinos se encuentran las focas, morsas, y varias especies de cetáceos - ballenas barbadas y también narvales y belugas.
Fauna en la antártida
El habitante más eminente de la Antártida es el pingüino, un pájaro incapaz de volar que vive en las costas y en los océanos alrededor de la Antártida. Se reproduce en las superficies de hielo o tierra de la costa. Los más típicos son el pingüino de Adelia y el pingüino emperador.
El pingüino emperador es el único pingüino que se alimenta en la Antártida durante el invierno, mientras que el adelaida es capaz de hacer lo propio más al sur que ningún otro.
Por su parte, el pingüino de penacho amarillo tiene unas distintiva plumas alrededor de los ojos, y es el más pequeño de todos los crestados. Otros pingüinos que obtienen alimento en el continente son el pingüino rey, el barbijo o el gentú.
Además, un gran número de ballenas se alimentan de la rica fauna marina, principalmente de krill.
Muy pocos son los vertebrados terrestres que viven en la Antártida y aquellos que sí lo hacen se encuentran únicamente en las islas subantárticas. Entre las especies de invertebrados que nos podemos encontrar se hallan los seres microscópicos, a destacar el Alaskozetes antarcticus, piojos, nematodos, tardígrados, rotíferos, kril y colémbolos, como el Cryptopygus antarcticus.
El Belgica antarctica, un nematócero no volador que puede medir hasta 6 mm, es el animal meramente terrestre más grande de la Antártida.
Por su parte, el petrel níveo es una de las tres únicas aves que se alimentan exclusivamente en el continente.
Algunas especies de animales marinos dependen, directa o indirectamente, del Fitoplancton. Entre la vida marina antártica se incluyen pingüinos, ballenas azules, orcas, calamares o pinnípedos.
Flora en el ártico
Aunque parezca un lugar uniformemente blanco y desolado, lo cierto es que esta parte de la tierra es hogar de cerca de 3,000 especies de flora, siendo 96 de ellas totalmente endémicas. Esto quiere decir que el Ártico representa una parte muy importante para el equilibrio natural de nuestro planeta.
La vegetación es mayormente visible en los meses de verano, cuando el hielo se derrite y los mares se vuelven líquidos. Musgos y líquenes de menos de 10 cm de altura, agregan un poco de color al panorama ártico.
Cada una de las especies que habitan el Ártico son importantes para mantener un equilibrio ecológico. La cadena alimenticia es un ciclo natural e indispensable para conservar a las poblaciones en balance. La falta de una especie representa una fuente de alimento menos para otro animal, por lo que tendría que buscar otros medios para subsistir y adaptarse a otra rutina de vida, algo que no todos pueden lograr.
Flora en la Antártida
Las pocas plantas que sobreviven están restringidas a pequeñas áreas sin hielo. No hay árboles y la vegetación está limitada a líquenes, musgos y algas.
Los bosques pérmicos comenzaron a cubrir el continente hace alrededor de 298 millones de años, mientras que las tundras se extendieron como mucho hace solo 15 millones. Sin embargo, el actual clima de la Antártida —junto a la escasa calidad del suelo, y ausencia de humedad y luz constante— hace que sea prácticamente imposible que se desarrollen formas de vida vegetales. En consecuencia, la diversidad de plantas en el territorio es muy escasa y su distribución muy limitada. En su mayoría, la flora está compuesta por briofitas, como por ejemplo las aproximadamente cien especies de musgos. Por otro lado, las hepaticofitas forman alrededor de 25 especies, mientras que solo hay constancia de la existencia de tres de plantas vasculares, que están asentadas mayoritariamente en la península antártica: Deschampsia antarctica (hierba pilosa antártica), Colobanthus quitensis (clavel antártico) y la no nativa Poa annua (poa anual).
Por otra parte, se han registrado alrededor de 1150 especies de hongos, que se dividen entre 750 que no tienen forma de liquen y 400 que sí.
Asimismo, muchos de ellos son cryptoendolitos, debido a la evolución de las especies bajo condiciones extremas, que han contribuido significativamente a moldear las formaciones rocosas de los valles secos de McMurdo y las crestas colindantes. La morfología aparentemente simple, con escasas diferencias estructurales, las enzimas y sistemas metabólicos en funcionamiento a temperaturas bajas, y los reducidos ciclos de vida mostrados por cada hongo hacen que sean particularmente aptos para ambientes con condiciones climáticas severas como es el caso de McMurdo. En concreto, sus gruesas paredes y células repletas de melanina los hacen resistentes a la radiación ultravioleta. Esas características pueden ser observadas también en algas y cianobacterias, y sugieren que se trata de adaptaciones a las condiciones dominantes en la Antártida. Toda esta situación ha llevado a la especulación de que si en Marte ha habido vida alguna vez, esta hubiese sido similar a la de los hongos antárticos. Por otro lado, algunos estudios apuntan que existen organismos de este tipo endémicos del continente.
Clima en el ártico
El clima del Ártico no es el mismo de hace algunas décadas. Factores como el cambio climático han originado que el hielo se derrita a mayor velocidad y las temperaturas sean más cálidas, poniendo en peligro a los seres vivos que están adaptados completamente a estas condiciones y que por lo tanto, necesitan bajas temperaturas para sobrevivir.
Los meses de invierno se consideran muy fríos, pues a mediados de dicha estación las temperaturas pueden descender a – 45° C, pero la mínima registrada ha sido de -68° C.
En las temporadas de verano, que duran de seis a diez semanas, las condiciones son distintas. Durante esta etapa ocurre un fenómeno denominado Sol de medianoche o Día polar, en el cual la luz solar se mantiene durante 24 horas o un poco más. Esto provoca el derretimiento de los mares congelados, la aparición de vida vegetal y la ruptura de icebergs, que flotan de norte a sur y modifica por completo el aspecto del paisaje ártico.
Clima en la Antártida
La Antártida es el continente más frío de la Tierra y es ahí donde se registró la temperatura más baja desde que hay datos (-89.2 ºC) el 21 de julio de 1983, en la base rusa —en aquel entonces soviética— de Vostok. Esta temperatura superó el récord de la anterior registrada el 24 de agosto de 1960, con un valor de -88.3 °C.
Por comparar, el registro más extremo con el que contamos es -10.7 °C más frío que la sublimación del hielo seco a una atmósfera de presión parcial aunque, dado que el CO2 solo compone el 0.039 % del aire, serían necesarias temperaturas inferiores a -140 °C para provocar nieve de hielo seco en la Antártida.
Hay que mencionar que en 2010 mediante satélite se registró una temperatura más baja todavía, de -135.8 ºF (≃-93.22 °C); sin embargo, esta pudo haber sido influenciada por las temperaturas del suelo y no se registró a 7 pies (≃2.13 m) sobre la superficie, tal y como se requiere para mantenerse en los registros oficiales.75 En 2018 se registraron - 98°C. En términos generales, el continente es un vasto desierto helado con escasas precipitaciones; de media, en el polo sur solo se registran 10 mm. Las mínimas suelen ser de alrededor de 80 °C bajo cero en el interior durante el invierno,mientras que las máximas suelen estar alrededor de los cero grados en la costa durante el verano. Asimismo, las quemaduras de sol son habituales en esta zona debido a que la superficie de nieve refleja los rayos ultravioleta que llegan desde la estrella. De hecho, la irradiancia solar es mucho mayor aquí que en el ecuador, ya que en algunos momentos del año hay períodos con el cielo totalmente despejado y luz continua —y otros de completa oscuridad—, lo que provoca climas a los que el ser humano no está acostumbrado a experimentar en la mayoría de partes del mundo.
El oso polar u oso blanco (Ursus maritimus) es una especie de mamífero carnívoro de la familia de los osos , es junto con su pariente, el oso Kodiak , uno de los carnívoros terrestres más grandes de la Tierra.3 Vive en el medio polar y zonas heladas del hemisferio norte. Es el único superdepredador del Ártico.
El pingüino de Adelia (Pygoscelis adeliae) es, junto con el pingüino emperador, una de las dos únicas especies de pingüinos que viven en el continente antártico, propiamente. Esta especie es común a lo largo de toda la costa antártica e islas cercanas. En 1830, el explorador francés Dumont D'Urville lo bautizó en honor a su esposa, Adélie. La isla Ross alberga una colonia de aproximadamente medio millón de pingüinos de Adelia.
El pingüino emperador (Aptenodytes forsteri) es una especie de ave esfenisciforme de la familia Spheniscidae, esta especie, endémica de la Antártida, es la de mayor tamaño y peso de todos los pingüinos; el macho y la hembra son similares en plumaje y tamaño, pueden superar los 120 cm de altura y pesan entre 20 y 45 kg.
El kril se encuentra en todos los océanos del mundo, aunque muchas especies individuales tienen una distribución endémica o nerítica una especie que solo tiene distribución nerítica es Euphausia crystallorophias, endémica de la costa antártica.
El krill es un crustáceo marino pequeño que se alimenta de algas. A su vez, es la base de casi toda la cadena alimentaria de la población antártica de pingüinos, focas y ballenas.
La investigación científica se profundizo luego de la firma del Tratado Antártico Argentino que permitió la exploración en el continente blanco.