En esta materia, se firmaron tratados de extradición y comercio con numerosos países , también soluciono problemas limítrofes con Chile y Brasil .
El gobierno de Roca firmó tratados de extradición y comercio con numerosos países. La cuestión de límites con Chile, que periódicamente agitaba la opinión y llegó en los primeros tiempos del gobierno de Roca a la supresión de las respectivas legaciones, fue suavizada por procedimientos diplomáticos con intervención de los ministros plenipotenciarios de Estados Unidos, de la Argentina y de Chile; en julio de 1881 se firmó en Buenos Aires un tratado que lleva la firma e su gestor principal, el doctor Bernardo de Irigoyen, ministro de relaciones exteriores, y la del cónsul general de Chile, Francisco de Borja Echeverría, canjeado en Santiago de Chile con la intervención del canciller chilena Juan Manuel Balmaceda y el cónsul argentino con atribuciones plenipotenciarias, Agustín Arroyo. Ese tratado fijó los límites entre ambos países, tomando como referencia la línea de las más altas cumbres de la cordillera de los Andes, de norte a sur hasta el paralelo 52 de latitud; se señaló el límite de la parte austral hasta el estrecho de Magallanes y se declaró neutral a perpetuidad el Estrecho; se delimitó Tierra del Fuego y se sentó el principio de que toda disputa futura entre las partes por motivos de límites sería sometida al fallo de una potencia amiga.
El ministro plenipotenciario chileno Francisco de Borja Echeverría, el cónsul general de Chile en Buenos Aires y el canciller Bernardo de Irigoyen firmaron el tratado el 23 de julio de 1881 el tratado de límites por que se establecía la cordillera de los Andes de norte a sur hasta el paralelo 52 de latitud como el límite entre la Argentina y Chile.
En su mensaje al Congreso de 1883 pudo anunciar Roca:
"La cuestión de límites con la República de Chile que tanto preocupó los ánimos y que había pasado por variadas y peligrosas alternativas, quedó amistosamente terminada, como vosotros lo sabéis, y nuestras relaciones con aquella nación descansan ahora en la más completa armonía. Pero no debo traer a vuestra memoria, de tanta importancia para nuestro país y de trascendencia para parte de América del Sur, sin recordarles los nombres de los designados ministros plenipotenciarios del gobierno los Estados Unidos en Chile y la República Argentina. Sabeis, en efecto, que la cuestión estaba en una situación difícil cuando los señores generales Osborne interpusieron su influencia para abrir nuevas negociaciones y continuaron prestándola con toda deferencia hasta que el asunto quedó terminado".
La gestión de los Osborne duró siete meses y contribuyó eficazmente a allanar obstáculos y a limar asperezas.
También halló solución amistosa la cuestión de los límites con el Brasil en las antiguas Misiones; en setiembre de 1885 se firmó un tratado que facilita el reconocimiento del territorio en litigio entre los dos países. Con los elementos reunidos en virtud de ese tratado, las cancillerías declararon el propósito de celebrar otro, definitivo, perpetuo, "que ningún acontecimiento de paz o de guerra podrá anular o suspender". En las negociaciones con el Brasil le tocó intervenir a Francisco J. Ortiz, nuevo ministro de relaciones exteriores. Ese paso precedió al tratado definitivo de 1889, que estableció el arbitraje del presidente Cleveland, de los Estados Unidos.