El ejército realista de Joaquín de la Pezuela se replegó al norte abandonando Salta , Jujuy y Tarija al conocer la caída de Montevideo por las tropas de Alvear.
Joaquín de la Pezuela trasladado su cuartel general a Santiago de Cotagaita, y destaco una división al mando de Juan Ramírez Orozco para sofocar la rebelión del Cusco, que era dirigida por los hermanos Angulo.
Los patriotas aprovecharon la inactividad de la vanguardia realista, y Rondeau mando a la vanguardia patriota al mando de Güemes hasta Humahuaca en donde estableció un batallón en Yavi en diciembre de 1814.
Ante estos hechos Pezuela reaccionó en enero de 1815 enviando al coronel Pedro Antonio Olañeta con los batallones de Cazadores y Partidarios, un escuadrón y dos piezas de artillería en busca de Güemes; pero este evacuó Yavi en dirección a Humahuaca el 25 de enero, al mismo tiempo, dos escuadrones realistas ocuparon Tarija y un intento de sublevación de las tropas acantonadas en Jujuy y Humahuaca, formadas por soldados rendidos en Montevideo, fue abortado antes de que estallara.
En momentos en que las tropas se preparaban para iniciar la tercera campaña al Alto Perú, el general Carlos María de Alvear fue designado para reemplazante de Rondeau. Los oficiales del Ejército del Norte se sublevaron; le comunicaron a Rondeau que iban a acatar sus órdenes pero no las de Alvear, y lo instaron a iniciar la campaña. Rondeau no castigó esa sublevación, demostrando que estaba detrás de la misma, y ordenó el comienzo de la operación, que comenzó en enero de 1815.
Joaquín de la Pezuela fue nombrado comandante del ejército realista, sucediendo a José Manuel de Goyeneche después de las derrotas que sufriera este al mando del Ejército realista del Alto Perú contra el Ejército del Norte de las Provincias Unidas del Río de la Plata en las batallas de Tucumán y Salta, comandada por el general patriota Manuel Belgrano,