A los hombres que dirigían al general Lavalle no se les ocultaba que su actuación sublevaba formidables resistencias en el interior del país. Cuando bajó a Buenos Aires la 2º división del ejército contra el Brasil, al mando del general José María Paz, resolvieron abatir esas resistencias con medidas tan radicales como la que acababan de iniciar aconsejando el fusilamiento del primer magistrado de la Nación.
En los últimos días de diciembre de 1828, después del fusilamiento de Dorrego, el general José María Paz regresó a Buenos Aires con los últimos cuerpos del ejército de la Guerra del Brasil; en su mayor parte, se trataba de tropas y oficiales de las provincias del interior. Lavalle nombró a Paz su ministro de guerra, con la esperanza de que le ayudara en su guerra contra López y Rosas; pero Paz tenía otros planes.
"Mi querido Lavalle: He recibido su apreciable del 4 y las copias inclusas que he mostrado a Díaz Vélez. Estoy en mi opinión de que lo que quiere López es ganar tiempo y entretener sus pocas ganas de pelear... Ayer hemos tenido noticias de Córdoba por unos pasajeros que han venido. Bustos está fulo de miedo; ha suspendido sus preparativos hostiles más por efecto del aturdimiento que le causó la muerte de Dorrego que porque se crea más seguro... Concluya Vd., amigo, y demos esta última mano a la obra que principió el 1º de diciembre"...
En el transcurso de las guerras civiles argentinas, hubo varias oportunidades en que el centralismo se enfrentó al federalismo en las provincias del "Interior", esto es, las que no tenían salida al mar ni a los grandes ríos. En tres de ellas, los nombres que se dan generalmente a los partidos beligerantes eran partido unitario y partido federal. La segunda de estas guerras ocurrió entre 1828 y 1831, y los bandos enfrentados se alineaban en la Liga del Interior y las provincias firmantes del Pacto Federal.
Juzgaba Paz que la muerte de Dorrego garantizaba el triunfo y deseaba completar la obra iniciada organizando en el interior gobiernos que no respondieran a la tendencia del gobernador muerto.
El 23 de enero escribió nuevamente a Lavalle: "Ayer en pocas horas se aprestó y salió a las órdenes de Estomba toda la fuerza disponible... Algo me habla Vd. de la organización nacional que no cree por lo pronto oportuna. Yo convengo con Vd. y me parece que hemos hablado sobre esto; si en algo pueden discordar nuestras opiniones acaso sea en el más o menos tiempo. Pero esto no es cosa que por ahora deba ocuparnos; acabe Vd. con su obra que por cualquier lado que se la mire, ella habrá allanado los obstáculos para levantar el edificio. Esta es ahora nuestra misión. Llenémosla, amigo, con constancia, que luego trataremos y estoy seguro que nos acordaremos en el resto".
Paz se trasladó con su división hasta San Nicolás de los Arroyos y, tras una conferencia con Lavalle en "Los Desmochados", el 3 de abril, continuó su camino hacia Córdoba, su provincia natal. En su camino ordenó tener especial cuidado en no molestar a los habitantes de la provincia de Santa Fe, de modo que no fue incomodado por Estanislao López.