Juan D. Perón no ocupó ningún cargo del gobierno de Rawson ni inicialmente en el de Ramirez. El 27 de octubre de 1943, asumió como Jefe del Departamento Nacional de Trabajo, en ese entonces un pequeño organismo del Estado de escasa importancia política.
Perón se desempeñó como secretario privado del general Edelmiro Farrell quien había quedado a cargo del Ministerio de Guerra desde el 4 de junio de 1943.
Hábil y metódicamente, el coronel Perón había ido concentrando el poder revolucionario efectivo y decisivo: fue ministro de guerra cuando el general Farrell fue designado presidente de la República, era secretario de trabajo y previsión, presidente del Consejo de economía de posguerra y no tardó en llegar a la vicepresidencia de la República. Aparece así el verdadero heredero del golpe de Estado del 4 de junio de 1943.
Se inicia con la destitución de Ramírez y la asunción del mando supremo por el general Farrell, un nuevo capítulo de la Argentina militar que comenzó en septiembre de 1930. Por su talento y su habilidad política, por su capacidad para las decisiones rápidas, por su influjo sobre una nueva fuerza politico social numerosa, la del sindicato obrero, el nuevo capítulo de la historia argentina lleva el nombre de Juan Domingo Perón y se puede calificar como era del peronismo. Nuestro relato termina al perfilarse ese nuevo horizonte, pero ya en el curso de la presidencia de Farrell, la personalidad del coronel Perón es la dominante. Logró deshacerse del núcleo enemigo que se había formado en torno del general Perlinger, ministro del interior, y logró vencer frente al manifiesto firmado por dieciséis generales y elevado a Farrell el 22 de marzo, pidiendo la convocatoria a elecciones, de conformidad con las leyes existentes, lo antes posible y el retiro del ejército al cumplimiento de su misión específica. Entre los firmantes figuraban Manuel Calderón, Adolfo S. Espíndola, Juan Tonazzi, Manuel Savio, Angel María Zuloaga, Víctor Majó, Elbio C. Anaya, Horacio García Tuñón, Julio Sarmiento, Jorge Man-ni, Pablo Dávila, Baldomero de Biedma, Arturo Rawson, Santos V. Rossi, Eduardo López y Ricardo Miró.
Algunos de ellos habían sido promovidos al generalato después del 4 de junio de 1943, otros eran más antiguos en esa jerarquía. Representaban diversas corrientes, desde la liberal a la nacionalista, desde las pro aliadas a las pro germanas. De ellos dijo Perón en una reunión de unos doscientos oficiales en Campo de mayo que eran unos ancianos en los años de declinación de su vida y que no sabían lo que querían.
Diecisiete coroneles amigos de Perón fueron promovidos al generalato el 6 de abril con la aprobación del presidente.
Hizo algunos intentos por atraer al partido radical, y se dijo que se había ofrecido al Dr. Amadeo Sabattini el ministerio del interior; como no hallase el eco esperado, puso el acento principal de su fuerza en la representación del movimiento sindical, que no tardó en constituir una fuerza que jamás había tenido hasta entonces.
Fue un decenio intenso en acontecimientos y en experiencias que merece ser estudiado desapasionadamente para que quede en el recuerdo como realidad y no como pasión de parte, favorable o desfavorable.
Farrell y Perón en 1945 , dos de las figuras de la Revolución del 43 en la Plaza de Mayo . Perón fue ascendiendo desde no figurar en el gobierno de Rawson y llegar a una oscura secretaría de trabajo en elñ gobierno de Ramirez a la vicepresidencioa en el de Farrell