Mendoza, 24 de mayo de 1816
..."Cuidado, que yo no escribo más que para mi amigo. Si yo fuese diputado, me aventuraría a hacer al Congreso las siguientes observaciones:...
...Soberano Señor; un americano republicano por principios e inclinación, pero que sacrifica esto mismo por el bien de su suelo, hace al Congreso presente:
1°: Los americanos Provincias Unidas no han tenido otro objeto en su revolución que la emancipación de la mano de hierro español, y pertenecer a una Nación.
2°: ¿Podremos constituirnos república sin una oposición formal del Brasil, sin artes, ciencias, agricultura, población y con una extensión de territorio que con más propiedad pueden llamarse desiertas?
3°: ¿Si por la educación recibida, no repugna a mucha parte de los partidos, un sistema de gobierno puramente popular , persuadiéndose si tiene éste una tendencia a destruir nuestra religión?
4°: ¿Si en el fermento horrendo de nuestras pasiones existentes - choques de partidos indestructibles, y mezquinas rivalidades, no solamente provinciales, sino de pueblo a pueblo - podemos constituirnos nación?
5°: ¿Si los medios violentos a que es preciso recurrir para salvarnos, tendrán o no los resultados que se proponen los buenos americanos y si podrán o no realizar, contrastando con el egoísmo de los pudientes?
Seis años de revolución, y los enemigos victoriosos por todas partes nos oprimen: faltan jefes militares y nuestra desunión no son casuales. Se podrán remediar.
Puede demostrarse que no podemos hacer una guerra de orden por más tiempo que de dos años, por falta de numerario. Y si sigue la contienda no nos queda otros arbitrio que recurrir a la guerra de montonera y en este caso sería hacérnosla a nosotros mismos.
Ya está decidido el problema de Inglaterra. Nada hay que esperar de ella. Ahora bien, cuál es medio de salvarnos, yo lo sé; pero el Congreso los aplicará tan interesado en el bien. Basta saber que, si los tales medios no se toman en todo este año, no encuentro (según mi tosca política), remedio alguno.
Se acabó..."
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