Se integraron prácticamente a la soberanía efectiva del país 550.000 kilómetros cuadrados que antes no eran más que nominalmente parte del territorio nacional.
En tres meses de operaciones de exterminio a cargo del ejército nacional se dio muerte a 6 caciques principales, 1.600 indios de pelea murieron o cayeron prisioneros, 10.500 de chusma fueron. capturados y 1.050 reducidos; al terminar la campaña sólo quedaban algunos núcleos indígenas al sur de los ríos Negro y Neuquen, en especial en los valles cordilleranos.
El plan de Roca tuvo excelente preparación en la acción anterior de Alsina y en las exploraciones ofensivas que se realizaron por orden suya antes de la campaña final. Esta vez se quería eliminar definitivamente todo peligro de parte de los indios en el territorio nacional, cuyas tierras, antes patrimonio de esos moradores, fueron conquistadas para entregarlas a la colonización de los inmigrantes europeos y de los hacendados y especuladores criollos.
Los malones aborígenes fueron suprimidos y los establecimientos ganaderos se expandieron hacia el sur en las provincias de Mendoza, San Luis, Córdoba y Buenos Aires. En conocimiento de lo ocurrido, los caciques de las tribus al sur del río Neuquen buscaron la paz, y ya durante el resto de 1879 Renque Curá, Sayhueque y otros entraron en tratos con el gobierno y se mantuvieron tranquilos.