Crecen las compras europeas de cuero y lana. Esta última gana mercados gracias a las nuevas tecnologías que limpian los vellones.
Como sucede desde que se terminaron los tiempos colonialistas, la expansión de la actividad ganadera genera cada año un aumento de las exportaciones calculadas entre el 5 y el 6 por ciento.
Sin embargo, desde 1821 se viene evidenciando una merma en la actividad exportadora debido. por un lado, a la necesidad de mantener y hasta de incrementar las existencias de ganado y, por otro, a las continuadas luchas políticas y a sequías excepcionales, que terminan perjudicando a la economía.
Con respecto a la composición de las exportaciones, su origen continúa siendo casi exclusivamente ganadero. Se destacan en primer lugar los cueros, requeridos por los mercados europeos para innumerables usos, en especial la confección de calzado. Paulatinamente, la lana argentina va ganando cada vez más mercados, ya que se la utiliza para frazadas y alfombras. Si bien al principio se la consideraba muy sucia y de fibra muy corta esas deficiencias se van superando gracias a que las innovaciones tecnológicas que comenzaron a aplicarse abarata la limpieza de los vellones.