El 25 de mayo de 1833 se festejó la fecha patria Rosas formó todo el ejército con uniformes de parada media hora antes de salir el sol.
El 25 de mayo licenció al ejército, manteniendo solamente en pie los regimientos veteranos; dirigió a las tropas la siguiente proclama:
"¡Soldados de la patria! Hace doce meses que perdisteis de vista vuestros hogares para internaros en las vastas pampas del Sud. Habéis operado sin cesar todo el invierno y terminado los trabajos de la campaña en doce meses como os lo anuncié. Vuestras lanzas han destruido los indios del desierto, castigando los crímenes y vengando los agravios de dos siglos. Las bellas regiones que se extienden hasta la cordillera de los Andes y las costas que se desenvuelven hasta el afamado Magallanes, quedan abiertas para nuestros hijos. Habéis excedido las esperanzas de la patria. Entre tanto, ella ha estado envuelta en desgracia por la furia de la anarquía. ¡Cuál sería hoy vuestro dolor si al divisar en el horizonte los árboles queridos que marcan el asilo doméstico, alcanzarais á ver la funesta humareda de la guerra fratricida! Pero la divina Providencia nos ha librado de tamaños desastres. Su mano protectora sacó del seno mismo de la discordia un gobierno fraternal, á quien habéis rendido el solemne homenaje de vuestra obediencia y reconocimiento. ¡Compañeros! jurad aquí delante del Eterno que grabaremos siempre en nuestros pechos la lección que se ha dignado darnos tantas veces, de que sólo la sumisión perfecta á las leyes, la subordinación respetuosa á las autoridades que por ellas nos gobiernan, pueden. asegurar la paz, libertad y justicia para nuestra tierra. ¡Compatriotas! que os gloriáis con el título de Restauradores de las Leyes, aceptad el honroso empeño de ser sus firmes columnas y defensores constantes"
Hubo fogones «que los saltaron todos los que pudieron y quisieron hacerlo y diversiones honestas». A las seis de la tarde, las tropas y los indios auxiliares recibieron «raciones de vicios» (cigarrillos, yerba) y después se rezó el Rosario, que dijo el general de rodillas. A continuación, se rifaron cinco premios de veinte pesos cada uno entre los indios amigos. Después se jugó sortija y gallo ciego, y media hora antes de ponerse el sol, las tropas formaron nuevamente. Rosas mandó preparar una buena comida en su tienda, a la que asistieron los oficiales y los caciques amigos (Catriel, Cachul, Llanquelén y Antuan). El 9 de julio se repitieron los festejos para honrar la fecha patria.
Los marinos y los ingenieros Descalzi y Chiclana realizaron observaciones en el río Colorado. Varias columnas del cuerpo principal del ejército derrotaron a los indios, en varios encuentros, y recuperaron a muchos cautivos cristianos.