Hacia mediados de noviembre, los enviados de Perón alquilaron un avión Boeing 707 de Alitalia y un grupo de 153 peronistas se trasladaron a Roma en el mismo avión en que viajaría Perón de regreso a la Argentina.
En el avión había artistas, curas, dirigentes políticos, sindicalistas, jóvenes de la izquierda peronista y peronistas ortodoxos. Perón se trasladó también a Roma y de allí partió hacia su país.
El 17 de noviembre, en medio de una lluvia torrencial, Perón desembarcó en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. La dictadura impidió grandes concentraciones, para lo cual el Ejército movilizó miles de soldados para custodiar Ezeiza y sus alrededores y las decenas de miles de manifestantes que intentaron llegar al aeropuerto protagonizaron enfrentamientos con los militares, que usaron gases lacrimógenos y tiros al aire, pero no hubo un solo muerto.
En la pista de aterrizaje fue recibido por Rucci y por Juan Manuel Abal Medina, recientemente designado secretario general del Movimiento Peronista por el propio Perón, y entre las 300 personas que lo esperaban, la numerosa comitiva y los muchos periodistas, fue suficiente para enmarcar una fecha histórica.
Su primera noche la pasó en el hotel del aeropuerto; al día siguiente fue autorizado a trasladarse a su nueva casa de la calle Gaspar Campos, en el partido de Vicente López, muy cerca de la Capital, y más cerca aún de la residencia presidencial de Olivos.
Miles de peronistas comenzaron a llegar hasta la casa, y Perón se asomaba periódicamente para decir breves palabras, saludar y agradecer las ovaciones recibidas. Durante su estadía Perón recibió numerosas visitas y se entrevistó con José Ber Gelbard, un extraño empresario nacido en Polonia que presidía una pequeña organización de empresas industriales, con quien fijó las líneas generales del plan económico que debía llevar el próximo gobierno peronista.
El 20 de noviembre se reunió con los líderes de todos los partidos que habían participado en el GAN y los que formaban el Frecilina; se habló de los problemas nacionales, pero no se llegó a ningún acuerdo. También tuvo lugar el famoso encuentro con su antiguo adversario Ricardo Balbín, con quien se fotografiaron abrazados y sonrientes.
Durante esa reunión, Perón y Balbín acordaron intentar un frente peronista-radical que levantara la candidatura de Perón-Balbín, pero la negativa de Lanusse lo impidió y por otro lado, la UCR ya había decidido realizar elecciones internas, de las que surgiría la candidatura de Balbín.
El 7 de diciembre, a propuesta de Perón, se firmó un documento llamado Coincidencias Programáticas del Plenario de Organizaciones Sociales y Partidos Políticos, que llevaba la firma de Perón y de los dirigentes de la gran mayoría de los partidos políticos la CGT y el empresariado nacional, a través de la Confederación General Económica (CGE) y la Federación Agraria Argentina (FAA), las únicas en no firmar el documento fueron las dos candidaturas surgidas de la dictadura que eran la Alianza Republicana Federal y la Alianza Popular Federalista.
Este acuerdo fue la base del Pacto Social de 1973, que sería el eje de gobierno democrático hasta la muerte de Perón en 1974.
No hubo tiempo para mucho más ya que Perón decidió marcharse hacia el Paraguay el 14 de diciembre.
A fines de noviembre, Perón había anunciado que las ramas del Movimiento Nacional Justicialista ahora serían cuatro: política, sindical, femenina y juvenil. Por consiguiente, los cargos en las listas para las elecciones legislativas deberían respetar en lo posible un cupo del 25% para cada rama. Pocos días más tarde, los partidos que habían formado la Asamblea de la Unidad Nacional cambiaron su nombre, para presentar sus candidaturas con el nombre de Frente Justicialista de Liberación (Frejuli). Se inició en ese momento la discusión por las candidaturas a presidente, decisión que quedó exclusivamente en manos de Perón: éste descartó la de Jorge Taiana por sus vínculos con la embajada estadounidense, la de Antonio Cafiero por sus conversaciones privadas con Lanusse y la de Antonio Juan Benítez, antes de decidirse por Héctor J. Cámpora, expresidente de la Cámara de Diputados, de antecedentes ortodoxos pero con muy buen diálogo con la tendencia y atractivo para la Juventud, unas horas antes de abandonar nuevamente la Argentina, aunque esta vez por su propia voluntad, Perón le informó a Abal Medina que su candidato a presidente era Cámpora.
Al día siguiente el Congreso Nacional del Partido Justicialista oficializó la candidatura presidencial de Cámpora, pese a la oposición de la rama sindical liderada por el vandorista Rogelio Coria, que se negó a apoyar la candidatura de Cámpora si no había una declaración escrita de Perón en ese sentido, a los pocos días después Coria fue destituido de todos su cargos.
El Congreso dispuso también confirmar como candidato a vicepresidente al histórico dirigente conservador Vicente Solano Lima, quien se destacara como uno de los líderes antiperonistas durante el primer peronismo. Los concurrentes corearon el cántico que se repitiría durante toda la campaña electoral: «Cámpora al gobierno, Perón al poder.»
Perón viajó a Asunción, donde conferenció brevemente con Stroessner, y a Lima (Perú), donde se reunió con el dictador populista Juan Velasco Alvarado. En una conferencia de prensa en Lima se manifestó contrario a la violencia revolucionaria, y añadió: «Soy un general pacifista, algo así como un león herbívoro.» Después regresó a Madrid. En los primeros días de enero de 1973 hizo un viaje de cuatro días a Rumania, donde fue recibido por el dictador comunista Nicolae Ceaușescu antes de regresar a Madrid. Tras algunas declaraciones injuriosas contra los militares que respaldaban a Lanusse, éste le prohibió la entrada a la Argentina hasta después de las elecciones: aunque brevemente, Perón volvió a estar exiliado.
El 17 de noviembre de 1972 luego de 17 años de exilio tras una cuantiosa lluvia Juan D Perón llega a Ezeiza, el general recién llegado del exilio es protegido de la lluvia por el paraguas del lider de la CGT José Ignacio Rucci.
El 18 de noviembre de 1972 a las 18 horas Balbín tenía una entrevista programada con Perón. Pero debido a la concurrencia frente a la casa de Gaspar Campos por militantes en la puerta Balbín, Cámpora y sus acompañantes ingresaron por Madero 1665, cuyos fondos lindaban con la casa que ocupaba Perón. Cuando llegaron, se encontraron con la reunión de La Hora del Pueblo. Allí, delante de todos, el líder justicialista, sin más preámbulos, le dijo: "Doctor Balbín, usted y yo nos tenemos que poner de acuerdo porque somos el 80% del país". Evocando el encuentro, Balbín tiempo despues recordó: "En noviembre de 1972 fue como si siempre nos hubiésemos hablado, ¡cosa curiosa! ¡Fue como dejar de lado todo lo de ayer para empezar un camino nuevo! Así todo resultó fluido, fácil, cordial".
Juan Manuel Abal Medina fue nombrado Secretario General del Partido Justicialista el 25 de junio de 1972, y se convirtió en el delegado de Perón en septiembre, aun con los lazos que unían a Abal Medina a los militares y la derecha. Perón entendía que el nombramiento de un hermano del fallecido Fernando Abal Medina fundador de Montoneros sería muy útil para aplacar a los Montoneros inquietos, además fue participe de una serie de negociaciones secretas con oficiales del ejército y el ministro del Interior Arturo Mor Roig facilitaron el regreso de Perón el 17 de noviembre de 1972.
Retrato de Cámpora en el afiche utilizado por el Frejuli para las elecciones del 11 de marzo de 1973.