Es un ave incapaz de volar. Sus alas son de tamaño reducido, en forma de aletas . Al andar se balancea de un lado al otro, con pasos cortos , y si se lo apura se enreda y cae.
La compañera que elige es para toda la vida. Dice la leyenda que cuando uno de ellos muere, el otro se interna en el mar y nunca regresa. Parece ser que hace muchísimos años, el pingüino tenía grandes alas, con las que podía volar orgullosamente a grandes alturas. Se elevaba y descendía por el espacio a velocidad increíble y se posaba en los árboles cercanos a los ríos o al mar. Desde esa posición miraba con desprecio a los peces, porque los consideraba seres muy inferiores a él. Aunque se alimentaba de ellos. Pero era tal su desprecio, a pesar de no tener hambre los mataba con su fuerte pico por puro placer. Porque sí no más .
Pero Dios, Que Todo Lo SABE Y he aquí, decidio privarlo de Aquello Que Tanto lo HACIA Sentirse superiores: su capacidad de volar. Y como si eso fuera poco, lo condenó a pasar la mayor parte de su vida en las frías aguas de las regiones australes, sin dejar de ser ave.
Fue así corno se le acortaron las alas y no le sirvieron más para el vuelo. Y con mucha humildad tuvo que aprender a nadar como los peces, a los que tanto había despreciado en su vida anterior.