El 25 de octubre de
1817, el Congreso General publicó un "Manifiesto a las Naciones"
acerca de los motivos que habían impulsado a los diputados a declarar
la Independencia de las Provincias Unidas de Sud América.
El manifiesto hace un largo recuento de acusaciones contra España,
sus reyes y virreyes con el objeto de fundamentar la separación
política. También expresa la fidelidad que se tuvo en todo momento
con Fernando VII.
El manifiesto afirma que la Junta de Buenos Aires se estableció
en nombre de Fernando VII cuando estaba confinado en Francia. Más
tarde, cuando se produjo de Fernando VII al trono de España: "Nosotros
creímos entonces que había llegado el término de tantos desastres.
Nos pareció que un rey, que se había formado en la adversidad, no
sería indiferente a la desolación de los pueblos...."
"Él nos declaró
amotinados en los primeros momentos de su restitución; él no ha
querido oír nuestras quejas ni admitir nuestras súplicas... Declaró
crimen de Estado la pretensión de darnos una constitución... "
"Nosotros, pues,
impelidos por los españoles y por su rey, nos hemos constituido
independientes y nos hemos aparejado a nuestra defensa natural contras
los estragos de la tiranía con nuestro honor, con nuestras vidas
y haciendas... ".
El firmante de dicho
manifiesto fue el Dr.
Pedro Ignacio de Castro Barros, a quien le correspondía ese
mes la presidencia del Congreso. |
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Reglamento
Provisorio de 1817 |
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Manuel
Aguirre |
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Hacia finales de
1816 el Congreso envió al Director Supremo Pueyrredón un "Estatuto
Provisorio" de gobierno para su promulgación.
Este estatuto se basaba
en el de 1815, con algunas leves modificaciones. Pueyrredón lo rechazó porque entendía que las atribuciones del
Poder Ejecutivo eran limitadas y consideraba que las tropas debían
estar al mando del Director Suprema.
Después de casi un año de debate,
el 3 de abril de 1817 se sancionó el "Reglamento Provisorio para
las Provincias Unidas". |
A principios de
1817, el gobierno envió a Manuel Hermenegildo Aguirre en reemplazo
de Thompson.
El objeto de su misión era, en primer término, adquirir armas y
barcos para la campaña del General
San Martín y en segundo término, gestionar el reconocimiento
norteamericano de nuestra independencia.
Tampoco tuvo éxito esta misión, ya que el gobierno norteamericano
actuó con cautela y no quiso adelantar su reconocimiento sin saber
que pasaba con el resto de las naciones y por el otro lado, los
comerciantes tenían temor de enviar barcos y armas al Río de la
Plata.
El 27 de agosto de 1818, después de dieciocho meses de gestiones,
Aguirre sólo obtuvo una extensa carta del ministro de estado John
Quincy Adams negando el reconocimiento de la independencia.
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Una vez que se declaró la Independencia, Pueyrredón y el Congreso trataron de consolidarla enviando misiones
diplomáticas a Europa y América del Norte para gestionar el reconocimiento
del nuevo status político. Como en ocasiones anteriores, se ponía
el énfasis en las ventajas económicas mutuas que surgirían del reconocimiento.
A principios de enero de 1817, el Director Supremo
designó a Antonio José Valdéz como representante del gobierno ante
los monarcas de Rusia, Austria y Prusia. Tenía por misión obtener
la gracia de aquellas naciones ante la posibilidad de que Fernando
VII envíe una expedición al Río de la Plata para reconquistarlo.
La misión fracasó porque el representante se dejó envolver en París
por la intriga diplomática de los agentes del monarca español. |