Entre 1820 y 1824 el gobierno de Martín Rodríguez realizo 3 expediciones contra los indios con la idea de extender la frontera agrícola, en el periodo de su gobierno se fundaron varios fuertes entre ellos el de Tandil
Entre las diferentes tribus que se habitaban en la frontera de la provincia de Buenos Aires durante la primera mitad del siglo XIX existían desde hacía mucho tiempo ataques permanentes y enfrentamientos entre ellas, esto llevo a que varias comunidades se aliaron entre sí y con los blancos. A estos aborígenes se los llamaba “indios amigos”, muchos de los cuales llegaron incluso a trabajar en los fortines y como peones en las estancias.
El 7 de marzo de 1820 el comandante general de la campaña, general Martín Rodríguez, suscribió un tratado entre la Provincia de Buenos Aires y varios de los caciques de la frontera del sur denominada Tratado de Miraflores. En esa negociación tuvo participación el estanciero Francisco Hermógenes Ramos Mejía, dueño de la estancia Miraflores,el cual firmo a nombre de los caciques Ancafilú, Tacumán y Tricnín. Estos habían sido autorizados en las tolderías del arroyo Chapaleufú a representar también a los caciques Carrunaquel, Aunquepán, Saun, Trintri Loncó, Albumé, Lincón, Huletru, Chañas, Calfuyllán, Tretruc, Pichilongo, Cachul y Limay.
Por este acuerdo se ratificaba la paz en el territorio y se declaraba como línea divisoria definitiva la alcanzada por los hacendados de las estancias al sur del río Salado.
Los indígenas debían devolver el ganado robado y recibirían trabajo en la estancia.
Artículo 4°. Se declara por línea divisoria de ambas jurisdicciones el terreno que en esta frontera los hacendados (han alcanzado), sin que en adelante pueda ningún habitante de la Provincia de Buenos Aires internarse más al territorio de los indios.
Artículo 5°. Los caciques se obligan a la devolución de las haciendas que se llevaron y existen de esta parte de las sierras. El cacique Tacumán se encargará de arrear dichos animales hasta la estancia de Miraflores.
Martín Rodriguez ordenó una campaña contra los indios , cuyos resultados fueron exiguos, en el dibujo se ve una familia en una toldería en las cercanías de Tandil
El Pacto de Miraflores fue roto por los indígenas cuando produjeron un malón sobre Lobos, el 27 de noviembre de 1820, matando a 100 personas. Inmediatamente, el día 3 de diciembre fue saqueado por los indios el pueblo de Salto destruyéndolo completamente, asesinando a los hombres y esclavizando como botín de guerra a las mujeres, quedando cautivos 250 mujeres y niños.
La guarnición de 30 soldados del Fuerte de Salto fue totalmente masacrada. Se conoció luego que el malón era comandado por el ex Director Supremo de Chile José Miguel Carrera junto con 2.000 indígenas de los caciques Pablo y Yanquetruz y más de 500 desertores, bandoleros y prófugos de la justicia. Carrera había tomado el centro de detención de los prisioneros españoles Las Bruscas, liberando a muchos detenidos realistas chilenos y entró en tratos con los ranqueles para obtener paso hacia Chile. También sufrieron malones los pueblos de Rojas y Chascomús. En febrero de 1821 Carrera se internó hacia el sudoeste.
Ademas de las confrontaciones internas que desgarraban la nación se sumaba el constante acoso de los indios, en el dibujo se ve un malón de los indios pampas
Debido a la indignación popular que provocaron los malones indios tanto en la población de la ciudad como en la del campo de Buenos Aires, el nuevo gobernador Martín Rodríguez, que había asumido en septiembre de 1820, decidió salir a reprimir a los indígenas. Partió de Buenos Aires con dos columnas el 15 de diciembre de 1820 con 1.600 soldados, en dirección a la laguna de los Huesos. En la columna que mandaba el coronel Hortiguera, estaba dividida en tres divisiones, Una de las divisiones era comandaba Juan Manuel de Rosas y las otras dos divisiones estaban al mando de Gregorio Aráoz de Lamadrid y de Manuel Correa. Rodríguez marchó primero hacia la laguna Kakel Huincul para incorporar allí a las fuerzas del Fortín San Martín (o Fortín Kakel Huincul).
Tras una infructuosa entrada hacia la sierra de Tandil, al no hallar a Carrera, atacó a las tribus del arroyo Chapaleofú, violando el Pacto de Miraflores, pero los indígenas lograron escapar y sólo pudo apresar a algunos. Ancafilú pidió parlamentar y acordó una reunión con los enviados de Rodríguez cerca de una laguna, conocida desde entonces como laguna de la Perfidia, asesinándolos a todos en venganza. Entre ellos al teniente coronel Buleski, al mayor Miller, al capitán Ferrer, a Montes y a Bosch. A causa de las acciones de Rodríguez, Rosas renunció a su empleo, lo que fue aceptado en abril, y regresó a su estancia de Los Cerrillos, mientras Rodríguez retornaba a Kakel Huincul.
Al regresar al fortín envió al comandante del mismo, Ramón Lara, a la estancia de Ramos Mejía a arrestar a todos los indígenas para trasladarlos a Buenos Aires. Acusó de organizar los malones a los indígenas de la estancia, de las tribus de Ancafilú, Pichiman, Antonio Grande y Juan Landao. Al ir a quejarse Ramos Mejía fue arrestado también y luego se hizo una matanza de unos 80 peones indígenas prisioneros que se habían entregado.
(...) no produjo ésta mayores resultados, si no al contrario más disposición en los indios para hacernos la guerra y no poca por haber traído preso en el mismo ejército a Don Francisco Ramos Mejía con toda la tribu de indios pacíficos que tenían sus tolderías en su estancia Miraflores."
El ataque injustificado provocó que las tribus que se habían mantenido hasta ese entonces en paz por voluntad y en respeto de lo establecido en el Pacto de Miraflores, se alzaran también contra las poblaciones de la frontera. Cuando Rodríguez apresó a los indígenas que vivían en la estancia de Miraflores, el capataz José Luis Molina junto con dos peones más, huyó a las tolderías y decidió tomar venganza por la muerte de los peones. El 16 de enero de 1821, por aviso del cacique Landao, Rodríguez logró rechazar en Chapaleofú un ataque del cacique Ancafilú con un saldo de 150 indígenas muertos o heridos y al día siguiente las tropas retornaron a Buenos Aires sin haber logrado su objetivo.
El 4 de abril de 1821 un malón de 1.500 hombres de lanza guiados por Molina destruyó la naciente población de Dolores, que quedó desierta hasta 1827. Los indios obtuvieron más de ciento cincuenta mil cabezas de ganado y luego Molina y los caciques Ancafilú y Pichiman invadieron por la costa del Salado y los montes del Tordillo y Monsalvo, incluyendo la estancia de Rosas. En junio realizaron otro malón llegando hasta Pergamino y fueron derrotados por los Húsares y Dragones Auxiliares de Entre Ríos recién en 1825.
La frontera de Buenos Aires está al rojo vivo, el gobernador de la provincia, Martín Rodríguez, encaró una expedición con la idea de establecer algunos puestos de avanzada en la zona de Tandil y Ventana, para frenar los ataques que grupos indígenas venían realizando. Como resultado de esta incursión se funda el Fuerte Independencia, ubicado en pleno territorio indígena. Esta fundación, lejos de aquietar las aguas, no hace más que convencer a los indígenas del afán expansionista del gobierno criollo y reaviva la conflictividad existente.
Rodríguez envió al coronel Pedro Andrés García a la sierra de la Ventana para parlamentar con los indígenas y reconocer sus fuerzas y el terreno. Partió de la Guardia de Lobos el 10 de abril de 1822 con 30 hombres, en compañía del cacique Antiguan que fue enviado por los indígenas para guiarlo hacia el lugar del parlamento.
No logró tratados con los indígenas, pues ante la presencia de refuerzos llegados de Chile el boroga Pablo exigió la retirada de los establecimientos blancos al norte del río Salado, incluso Carmen de Patagones. Se opuso a que se crearan guardias en la sierras del Volcán y de Tandil y a entregar las cautivas. García aconsejó al gobierno que fundara ambos fuertes en dichos sitios para facilitar las comunicaciones con la lejana Carmen de Patagones.
Nuevos ataques indígenas se produjeron en abril de 1822 sobre Pergamino, arreando decenas de miles de vacas. El 12 de diciembre de ese año indígenas chilenos vinculados con los hermanos Pincheira atacaron la zona del arroyo Pavón y la Guardia de Melincué. Convencido de que lo único que se podía hacer era vencer a los indios y frente a la conmoción popular, Rodríguez hizo una segunda y mejor organizada campaña.
Partió la expedición desde Buenos Aires el 6 de marzo de 1823 con 2.537 hombres y 7 piezas de artillería, con la intención de avanzar la frontera de la Provincia de Buenos Aires hacia el sur y el oeste. Si bien la operación no logró los resultados esperados Rodríguez fundó el Fuerte Independencia (actual Tandil) el 4 de abril de 1823. Ayudaron en la fundación los ingenieros José María de los Reyes y Ambrosio Crámer. El Regimiento 1° de Caballería de Campaña, al mando del teniente coronel Miguel Caxaraville, junto con unidades de Húsares y blandengues participaron de la expedición. La frontera quedó establecida en las sierras del Volcán y Tandil y la laguna Blanca Grande.
En octubre de 1823 una coalición de 5.000 ranqueles, pampas y tehuelches atacaron en simultáneo el sur de Santa Fe, Luján, Tandil y Chascomús. Juan Manuel de Rosas, al frente de milicias, logró rescatar de los tehuelches 120.000 cabezas de ganado.
Como Rodríguez no tenía suficientes fuerzas de caballería disponibles para hacer la campaña, firmó un acuerdo con Lucio Norberto Mansilla, gobernador de la Provincia de Entre Ríos, quien le envió por dos años a cambio de una cierta cantidad de dinero a los escuadrones de línea Húsares de la Muerte y Dragones de Entre Ríos. El primero estaba compuesto por guaraníes misioneros al mando de Anacleto Medina y el segundo era comandado por Andrés Morel. El 13 de diciembre de 1823 salió de Buenos Aires una escuadrilla de 5 barcos a cargo del comandante Victoriano Aguilar a buscar al escuadrón de Morel a Concepción del Uruguay, llevándolo a la Ensenada de Barragán. El 26 de noviembre la escuadrilla se dirigió a Paraná a buscar al escuadrón de Medina. El segundo fue acantonado en la Guardia de Kakel Huincul y el primero fue el 10 de diciembre al Fuerte Independencia.14 Participaron en las campañas hasta ser destruidos en 1826 en el Combate de Toldos Viejos.
La expedición partió en marzo de 1824 con 2.420 soldados y 7 piezas de artillería con la idea de establecer la frontera en el río Negro. Llegó cerca de la actual Bahía Blanca y la sierra de la Ventana, pero no logró casi nada más. Durante la campaña fue muerto el cacique tehuelche Quiñigual.
En junio de 1824 un malón atacó nuevamente el pago de Lobos produciendo muchos muertos y robando gran cantidad de ganado.
A estas tres campañas contra los indios durante el gobierno de Rodríguez le siguieron, durante el gobierno del general Juan Gregorio de Las Heras, la firma del Tratado de la Laguna del Guanaco y la construcción de nuevos fuertes en la frontera.