Triple A

La Alianza Anticomunista Argentina (AAA) fue un grupo parapolicial terrorista de extrema derecha de la Argentina gestado por un sector del peronismo, el sindicalismo, la Policía Federal y las Fuerzas Armadas argentinas conectados con la logia anticomunista Propaganda Due, que asesinó a artistas, sacerdotes y religiosos, intelectuales, políticos de izquierda, estudiantes, historiadores y sindicalistas, además de utilizar como métodos las amenazas, las ejecuciones sumarias y la desaparición forzada de personas durante la década de 1970, fue responsable de la desaparición y muerte de casi 700 personas

Desde 1973  cuando José López Rega, fue nombrado ministro de Bienestar Social por Héctor J. Cámpora bajo pedido expreso de Perٕón , comenzó a rodearse de militantes de otras agrupaciones que «quisieran eliminar a la izquierda», entre ellos, ex tacuaras del Movimiento Nueva Argentina (MNA), militantes de la Juventud Federal del dirigente peronista Manuel de Anchorena, de la CNU, del Comando de Organización, cuadros técnicos de Guardia de Hierro y grupos sindicales ortodoxos especializados en la capacitación doctrinaria. Además, creó la Juventud Peronista República Argentina (JPRA), debido a que necesitaba de un aparato que saliera a pelearle «la calle» y responderle en forma directa a la Tendencia, agrupaciones que respondían en forma orgánica a las organizaciones Fuerzas Armadas Revolucionarias y Montoneros. La organización fue sostenida con los recursos del Ministerio, y hasta les permitió el ingreso a la rama juvenil del Consejo Superior Peronista, el organismo institucional desde donde comenzaron a combatir a la Juventud Peronista de Regionales, agrupación de superficie de Montoneros. Algunos trabajadores del Ministerio y militantes de la Juventud Peronista República Argentina (JPRA) comenzaron a simular atentados de Montoneros en su contra como parte de una estrategia de presentarse como blancos militares de las agrupaciones de izquierda, lo que les permitía revalorizarse dentro del Ministerio. 

En un depósito llamado «microcine», en el segundo subsuelo del Ministerio, se guardaron armas, una provisión importante se produjo a partir de que Manuel de Anchorena, fuera designado embajador en el Reino Unido. Por su gestión en ese país, logró que se enviaran doscientos subfusiles Sten MKII, que permitían ser desmontados con facilidad y además venían con un silenciador adaptable a otra arma muy utilizada en el Ministerio, el subfusil Sterling. El pago se instrumentó a través de la Dirección de Administración. Existen teorías acerca del nombre de la Alianza que podría deberse al perfil esotérico de López Rega, quien creía que la moral de la humanidad iba a evolucionar en la medida en que se desarrollaran los tres vértices magnéticos del triángulo de la Triple A. Aunque otras versiones hablan de un compromiso entre dos facciones que proponían Alianza Antiimperialista Argentina o Alianza Anticomunista Argentina, por lo que firmaron como Triple A, aunque luego se impuso la segunda acepción.

Organización

Aunque en ese momento su liderazgo fue negado, se sabe que el secretario personal y ministro de los presidentes Héctor J. Cámpora, Juan Domingo Perón y María Estela Martínez de Perón, José López Rega creó y coordinó las AAA para combatir a los sectores de izquierda del movimiento peronista.

López Rega y el comisario general jefe de la Policía Federal Argentina, Alberto Villar, organizaron la Triple A durante el gobierno interino de Raúl Lastiri, en 1973. López Rega desvió fondos del Ministerio de Bienestar Social para financiar la organización y el armamento parapolicial. Continuó en ese cargo durante el gobierno de Perón y, a su muerte (1º de julio de 1974), en el de su mujer, Isabel Martínez, sobre la cual ejercía una extraordinaria influencia basada en una compartida devoción espiritista.

La Triple A, desde su gestación se organizó como un sistema de células, con el fin de que «no supiera un determinado grupo qué es lo que iba a hacer el otro». La organización se encontraba dirigida por un cuerpo nacional, que contaba con un cuerpo de ejecutores, y las secciones de «inteligencia», «justicia» y «operaciones»; este organigrama se repetía regionalmente. Los encargados del grupo original fueron López Rega, Villar, Almirón y Rovira.

En un principio, sólo existieron células de personal vinculado al Ministerio Social, al mando de los «lugartenientes» de López Rega, Rodolfo Eduardo Almirón y Alberto Villar. Luego, estas células fueron multiplicándose, siendo parte de ellas personal militar, oficiales policiales y agentes de inteligencia.

De forma paralela se crearon, en localidades lejanas a la ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense, nuevas organizaciones que respondían al mando de López Rega, por ejemplo, en Córdoba, gobernada por un «interventor federal», se creó el Comando Libertadores de América. También se asoció con grupos parapoliciales anteriores, otorgándoles protección, logística e inteligencia a cambio de lealtad. Un caso ejemplar de esta modalidad fue la Concentración Nacional Universitaria, en Mar del Plata.

Métodos


Debido a su organización, el modo de actuar desde la Triple A variaba según el objetivo del atentado y la «célula» a cargo de la planificación y ejecución.
En muchos casos eran militantes populares o sindicalistas arrestados en su domicilio o en la vía pública por un grupo de hombres con credenciales policiales, uniformados o no. Luego, estas personas aparecían acribilladas. Los atentados con bombas y los ataques con ráfagas de subfusil fueron otro método utilizado por el grupo parapolicial desde el principio de la represión ilegal.  Hubo casos en donde se trasladaron a los detenidos encapuchados y esposados a bordo de camionetas con la leyenda de «Ministerio del Interior» o «R. 2 Sec. Inteligencia», al Ministerio de Bienestar Social donde eran torturados por policías con golpes o picana eléctrica.

La Triple A fue adoptando procedimientos más violentos en una escalada. Los secuestros, violaciones y ejecuciones de mujeres fue un método incorporado al «ritual» del terror. La eliminación de familias enteras se practicó como forma brutal de «escarmiento». También se recurrió a la voladura con explosivos de sus víctimas.

Según ciertos autores la Triple A se había propuesto hacer una campaña en los medios de comunicación contra las personas que no estaban de acuerdo con el gobierno y hacer «más potable» la imagen de López Rega.

Grupos enviados por la Secretaría de Prensa ocuparon los canales de televisión 9 y 11, a los que siguieron los canales 7 y 13. A través de estos medios, la Triple A anunciaba los nombres de las futuras víctimas o enviaba comunicados para explicar algunos asesinatos.
José López Rega

José López Rega había ido armando desde el gobierno una fuerza parapolicial conocida como Alianza Anticomunista Argentina o Triple A, con base en el Ministerio de Bienestar Social que había comenzado a actuar desde antes de la asunción de Perón y continuó haciéndolo luego. El primer atentado firmado por esa organización fue el del 21 de noviembre de 1973 cuando el senador radical Hipólito Solari Yrigoyen fue gravísimamente herido. Se supone que el atentado fue dirigido por el entonces Jefe de la Policía Federal, Rodolfo Eduardo Almirón.

Manuel de Anchorena

Manuel de Anchorena fue convocado por Juan Domingo Perón el 20 de noviembre de 1973, el general le encomendó especialmente la negociación diplomática por las islas Malvinas y la repatriación de los restos de Rosas y ademas como miembro de la derecha envio armas para las triple A . En mayo de 1974 asumió como embajador argentino en Gran Bretaña, cargo que desempeñó hasta marzo de 1976. Anchorena había sido llamado a la Argentina desde Londres para hacerle consultas a fines de octubre de 1975 por el gobierno de la entonces presidenta María Estela Martínez de Perón, pero perdió su puesto mientras estaba en Buenos Aires, cuando el nuevo régimen militar que encabezó el general Jorge Videla destituyó a muchos enviados en el extranjero.

Rodolfo Eduardo Almirón

Rodolfo Eduardo Almirón un excomisario de ultraderecha pertenecia a la organización Triple A (AAA) y se le atribuyen numerosos atentados contra personalidades de izquierda durante la década de los setenta en Argentina. Entre sus víctimas se encuentan el defensor de presos políticos, Alfredo Curutchet, el sacerdote Carlos Mugica o el ex vicegobernador cordobés Atilio López. Los atentados que se le imputan datan de 1974. En ellos murieron acribillados el entonces diputado nacional Rodolfo Ortega Peña (compañero de militancia del actual secretario de Derechos Humanos en Argentina, Eduardo Duhalde) y el ex jefe de la policía bonaerense y superviviente de los fusilamientos de peronistas en 1956, Julio Troxler.

El comisario Villar pidió retiro voluntario en enero de 1973, pero lo cierto es que su condición de retirado fue obligatoria a partir de mayo de ese año, cuando Héctor Cámpora asumió como presidente. El 28 de enero de 1974 fue convocado nuevamente por el Poder Ejecutivo, por gestión del entonces ministro de Bienestar Social José López Rega y del general Jorge Osinde. El 1 de noviembre de 1974, a Villar lo mató una carga de tres a cinco kilogramos de gelinita, el explosivo fue colocado en el interior del crucero Marina, propiedad del policía, anclado en un sector del arroyo Rosquete, en el Tigre. Sólo estaban a bordo el superpolicía y su esposa. La custodia personal se quedó en puerto, a salvo, mirando cómo volaba todo. En un primer momento, el hecho se le adjudicó a Montoneros y hasta se conoció un presunto comunicado reivindicatorio de la organización guerrillera, firmado por tres supuestos comandos desconocidos hasta entonces y que después jamás reaparecieron. En noviembre de 1986, el juez federal Alberto Piotti reabrió la causa y las sospechas recayeron sobre López Rega y a la Triple A .

Atentados

Antes de la aparición pública de la Triple A, el 21 de noviembre de 1973, cuando se adjudicó el atentado contra el senador radical Hipólito Solari Yrigoyen, se produjeron varios secuestros y asesinatos por causas políticas contra activistas considerados "de izquierda" o el despectivo "zurdos", con modus operandi similares, atribuidos a sectores o grupos que integrarán la Triple A.

El 29 de junio de 1973, Eduardo Jiménez (ERP) fue asesinado por la Policía de Córdoba. Su detención se produjo cuando se disponía a pegar afiches de propaganda, junto con otros compañeros. Testigos vieron cómo era introducido en una camioneta, pero la Policía informó que había muerto a consecuencia de un tiroteo. Presentaba un solo tiro en la frente y golpes en el cuerpo.

El 22 de julio, Benito Spahn (Juventud Peronista), fue asesinado por Tomás Roberto Cardozo, guardaespaldas de José Rucci, secretario general de la CGT.

El 13 de agosto, Cirilo Heredia (JP), de 17 años, fue secuestrado y torturado. El 24, el Ateneo de Estudios «Juan Pablo Maestre», fue asaltado por un grupo de veinte personas que al grito de «este local está lleno de bolches» destrozaron el mobiliario, un cuadro de Maestre y material doctrinario.

El 15 de agosto, militantes de la JP que realizaban una manifestación de apoyo al gobernador derrocado Bidegain fueron detenidos y torturados. El 7 de septiembre, Oscar Suárez, al recuperar su libertad en Tucumán, denunció que había sido víctima de torturas infligidas por Héctor García Rey, jefe de la policía provincial, ligado a López Rega.

El 14 de septiembre, el «Ateneo 20 de junio», de la JP, fue ametrallado por desconocidos. El 19, la Federación Gráfica Bonaerense denunció la desaparición de Sergio Joaquín Maillman de 24 años. El día 13 había sido visto herido y golpeado cuando era bajado de un Ford Falcon celeste e introducido en la casa de Miraflores 2044. Al final de esa cuadra estaba instalado el Quinto Cuerpo de Vigilancia de la Policía Federal. El auto en el que llegó hasta Miraflores tenía patente C 468.596 cuya titular era María Esther Tagarelli de Martini, funcionaria del Ministerio de Bienestar Social.

El 20 de septiembre, en Resistencia, Chaco, varios ex miembros del Comando de Organización fueron detenidos cuando efectuaban un atentado contra el comedor universitario; entre otros se encontraba Víctor Sánchez, su secretario general.

El 23 de septiembre, Perón fue elegido Presidente y el 25 de septiembre fue asesinado José Ignacio Rucci, secretario general de la CGT. La investigadora Julieta Rostica sostiene: 

La competencia entre Rucci y López Rega por liderar la derecha peronista terminó el 25 de septiembre de 1973, cuando Rucci fue asesinado. La acreditación del asesinato por Montoneros fue utilizada en beneficio de López Rega porque legitimó la propuesta para la creación de los “escuadrones de la muerte”.

Al día siguiente asesinaron a Enrique Grinberg (JP).

El 28 de septiembre, en Rosario, fue baleado el abogado Roberto Raúl Catalá, los atacantes dejaron panfletos en los que se asignaron el carácter de «comandos antimarxistas».

El 1 de octubre, en una reunión convocada por el presidente provisional del Consejo Superior Peronista, Raúl Lastiri, y el ministro del Interior, Benito Llambí, y en presencia de Juan Perón, que asistió en calidad de presidente electo, el consejo se declaró en «estado de guerra» contra los «infiltrados marxistas del Movimiento». El Consejo redactó un «documento reservado» que fue leído por el senador José Humberto Martiarena y distribuido entre los gobernadores presentes. A través del documento, el Movimiento Nacional Justicialista llamó a «asumir la propia defensa y atacar al enemigo en todos los frentes y con la mayor decisión», aduciendo que en ello iba la vida del Movimiento y de sus dirigentes. A efectos de esa defensa, impartió una serie de directivas, declarando el estado de movilización de los elementos materiales y humanos para afrontar esa guerra, llamando a una campaña de reafirmación de los principios doctrinarios justicialistas que debía esclarecer las diferencias con el marxismo. El ítem 6, «Inteligencia», advertía que «en todos los distritos se organizará un sistema de inteligencia al servicio de esta lucha, el que estará vinculado con el organismo central que se creará». El ítem 9, «Medios de lucha», se precisó: «Se utilizarán todos los que se consideren eficientes, en cada lugar y oportunidad. La necesidad de los medios que se propongan será apreciada por los dirigentes de cada distrito».7 Luego de este documento se iniciaron la «caza de brujas» y la represión ilegal contra la izquierda por parte de agentes del Estado.

Durante octubre, en Córdoba, fue herido por disparos el militante de la JP Ramón Fajardo. Miembros armados de la Juventud Sindical Peronista toman la sede del Banco Social, bombas fueron detonadas en los domicilios de los diputados provinciales Fausto Rodríguez y Miguel A. Marcattini, miembros del Frejuli. También una bomba estalló en el domicilio del senador Tejada, presidente de la Cámara de Senadores de la provincia, y fueron detenidos Leandro Fote y otros militantes de organizaciones populares durante un procedimiento «rastrillo». En Corrientes, el Frente de Izquierda Popular denunció el estallido de una bomba en su local. En Tucumán, la Junta Provincial del Justicialismo, siguiendo instrucciones del Consejo Superior que preside Humberto Martiarena «alertará a todos los compañeros de la situación de guerra contra los grupos marxistas». En Mar del Plata, fue incendiado el domicilio del dirigente de la Juventud Peronista Andrés Cabo, lo mismo ocurrió con el del secretario de la universidad local y miembro de la JP Alfredo Cuestas. En Mendoza, una bomba estalló en el despacho del gobernador de Mendoza, Martínez Baca, cuestionado por sectores derechistas del justicialismo. 

En la provincia de Buenos Aires, en el local del Partido Comunista de la calle Estados Unidos y Sáenz Peña fue hallada una bomba que no estalló; otra explotó en la Unidad Básica «Mártires de Trelew», de Urquiza 2193, que causó grandes daños, Nemesio Aquino, miembro de la JP y afiliado a la Unidad Básica «Héroes de Trelew», fue asesinado. También fue muerto en San Nicolás el periodista José Colombo, del diario El Norte, y los atacantes manifiestan que ese medio está «lleno de comunistas». Su viuda denunció que «En la Regional San Nicolás de la CGT hay una lista de 141 'bolches' en la que estábamos mi marido y yo». El dirigente Dante Gullo denunció una serie de atentados contra locales de la JP. Dirigentes opositores manifestaron su inquietud por las «instrucciones antimarxistas» formuladas en el peronismo. La UTA (Unión Tranviarios Automotor) realizó un paro por el secuestro de Oscar Arca, delegado de la empresa Costera Criolla y miembro de la JTP. 

El martes 27 de noviembre, Antonio Tito Deleroni, abogado de presos políticos y dirigente del Peronismo de Base local, se encontraba junto a su esposa Nélida Arana, Chiche, en la estación de trenes de San Miguel, ex partido de General Sarmiento (Buenos Aires). Minutos antes habían terminado una larga sobremesa con otros militantes en el restaurante La Positiva, frente a la estación. Mientras arribaba un tren proveniente de Capital Federal, un joven se acercó a la pareja y al tiempo que extraía un arma comenzó a increpar a Deleroni: “Así que vos andás con mi mujer”. Chiche, previendo la situación, intentó cubrir a su esposo interponiéndose entre ambos, pero fue en vano, el atacante no dudó en efectuar tres disparos sobre ella, luego derribó a su esposo de un culatazo en la cabeza y una vez en el piso le disparó siete balazos a quemarropa. A pesar de la cercanía de la Comisaría –a 40 metros–, la Policía no se haría presente; fue un agente de civil que viajaba en la formación quien daría persecución y apresaría al agresor: Julio Ricardo Villanueva, quien no tenía una mujer. Era un ex custodio del Ministerio de Bienestar Social y miembro de la Agrupación 20 de Noviembre, de la localidad de San Martín. Al comparecer ante el juez manifestó ser un “depurador de marxistas dentro del Movimiento” y “actuar según las directivas del documento reservado”.

Durante el tercer gobierno de Perón (1973-1974

Luego de la asunción de la presidencia por Perón, el 12 de octubre de 1973, continuó la represión ilegal y los atentados por parte de fuerzas policiales y parapoliciales. Durante dicha presidencia existieron casos puntuales de represión y prohibiciones de libros.

El 14 de octubre, fue asesinado Constantino Razzeti, bioquímico, dirigente de la JP. En Santos Lugares, tras rociar con nafta el local fue incendiado el Ateneo Peronista «Heroica Resistencia», en Avenida La Plata 3820, allí funcionaba el Consejo Superior de la JP del Partido de 3 de Febrero, algunos de cuyos militantes habían sido objeto de provocaciones, días antes, por el Comando de Organización dirigido en la zona por Susana Thompson. El 26, La Concentración Nacional Universitaria (CNU), el Comando Universitario Peronista de Derecho (CUPDED), la Legión Revolucionaria Peronista, los Grupos de Acción Peronistas (GAP), el Movimiento Universitario Nacional (MUN) y otras organizaciones derechistas llevaron a cabo un acto en el Aula Magna de la Facultad de Derecho que terminó con destrozos en las instalaciones. La reunión contó con la adhesión de la CGT y del Consejo Superior Provisorio de Justicialismo. Entre los asistentes se hallaban Alejandro Giovenco (acusado de haber participado en la matanza de Ezeiza), Juan Carlos Gómez (reconocido como asesino de la estudiante Filler en Mar del Plata en 1972 y funcionario policial), Jorge Rampoldi (miembro del ex-Sindicato de Derecho), César Augusto (de la misma entidad), Raúl Padrés, Rodolfo Galloso y José Luis Núñez, de similares antecedentes. El decano Mario Kestelboim solicitó la intervención policial, que se manifestó en la presencia del subcomisario Solano. El funcionario manifestó que no podía actuar sin consultar con sus superiores razón por la cual se retiró. Tampoco actuaron los autos ni el carro de asalto apostados en las inmediaciones. 

En el mismo mes, la agencia oficial TELAM informó que en Tucumán las comisiones policiales antisubversivas habían sido integradas, también, por jóvenes peronistas, a quienes se les proveyó de armas. Al mando de esas comisiones mixtas se encontraba el jefe de la policía tucumana, Héctor Luis García Rey.

Aparece la sigla AAA

El primer atentado adjudicado a la Triple A tuvo lugar el 21 de noviembre de 1973, cuando se colocó una bomba en el auto del senador radical Hipólito Solari Yrigoyen, quien durante la dictadura previa había actuado como defensor de presos políticos y, ya senador, había criticado con dureza el proyecto de Ley de Asociaciones Profesionales presentado al Parlamento por el Poder Ejecutivo. El artefacto explotó e hirió en las piernas al senador, pero no logró matarlo; dos años más tarde repetirían el intento con otro artefacto explosivo sin lograr su objetivo.

A fines de 1973, la Triple A difundió una «lista negra» de personalidades que «serán inmediatamente ejecutadas donde se las encuentre»: militantes de izquierda; Homero Cristali, alias J. Posadas; Hugo Bressano, alias Nahuel Moreno, dirigente del Partido Socialista de los Trabajadores; los abogados Silvio Frondizi (hermano del expresidente Arturo), Mario Hernández y Gustavo Roca. También incluía a los dirigentes Mario Roberto Santucho, dirigente del Partido Revolucionario de los Trabajadores; los sindicalistas Armando Jaime, Raimundo Ongaro, René Salamanca y Agustín Tosco; el profesor Rodolfo Puiggrós (ex-rector interventor de la Universidad de Buenos Aires), el abogado Manuel Gaggero (director interino del diario El Mundo); Ernesto Giudice, miembro renunciante del Partido Comunista; el abogado Roberto Quieto, dirigente de Montoneros y Julio Troxler, ex-subjefe de Policía de la Provincia de Buenos Aires, cercano al Peronismo de Base. La nómina se completó con los coroneles Luis César Perlinger y Juan Jaime Cesio, el obispo de La Rioja, monseñor Enrique Angelelli y el senador nacional Luis Carnevale.

El 4 de enero de 1974, la Policía Federal allanó en Buenos Aires las librerías Fausto, Atlántida, Rivero y Santa Fe, donde arrestó a los empleados por difundir libros. Algunos de los prohibidos eran La boca de la ballena, de Héctor Lastra; Territorios, de Marcelo Pichón Riviere; Sólo ángeles, de Enrique Medina y The Buenos Aires affaire, de Manuel Puig. Todos los ejemplares fueron secuestrados.

El 11 de mayo, el padre Carlos Mugica fue emboscado cuando salía de la iglesia de San Francisco Solano en Villa Luro donde acababa de celebrar misa. Según testigos, fue Rodolfo Eduardo Almirón, integrante jerarquizado de la Triple A quien lo baleó con un subfusil al abdomen y el tórax, lo que le produjo la muerte a los pocos minutos tras ser trasladado a un hospital. Según Miguel Bonasso, al conocerse la muerte, el dirigente peronista Arturo Sampay le dijo:

El asesinato del padre Mugica es la respuesta de Perón al retiro de ustedes en la Plaza. Es una operación maquiavélica destinada a que los militantes de la Tendencia se maten entre sí. Demasiado inteligente para que se le haya ocurrido al animal de López Rega. 

Hipólito Solari Yrigoyen

El martes 21 de noviembre, Solari Yrigoyen salió de su departamento de la avenida Santa Fe, su residencia secundaria, y fue en busca de su auto, estacionado en la cochera 171 del edificio de Marcelo T de Alvear 1276. Había comprado ese espacio en la década del '60 para guardar su Renault 6. Ese día tenía previsto dar un reportaje junto al dirigente sindical cordobés Agustín Tosco, al que había defendido en su condición de "preso político" y visitaba en la cárcel de Rawson  durante la dictadura del general Lanusse. Cuando Solari Yrigoyen colocó la llave en el tambor y la giró, la bomba estalló.  "El Renault 6 era un auto muy frágil y la onda expansiva se fue por todos lados. Si hubiera sido un coche compacto hubiera muerto instantáneamente. La bomba era para matarme. El coche voló contra la pared de enfrente y empezó a incendiarse. Dios me ayudó porque alcancé a salir, caí envuelto en sangre, y vinieron a auxiliarme", aseguró entonces Solari Yrigoyen


Alfredo Alberto Curuchet

Alfredo Alberto Curutchet  fue un abogado apodado El Cuqui fue secuestrado el 10 de septiembre de 1974 en la ciudad de Buenos Aires miembros de la Triple A lo introdujeron en un automóvil Falcon y lo llevaron a un descampado en la localidad de Beccar, cercana a Buenos Aires, donde lo mataron a tiros. De su velatorio participaron más de 10.000 personas, mientras que el fuero laboral de los tribunales de Córdoba cerró sus puertas en señal de duelo.

Rodolfo Ortega Peña

Rodolfo Ortega Peña fue asesinado el 31 de julio de 1974, un mes después del fallecimiento de Perón,  por un grupo de la organización terrorista peronista de ultraderecha Alianza Anticomunista Argentina (conocida como la «Triple A»),​ que lo acribilló cuando salía de su estudio, en el momento de su asesinato, el abogado tenia 38 años, y era diputado nacional por el peronismo. El cuerpo de Ortega Peña fue velado en sede sindical y los asistentes formaron un cortejo fúnebre para acompañar el féretro al cementerio, en la otra punta de la ciudad. Sin embargo, la policía les cortó el paso a las pocas cuadras.Frente a la Casa Rosada se escucharon algunos gritos contra Isabelita y las bandas de ultraderecha, lo cual fue la excusa que encontró el jefe de la Policía Federal y uno de los organizadores de la Triple A, el comisario Alberto Villar, para desatar la represión por haber dañado la investidura de la presidenta. Todos los asistentes al entierro fueron detenidos por orden de Villar, después de que las fuerzas policiales rodearan los autobuses que los trasladaban.
La represión fue de tal magnitud que incluso se produjeron persecuciones a caballo entre las tumbas, además de que varios legisladores, que recibieron golpes de porra por ello, debieron defender el féretro de la policía, que pretendía llevárselo. Cerca de 400 personas fueron detenidas ese día y no fueron liberadas hasta un mínimo de 15 horas más tarde. A las pocas semanas la Triple A arrojó volantes frente a algunas comisarías con listados de los 400 detenidos, con sus nombres completos y domicilios. En estos se anunciaba muerte para los señalados, que llegó a cumplirse en el caso del primero de la lista y, en el del segundo, quien no fuera encontrado en su domicilio, el escuadrón de la muerte decidiría acabar con la vida de su padre y hermano

Julio Troxler

Julio Troxler fue secuestrado en la mañana del 20 de septiembre de 1974, cuando iba a la Facultad de Derecho donde trabajaba; lo "levantaron" en un Peugeot 504 negro que luego ingresó por la calle Arcamendia en el barrio de Barracas, hasta desembocar frente al paredón de ladrillos que limita con el terraplén ferroviario; ya en el Pasaje Coronel Rico, los ocupantes del coche lo obligaron a bajar y le ordenaron caminar hacia la calle Suárez en el mismo sentido del vehículo. Julio Troxler caminó pocos pasos con las manos atadas a la espalda y cayó fulminado por una ráfaga de ametralladora disparada desde el auto. Así murió asesinado por la Triple A en Buenos Aires el 20 de septiembre de 1974.El comunicado de la Triple A decía: "La lista sigue. Murió Troxler y el próximo, para rimar, será Sandler". Se refería a una lista difundida con anterioridad con los nombres de Rodolfo Ortega Peña, Alfredo Alberto Curutchet, Atilio López, Troxler, Héctor Sandler, Horacio Sueldo, Bidegain, Héctor José Cámpora, Laguzzi, Betanín, Villanueva, Mario Firmenich, Carlos Caride, Taiana, Añón y Norma Arrostito.

Silvio Frondizi

El abogado Silvio Frondizi hermano del expresidente Arturo Frondizi fue asesinado el 24 septiembre de 1974 por el grupo parapolicial de la extrema derecha peronista Triple A en un grupo dirigido por el comisario Rodolfo Almirón.

Carlos Mugica

El sacerdote Carlos Mugica fue asesinado el 11 de mayo de 1974, después de las 8 de la noche, cuando fue emboscado en el momento en que se disponía a subir a su auto Renault 4 azul estacionado en la puerta de la iglesia de San Francisco Solano de la calle Zelada 4771 en el barrio porteño de Villa Luro donde acababa de celebrar misa. Mugica estaba acompañado de su amigo Ricardo Rubens Capelli. Fueron atacados con armas de fuego por varios hombres, entre los que la investigación judicial identificaría a Eduardo Almirón como autor inmediato. Mugica recibió 14 balazos de frente, mientras que Capelli recibió 4.
Ambos fueron trasladados al hospital Juan F. Salaberry del vecino barrio de Mataderos, donde fueron operados por el doctor Marcelo Larcade.
En el quirófano había al menos unas 300 personas, de uniforme y de civil: «había una banda de mafiosos adentro del quirófano que lo único que buscaba era la certificación de la muerte de Carlos».​ Al fallecer Mugica «hubo como una especie de desbande y luego salieron. El objetivo estaba cumplido. Era la certificación», dice el doctor Larcade. La operación de Mugica duró aproximadamente dos horas, pero por la gravedad y cantidad de las heridas sus posibilidades de sobrevivir eran muy pocas. Capelli fue trasladado al Rawson donde recibió la visita de Jorge Conti, yerno de José López Rega, acto que Capelli tomó como una amenaza de muerte. A partir de ese momento Capelli fue perseguido, amenazado e incluso mantenido como detenido-desaparecido en 1978. Fue Capelli precisamente el que años después indentificaría a Almirón como uno de los asesinos, porque él lo conocía del Ministerio de Bienestar Social, donde Alimirón se desempeñaba.
El doctor Larcade ha contado que el parte quirúrgico y la historia clínica que confeccionó inmediatamente después de la operación, desaparecieron y que nunca fue citado a declarar, algo completamente inusual cuando se trataba de muertes violentas.

arte de guerra nº 1 de la Triple A

Parte de guerra nº 1 de la Triple A, aparecido el 29 de diciembre de 1975. La Triple A fue organizada por el comisario Villar desde 1973, dirigida por el ministro de Bienestar Social José López Rega y financiada por fondos estadounidenses destinados a la lucha contra el narcotráfico.

Durante el gobierno de Isabel Perón (1974-1976)

El 31 de julio de 1974, en una intersección céntrica de la ciudad de Buenos Aires, el abogado de militantes de izquierda y diputado nacional Rodolfo Ortega Peña y su mujer fueron acribillados al descender de un taxi. En su funeral, las fuerzas de seguridad, tuvieron la orden del Jefe de la Policía Federal de dispersar a la multitud de personas que se aprestó a despedirlo, para lo que empleó balas de goma y gases.

El 6 de agosto de 1974 cuatro militantes peronistas fueron secuestrados por la triple A en sus domicilios, horas más tarde los cuerpos fueros encontrados acribillados en la ciudad de La Plata, el suboficial retirado Ireneo Chavéz y su hijo Rolando Chavéz; Luis Mancor, estudiante de periodismo y el titular del Sindicato Único de Pétroleros, Carlos Pierini.

El 7 de septiembre, la Triple A realizó un atentado en el domicilio familiar del entonces decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, Raúl Laguzzi. La vivienda se encontraba bajo custodia de la Policía Federal debido a las amenazas de muerte que sufría el decano. En el atentado falleció Pablo G. Laguzzi, hijo de Raúl, de cinco meses de edad. La Triple A se adjudicó el hecho, pero culpó de la muerte del infante al padre. Raúl Laguzzi y su mujer se exiliaron en México luego del hecho.

El 10 de septiembre el abogado Alfredo Alberto Curutchet en la localidad de San Isidro fue apresado en la vía pública, maniatado y acribillado por integrantes de la Triple A. El cuerpo del abogado fue encontrado muerto en una calle de la localidad de Béccar gracias a una denuncia policial anónima sobre ráfagas de subfusil en la zona. El cuerpo sin vida, «fue hallado boca abajo y maniatado con un cinturón de cuero, junto a él desparramadas en el suelo treinta y un cápsulas servidas calibre 9mm. y dos cartuchos servidos de escopeta calibre 12 mm».

El 20 de septiembre en horas del mediodía, el sub-jefe de la policía bonaerense Julio Troxler fue asesinado en el barrio porteño de Barracas, cuando un automóvil que transitaba a alta velocidad frenó junto Troxler y los tres o cuatro ocupantes del mismo le dispararon más de una veintena de proyectiles. Troxler ya había sido amenazado en varias oportunidades por la Triple A y su fotografía había sido proyectada en reuniones en la residencia presidencial de Olivos como propuesto para asesinato por José López Rega.

El 27 de septiembre, un grupo de ocho personas ingresaron a la casa de Silvio Frondizi y se lo llevaron por la fuerza. Su yerno, Luis Ángel Mendiburu intentó rescatarlo pero fue acribillado a balazos. Sólo tres horas después fue encontrado el cuerpo sin vida de Frondizi, y la Triple A hizo llegar un comunicado a los medios donde se adjudicaba el asesinato, justificándolo como un «ajusticiamiento» de un «traidor bolchevique».

El 15 de noviembre de 1974 Marta Adelina Zamaro y Nilsa Urquía fueron secuestradas por la Comisión Anticomunista del Litoral (CAL), una especie de versión santafesina de la Triple A. Sus cuerpos fueron hallados cerca de Esperanza al día siguiente con signos de tortura de picana, golpes y ahogamiento.

Durante noviembre de 1974, fueron realizadas atentados que se suponen de su autoría o que la misma fue reclamada por la misma organización: una bomba fue detonada en el local de la Juventud Peronista; una bomba contra la persona del recientemente designado interventor de la Universidad Nacional de Litoral; una bomba explotó en el local del Frente Antimperialista por el Socialismo (FAS) de San Fernando; en el local del FAS de Virreyes se detonó otra bomba; Manuel Carballo, miembro de la JP, fue baleado; varios militantes peronistas que se encontraban en la Unidad Básica «Evita» festejando el Día de la Madre fueron agredidos por un grupo de matones. 

Ese mes, un individuo disparó cinco tiros sobre Antonio José Delleroni y su mujer, Nélida Arana, cuando junto a varias personas aguardaban en un andén de la estación del Ferrocarril San Martín. Ambas víctimas habían actuado en el Peronismo de Base y habían defendido, como abogados, a numerosos presos políticos, Delleroni, por su parte, había llegado a ser miembro del PJ en General Sarmiento. La policía pudo atrapar al perpretador y determinó que se trataba de Ricardo Julio Villanueva. El asesino reconoció pertenecer al Movimiento Nacional Justicialista y domiciliarse en Medrano 70, sede de la «Escuela Superior de Conducción Política», vinculada a la UOM (Unión Obrera Metalúrgica) y al Consejo Superior Justicialista dirigido por el senador Martiarena. Declaró que venía siguiendo a Delleroni desde la víspera y que lo debía eliminar por ser este integrante del ERP. En una causa anterior por tenencia de armas de guerra, Ricardo Julio Villanueva hizo una solicitud de devolución de efectos personales en papel con membrete de la Juventud Peronista de la República Argentina dirigida por Julio Yessi (JPRA) y reconoció ser miembro «responsable» de la «Agrupación 20 de noviembre», adherida a dicha central. Además declaró ser empleado del Ministerio de Bienestar Social, dirigido por López Rega.

En diciembre, el automóvil en el que viajaba el diputado del FreJuLi Juan Luis Lucero fue acribillado desde otro coche en marcha, el diputado al momento era el presidente de la Comisión Investigadora de Apremios Ilegales y Torturas de la Legislatura de Santa Fe, y había dado a conocer los resultados de la investigación sobre la muerte del militante peronista Ángel Tacuarita Brandazza; hubo otro atentado sólo unos días de diferencia contra el mismo diputado, mediante una bomba instalada en su automóvil, que quedó totalmente destruido; en Buenos Aires, un grupo de personas ocupa la Unidad Básica «Evita Capitana» de Villa Detri, e incendia los muebles y las instalaciones, antes de retirarse del lugar escribieron en las paredes «Somos muchos» y «JPRA»; en la misma provincia Carlos Manco, colaborador de la Alianza Popular Revolucionaria, fue secuestrado, sometido a interrogatorios y golpeado durante dos días consecutivos y luego abandonado en las proximidades de Ramos Mejía, Manco fue introducido al local de la Asociación de Trabajadores de Sanidad y luego trasladado al sótano de una obra en construcción situada enfrente, antes de liberarlo los secuestradores le hicieron indicaciones amenazantes en el sentido de no mencionar a ATSA en sus declaraciones; una bomba estalló en la casa del doctor Viaggio, abogado y miembro del Partido Comunista, Viaggio era patrocinador de algunos refugiados chilenos llegados al país recientemente como asilados.

A fines de 1975, en un llamado «Parte de guerra Nº1», señala como elementos a ejecutar a los integrantes del siguiente listado de agrupaciones, que incluía desde organizaciones armadas hasta grupos de tendencia socialdemócrata:

  • Partido Comunista
  • Montoneros
  • Partido Peronista Auténtico
  • Ejército Revolucionario del Pueblo
  • Partido Revolucionario de los Trabajadores
  • Partido Socialista de los Trabajadores
  • Juventud Radical Revolucionaria
  • Partido Comunista Revolucionario

Fin de sus actividades

El 19 de julio de 1975, los Granaderos descubrieron, al desmontar la sede del renunciante López Rega en el Ministerio, un arsenal de armas de guerra, incluyendo subfusiles, granadas y fusiles de francotirador. El escándalo consecuente lo implicó, así como a Isabel, en acusaciones de corrupción por malversar fondos del gobierno.
Según el periodista Hernán López Echagüe, la actividad de la extrema derecha pasó a ser regenteada por el sindicalista Lorenzo Miguel,18 Esta apreciación fue desmentida por el ladero del sindicalista, el también metalúrgico Herminio Iglesias. 
El periodista Alberto Moya halló relaciones entre Miguel y la Triple A, desde el sur del conurbano, cuando el presidente del Concejo Deliberante de Quilmes, Indalecio Castro, le pasó el mando de la patota de su guardaespaldas, el «Polaco» Dubchak, al líder metalúrgico que ya regenteaba otras patotas. Ese vínculo nació en la misma ciudad de Quilmes de donde salió la mayoría de los integrantes de la revista El Caudillo, vocera de los intereses del peronismo ortodoxo que simpatizaba con la Triple A.
Antes del inicio del Proceso de Reorganización Nacional, la Triple A ya había sido desmantelada, y las acciones represivas fueron llevadas a cabo en lo sucesivo por los militares. Algunos investigadores, como el periodista Juan José Salinas sostienen que varios de sus miembros, como el de caso Aníbal Gordon, continuaron trabajando para los militares porque ya venían haciéndolo en la SIDE y otros entrenaron escuadrones de la muerte y bandas paramilitares en Centroamérica y Colombia.