La provincia se encuentra bajo tres tipos de climas.
Las escasas precipitaciones pluviales que caen en la planicie ocurren en verano y provienen de las masas de aire cálidas y húmedas del anticiclón del Atlántico. La acción del anticiclón del Pacífico domina el clima cordillerano, frío y con precipitaciones nivales en invierno. Pero el rasgo común que caracteriza al clima mendocino es la aridez.
Todo el territorio provincial presenta acentuada continentalidad y precipitaciones irregulares y esporádicas que, cuando se producen suelen ser muy intensas y provocar aluviones que dañan a la actividad agrícola y áreas urbanas. Para evitar esa acción destructora, favorecida por la fuerte pendiente y la falta de vegetación, se han construido canales y defensas que encauzan el desagüe superficial del agua de lluvias. El relieve modifica el régimen térmico y el pluvial. Así, mientras en las llanuras y áreas pedemontanas los veranos son muy cálidos, en las montañas predomina el frío.
Los vientos dominantes provienen del oeste, son fríos y particularmente peligrosos cuando están acompañados de nieve y viento blanco. En algunas condiciones atmosféricas particulares, esas masas de aire frío y húmedo cruzan los cordones montañosos sufriendo grandes cambios y llegan hasta las zonas bajas, como vientos secos y cálidos del tipo Zonda, que provoca bruscos aumentos de temperaturas muy peligrosos para los cultivos. La actividad agrícola es muy riesgosa debido a la cantidad de factores físicos adversos, ejemplo, sequedad y heladas; además sufren los fenómenos de convección que causan el granizo.
Régimen de lluvias
Las precipitaciones son escasas en la provincia. Alcanzan valores de 192 milímetros anuales en el este y de 343 milímetros en el sur. La zona de máxima aridez se registra en el noreste, con valores inferiores a los 100 milímetros de precipitación anual. El régimen de lluvias es estival, lo que significa que las mayores precipitaciones se registran en el período noviembre-marzo, con mayor intensidad en la época diciembre-febrero. La temperatura media anual es variable En el este, zona llana y de escasa altura respecto al nivel del mar, la media anual alcanza los 15,6º C, mientras que en el sudoeste la temperatura promedio anual es de 11,4º C. Las amplitudes térmicas, es decir, las diferencias entre las temperaturas medias anuales del verano y del invierno, oscilan entre los 13º C en el noroeste, en Uspallata, a 1.751 metros de altura, y 16,3º C, en la zona llana del este.
Los vientos
El áspero relieve del oeste mendocino, en los cordones montañosos de la cordillera principal, determina la poca humedad del ambiente. Los vientos del Pacífico, se elevan y pasan los Andes, donde pierden la humedad; atraviesan la cordillera vientos fríos y secos El viento que en cuyo se conoce como Zonda, se origina en el océano Pacífico sur, y al atravesar la cordillera, pierde su humedad en los faldeos cordilleranos de Chile, pasando como viento seco a las provincias andinas. Al descender, en el Baldeo oriental de la cordillera, se va calentando, hasta llegar a la región como un viento cálido, seco, sofocante, con temperaturas que pueden superar los 40º C El viento Zonda se manifiesta con mayor intensidad en los meses de agosto y septiembre. Los vientos del Atlántico, debido a la distancia con la región, tienen una acción perceptible en el verano. su acción origina las características tormentas del desierto, torrenciales, concentradas en espacio y tiempo, que se producen principalmente en el período diciembre-febrero.
Las estaciones
La primavera mendocina es corta y puede ser lluviosa. octubre suele ser el mes más agradable, dado que comienzan a llegar los vientos del Atlántico y el clima se toma menos seco y más cálido. El verano es lluvioso e inestable, con tormentas eléctricas y granizadas que producen graves daños en los cultivos. El otoño corto y agradable, tiene días soleados y serenos, pero pueden presentarse heladas prematuras muy dañinas. El invierno se caracteriza en las zonas de los valles y planicies, por días despejados, tibios y secos debido a la acción del viento Zonda. Esto contrasta con el sector sur, cuyos días son frescos, y con las altas montañas donde se producen tormentas de nieve
Cuando el aire procedente desde el oeste se topa con la Cordillera de los Andes, este obstáculo lo obliga a ascender.
En nuestro país, su nombre deriva de la Quebrada de Zonda, en San Juan, lugar donde “nace” dicho viento para el habitante de San Juan. Otras partes del mundo tienen vientos de características similares, siempre a sotavento de una montaña, cuando una corriente intensa tiene que atravesarla. Por ejemplo, el Foehn en los Alpes austríacos, el Chinook en las Montañas Rocallosas.
Ingreso del Zona en Mendoza
El Zonda es un viento caliente y seco que sopla en el occidente de la Argentina, a sotavento de la Cordillera de Los Andes, entre los 38 grados de latitud sur y el sur de Bolivia.
Es un viento muy característico de la región de Cuyo, y es conocido por ser sumamente rafagoso, por levantar “tormentas de polvo y tierra” y elevar la temperatura y la sequedad del aire.
La mayoría de las apariciones ocurren entre mayo y noviembre y más de la mitad de los eventos se registran entre mayo y agosto (otoño-invierno).
Incendio provocado por el Zonda
El viento zonda puede producir focos de incendios debido a sus altas temperaturas y sequedad. Además, el polvo levantado por el viento produce afecciones en los ojos y vías respiratorias y la intensa radiación solar puede producir quemaduras en la piel. Aparecen síntomas de languidez, angustia, dolor de cabeza, depresión, falta de coordinación e hiperactividad que conducen al rápido agotamiento.