Batalla de Sarandí

La Batalla del Rincón, victoria obtenida por Rivera el 24 de septiembre contra las fuerzas brasileñas comandadas por Mena Barreto, significó un importante revés para las fuerzas brasileñas que ocupaban Montevideo, bajo el gobierno del barón Carlos Federico Lecor. Las pérdidas fueron muy importantes en bajas de soldados, armamento y, sobre todo, por los cerca de 8.000 caballos que Rivera capturó en ese combate. En consecuencia, inmediatamente que la noticia fuera conocida, se organizó en Montevideo la salida de un cuerpo de tropa de alrededor de mil soldados brasileños, al mando del coronel Bento Manuel Ribeiro, con el plan de unirse al ejército brasileño que estaba en la campaña, comandado por el general Bento Gonçalves y que tenía una fuerza similar.

La Batalla

Enterado Lavalleja, que se encontraba en Durazno, de la salida de tropas brasileñas desde Montevideo, trató de impedir que éstas se unieran a las que bajo el mando de Gonçálves se desplazaban hacia el sur, desde las costas del Río Negro. El hostigamiento que Lavalleja intenta sobre la fuerza de Gonçálves no tuvo éxito, de modo que finalmente ambos ejércitos brasileños lograron reunirse.

En un gran esfuerzo, Lavalleja pudo reunir un contingente de número similar al brasileño, y enfrentó al ejército brasileño en las puntas del arroyo Sarandí, terrenos actualmente en jurisdicción del Departamento de Florida, el 12 de octubre de 1825.

En la madrugada del día 12, al llegar Lavalleja a las proximidades del arroyo Sarandí, recibió parte de las descubiertas, las cuales le informaban que el enemigo se encontraba a una legua de distancia. El jefe oriental dispuso su línea de batalla con frente Sur, ocupando las alturas que dominaban el camino al Paso de Polanco del Yí. Rivera se colocó a la izquierda de Lavalleja, apoyando su flanco descubierto en el arroyo Sarandí, Pablo Zufriategui al centro, sobre la derecha Manuel Oribe. Como reservas a la retaguardia y al centro, las Milicias de Maldonado, las de San José de Mayo y los Tiradores de la Patria.

Batalla de Sarandi

En la batalla de Sarandi Lavalleja estratégicamente consiguió dividir la formación del enemigo en dos. La derecha oriental fue atacada y por consiguiente se desestabilizó el bando izquierdo, que trataron de buscar apoyo en su centro. De ese modo las fuerzas del brasileño Alencastre fueron flanqueadas por las tropas de Rivera y las milicias de San José. Ante la confusión de las tropas luso-brasileñas decidieron dispersarse y huir rápidamente antes de ser sorprendidos con un ataque armado.

Mientras tanto, los imperiales brasileños llegaron a Sarandí del Yí y creyendo encontrar a Rivera en la margen derecha, se sorprendieron al verlo del otro lado del arroyo Sarandí. Luego de cruzar el arroyo Sarandí y alcanzar las primeras alturas, los brasileños se dieron cuenta de lo inevitable, observaron todo el dispositivo tendido, y notaron que no solo estaban las fuerzas de Rivera a su frente, sino también todas las fuerzas orientales tendidas en línea de batalla. Bento Manuel Ribeiro apreció la situación ventajosa de los orientales y no condujo el ataque, disponiendo la línea de batalla. El movimiento realizado por el ejército del Imperio del Brasil, puso a Lavalleja en una mala situación, obligándolo a cambiar su frente desde el sur hacia el oeste, pero ante el apremio y la rapidez con que se efectuó la maniobra se perdió el control de la formación, quedando Zufriategui al centro y Manuel Oribe a la derecha.

A las 8 de la mañana se inició la acción. La artillería oriental inició el fuego y alcanzaron tres disparos a la izquierda del ejército brasileño. Bento Manuel Ribeiro dio la orden de atacar, y al toque de degüello el ejército brasileño se lanzó sobre el ejército oriental.

Rivera se adelantó y cargó sobre Bento Gonçalves, mientras Oribe en el centro fue cargado sorpresivamente por las fuerzas imperiales de Álvaro de Alencastre, no pudiendo evitar que los disciplinados escuadrones del ejército imperial se infiltrasen en el dispositivo y llegaran hasta las reservas orientales, maniobra que pudo haber sido fatal para los intereses de las armas del ejército oriental. Comprendiendo esta situación, Lavalleja tomó a su cargo las reservas y las impulsó entre los brasileños, metiéndose en sus filas y arrollándolos hasta el centro de sus formaciones, dividiendo su dispositivo en dos. La derecha oriental atacó y desorganizó la izquierda de los brasileños, que trataba de buscar apoyo en su centro. De ese modo las fuerzas de Alencastre fueron flanqueadas por las tropas de Rivera y las milicias de San José de la reserva oriental, que iban en persecución de los dispersos de Bento Gonçalves; así, Oribe se pudo reponer y contraatacar.

La confusión del enemigo fue enorme y su dispersión completa. Los brasileños, que esperaban el fuego de las armas orientales, se hallaron de pronto cargados por la caballería que lo obligó a huir y los persiguió sin descanso.

Consecuencias

Como consecuencia de ello los orientales, ya constituídos en el Congreso de la Florida y habiendo solicitado previamente la reunificación con las Provincias Unidas del Río de la Plata, lograron despertar el interés de las Provincias Unidas. El Congreso General Constituyente reunido en la ciudad de Buenos Aires aprobó el 24 de octubre una Ley de Reincorporación de la Banda Oriental a las Provincias Unidas del Río de la Plata, volviendo a denominarla con el nombre que le había dado José Gervasio Artigas: Provincia Oriental.

De todos modos, el ejército brasileño retenía el dominio del nordeste, lo que le permitía mantenerse en contacto con su territorio metropolitano. Por tal motivo, se llevaron a cabo acciones para tratar de dominar esa zona, lo que permitió que el 31 de diciembre de 1825 los hombres al mando del coronel Leonardo Olivera lograran ocupar la Fortaleza de Santa Teresa, situada en el departamento de Rocha, cerca de la actual frontera con el Brasil, desalojando de ella a la fuerza ocupante.

A partir de ello, las fuerzas brasileñas solamente ocupaban las ciudades sitiadas de Colonia y Montevideo. Actualmente, a pocos kilómetros de donde tuvo lugar la batalla, está la pequeña ciudad llamada Sarandí Grande.