Lo mismo que Roque Sáenz Peña, Victorino de la Plaza no tuvo necesidad de intervenir en los asuntos políticos de las provincias.
Solo tuvo que intervenir en dos ocasiones en las provincias una haciéndolo por una ley del Congreso, y la otra por decreto,
Victorino de la Plaza denunciaba ya en 1903 que se había inventado "como arma política el doble sistema de intervenciones amplias, para inmiscuirse indebida e injustificadamente en asuntos privativos de la exclusiva administración provincial, como si hubiera intervenciones para administrar, y también para derrocar gobiernos y otras autoridades de las provincias, en abierta oposición con lo que la Constitución dispone, atribuyéndose funciones que incumben exclusivamente a las legislaturas de los estados; y el de las intervenciones restringidas, cuando se trata de tolerar y amparar paniaguados, siempre que así conviene a los fines de una política funesta, con la cual se ha rebajado todo sentimiento de delicadeza e independencia local en el manejo de los propios asuntos: y como por medio de esa constante amenaza se ha reducido a los gobernadores, legisladores y demás autoridades legales al denigrante papel de meros instrumentos de la dictadura del presidente".
El presidente Victorino de la Plaza dispuso la Intervención y designó para cumplir ese objetivo al ministro de Marina, vicealmirante Juan Pablo Saenz Valiente, quien llegó a Corrientes en vísperas de los comicios nacionales, haciéndose cargo del Gobierno y presidiendo las tareas electorales tanto provinciales como nacionales.
El 30 de setiembre de 1915, el poder ejecutivo y el legislativo de Catamarca solicitaron la intervención nacional, que fue decretada previo acuerdo del Congreso. Carlos A. Aldao fue designado interventor. Asumió el mando en la provincia intervenida, presidió las elecciones y dio por terminada su misión después de dejar constituidos los poderes.
La otra intervención tuvo por objeto la provincia de Corrientes, por decreto suscripto en acuerdo de ministros el 22 de marzo de 1916. Fue designado interventor el vicealmirante Sáenz Valiente, ministro de marina.
La causa fue el conflicto entre la legislatura y el gobernador Mariano V. Loza; este último fue declarado cesante acusado de haberse excedido en el goce de una licencia temporaria. Sáenz Valiente asumió el mando en la provincia y resolvió el caso considerando nula la sanción legislativa que declaraba cesante al gobernador. Entregó el mando a éste y dio por terminada la misión..