A fines de septiembre se reabrió la Cárcel de Ushuaia de la Armada Argentina, que en 1947, durante el gobierno de Juan D. Perón, el penal fue clausurado por su entonces director Roberto Pettinato por razones humanitarias.
Durante la dictadura de Lonardi serán detenidos los sindicalistas Andrés Framini, J. Natalini, José Espejo, Eduardo Vuletich, Hugo Di Pietro, José Alonso, así como Héctor J. Cámpora -quien años después sería elegido presidente de la Nación- junto a 2.200 dirigentes más que fueron recluidos en el penal de Ushuaia.
Se producirá una persecución muy violenta a la clase trabajadora. Eso implica la intervención de todos los sindicatos, que lleva a que los sectores más antiperonistas y reaccionarios a través de lo que se llamaban los comandos civiles coparan a punta de pistola los sindicatos y trataran por todos los medios de poner gente adicta como interventores.
Eso generará una gran resistencia que poco a poco se va conformando.
El penal de Ushuaia fue clausurado el 21 de marzo de 1947 por Roberto Pettinato (padre) por órdenes del presidente Juan Domingo Perón, basado en motivos humanitarios, pero fue abierto por la revolución libertadora en 1955 usada para alojar presos políticos.