Además de la industrialización, también hubo lugar para la educación: se multiplicaron las escuelas de educación técnica, abriendo una década (1963-1974) en la que Argentina registraría las tasas de crecimiento más altas del mundo, y se reduciría importantemente la pobreza.
Como muestra de la importancia de la ciencia y tecnología, durante su gestión se dio aliento al INTI, al INTA, al Consejo Nacional de Educación Técnica (CONET) con representación estatal, patronal y sindical, y al CONICET, presidido por el Premio Nobel Bernardo Houssay.
El Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) es un organismo argentino creado mediante el Decreto Ley 17.138 del 27 de diciembre de 1957, en el marco del surgimiento de un conjunto de instituciones nacionales destinadas a poner en movimiento, de manera planificada, la inversión pública, la ciencia, la tecnología y el deporte. Se trata de un ente autárquico que funciona bajo la órbita del Ministerio de Producción y Trabajo, cuya misión es acompañar e impulsar el crecimiento de las pymes argentinas, promoviendo el desarrollo industrial federal mediante la innovación y la transferencia de tecnología.
El INTA es un instituto de investigación de vanguardia en el desarrollo agro-tecnológico mundial, que está junto al productor y sus necesidades asistiendo a los sectores sociales que merecen atención. De este modo, proyecta sus acciones para alcanzar competitividad, sostenibilidad social y económica con sentido nacional, priorizando la sustentabilidad ambiental de los territorios. Sus esfuerzos se orientan a la innovación como motor del desarrollo e integra capacidades para fomentar la cooperación interinstitucional, generar conocimientos y tecnologías y ponerlos al servicio del sector a través de sus sistemas de extensión, información y comunicación. El resultado del trabajo del INTA le permite al país alcanzar mayor potencialidad y oportunidades para acceder a los mercados regionales e internacionales con productos y servicios de alto valor agregado.
El 17 de mayo de 1951 durante el primer gobierno de Juan Domingo Perón se creó el CONITYC por decreto 9695 de 1951, la estructura integraba y perfeccionaba a otros organismos creados con anterioridad por el mismo gobierno, cuya implementación estaba ligada a las necesidades del primer plan quinquenal. El objetivo del organismo era propender a la investigación y a la formación de científicos y técnicos que colaboraran con el desarrollo argentino en todas las áreas de acuerdo a lo establecido por el artículo 376 de la Constitución Nacional de 1949 que enunciaba: “...El Estado encomienda a las universidades la enseñanza en el grado superior, que prepare a la juventud para el cultivo de las ciencias al servicio de los fines espirituales y del engrandecimiento de la Nación y para el ejercicio de las profesiones y de las artes técnicas en función del bien de la colectividad...
En su primera etapa el CONITYC congregó a importantes científicos, como el físico José Balseiro, Enrique Gaviola, el ingeniero nuclear Otto Gamba y el astrónomo Juan
Este organismo fue desmantelado tras la autodenominada Revolución Libertadora que derrocó a Perón en 1955 y refundado con el nombre de CONICET el 5 de febrero de 1958, bajo la dirección de Bernardo Houssay, Premio Nobel de Medicina, durante el gobierno de facto del general Pedro Eugenio Aramburu. El segundo CONICET, durante el gobierno de Frondizi, en 1960 introdujo las figuras del Investigador y el Profesional de Apoyo, ambos de carrera, disponiendo el financiamiento de la investigación para permitir que los científicos pudieran dedicarse de forma permanente y completa a lo que decenios más tarde se conocería como I+D. Junto con ello, se definió un programa nacional de becas para la investigación y otro de subsidios para la investigación privada.
La nueva administración desarrollista de Arturo Frondizi incorporó la redenominación de la Universidad Obrera Nacional (escuela técnica inaugurada por Perón en 1948) como Universidad Tecnológica Nacional, hecha a través de la sanción de la Ley 14.855 del 14 de octubre de 1959 que le dio su nueva autonomía. En las siguientes décadas la UTN se convirtió en la casa de estudios líder para la formación de los nuevos ingenieros tecnológicos del país.
Los fines específicos de la Universidad Tecnológica Nacional, son:
Preparar profesionales en el ámbito de la tecnología para satisfacer las necesidades correspondientes de la industria, sin descuidar la formación cultural y humanística, que los haga aptos para desenvolverse en un plano directivo dentro de la industria y la sociedad creando un espíritu de solidaridad social y mutua comprensión en las relaciones entre el capital y el trabajo. Artículo 2 de la Ley Nacional Nº 14855
Es importante destacar que desde su creación han egresado más de 30.000 profesionales de sus 17 carreras de grado, lo que equivale a casi la mitad de ingenieros del país. Por otra parte, su extensión geográfica se traduce en una capacidad de absorción de alumnado - 70.000 cursantes - que equivale a más del 50 % de todos los estudiantes de Ingeniería del país. La Universidad es gratuita a quienes aprueben el examen de ingreso, cuyos temas abarcan las áreas de matemática, orientación universitaria y física.
Bernardo Houssay fue presidente de la Asociación Argentina para el Progreso de las Ciencias, de la Academia Nacional de Medicina, de la Sociedad Argentina de Biología y de la Federación Internacional de Diabetes. Debido a su importancia en este campo de la medicina también tuvo la oportunidad de dictar cursos en las instituciones más importantes del mundo y recibió condecoraciones por parte de los gobiernos de Francia, Bélgica y Chile. Promovió activamente la creación del CONICET en 1958, y fue su primer presidente, ocupando ese puesto hasta su muerte.
La Universidad Tecnológica Nacional (UTN) es una universidad pública nacional de Argentina, fundada en 1959 por el presidente Arturo Frondizi, como una continuación de la Universidad Obrera Nacional del 19 de agosto de 1948.
Es la única universidad del país con una organización federal y cuya estructura académica tiene a las ingenierías como objetivo prioritario.
Ante el inminente desarrollo de la industria nacional, comienzan a surgir demandas de enseñanza práctica de distintos sectores que exigen al entonces Ministerio de Educación y Justicia de la Nación, crear escuelas técnicas y de formación en oficios, paralelamente a la creación de organismos especializados de conducción y supervisión de todas las escuelas.
Dentro de este marco se crea el CO.N.E.T. y se normaliza la U.O.N. (Universidad Obrera Nacional). En el ´55, con la caída de Perón, son intervenidas la C.N.A.O.P. (Comisión Nacional de Aprendizaje y Orientación Profesional), la U.O.N. y la U.T.N. (Universidad Tecnológica Nacional), hasta 1959 convivieron las dos primeras. Se crea el CO.N.E.T. argumentando en pro de la eficiencia la superposición de funciones y acciones de la C.N.A.O.P. y la D.G.E.T. (Dirección General de Educación Técnica), revitalizando la postura de la segunda (más tecnocrática) como "renovación" debida al desarrollismo y en detrimento de la primera. El CO.N.E.T. tuvo la dirección, supervisión y organización de la educación técnica y la formación profesional en todo el país (la cantidad de representantes obreros en su gobierno fue de sólo uno, cuando en el peronismo eran todos provenientes de ese sector productivo).
También rompió la unidad del circuito al desvincularlas de la U.O.N. porque por Decreto 14538/44, se crea la Comisión Nacional de Aprendizaje y Orientación Profesional (CNAOP) que, posteriormente, ante la necesidad de uniformar y agilizar lo relacionado con la enseñanza técnica y profesional determinó que ésta se fusionara con la Dirección Nacional de Enseñanza Técnica, dando origen al Consejo Nacional de Educación Técnica (CO.N.E.T.), creado como organismo autárquico mediante la Ley Nº 15.240 sancionada en el año 1959.
En 1963 puede ubicarse el primer intento de reordenamiento del C.O.N.E.T.: se establece una nueva organización administrativa y curricular, las escuelas medias para adolescentes son unificadas como E.N.E.T. -Escuela Nacional de Educación Técnica- (se cierran todas las heredadas de la C.N.A.O.P.). Una visión humanista clásica impregnaba el currículo y reproducía las jerarquías clásicas entre saberes puros y aplicados, entre teoría y práctica. En el imaginario frondizista la vinculación entre educación y trabajo se producía por la aplicación de los conocimientos.
Justo cuando los debates de la batalla del petróleo alcanzaban su pico máximo de tensión, se presentó un nuevo problema originario de la Revolución Libertadora: la reglamentación del decreto 6403/55, el cual había sido promovido por el ministro de Educación Atilio Dell'Oro Maini (conservador de afiliación católica). Este decreto autorizaba el funcionamiento de universidades privadas. Sin embargo, a fines de agosto de 1958, el gobierno quiso concretar la vigencia del artículo 28, para así permitir a las universidades privadas (aunque algunas inexistentes, pero en proyecto), de expedir títulos habilitantes. Muchas de estas nuevas universidades eran católicas.
Durante la dictadura de 1955 el gobierno militar autorizo a las universidades privadas, pero ante la resistencia estudiantil dejo la medida en suspenso. En 1958 Frondizi dio implemento el decreto ley dando vía libre a la medida lo que causo grande manifestaciones en Buenos Aires