En el año 1962 hubo elecciones legislativas para renovar la mitad de la Cámara de Diputados y la totalidad de los gobiernos provinciales con excepción de Mendoza, Misiones, Santa Fe, San Luis, La Pampa, y Catamarca. Estas fueron las últimas elecciones durante el gobierno de Arturo Frondizi, de la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI), y la única ocasión desde el golpe de estado de 1955 hasta las elecciones de 1987 en que un gobierno constitucional llegaría a su segunda renovación legislativa. En estas elecciones se retiró parcialmente la proscripción al peronismo, permitiendo que varios partidos de ideología similar al peronismo participaran. A pesar de los planteos militares en su contra, Frondizi se negó a prohibir la participación del peronismo pese a las presiones del sector militar.
La provincia de Buenos Aires es, por amplia diferencia, el territorio más poblado de la Argentina, lo que la convierte en un distrito electoral decisivo en los comicios nacionales, puesto que en dicha provincia reside más de un tercio (38%) del electorado registrado. Al momento de realizarse los comicios, en 1962, solo un presidente, Hipólito Yrigoyen, en 1916, había ganado las elecciones presidenciales sin imponerse en Buenos Aires. De hecho, la situación no volvería a repetirse hasta casi cien años después, en las elecciones de 2015. Obtener y retener el control de la gobernación bonaerense se considera, también, clave para la estabilidad de un gobierno electo
El gobierno de Frondizi llegó al poder condicionado por el hecho de depender institucionalmente del ejército, que en las elecciones había apoyado al radical del pueblo Ricardo Balbín, y electoralmente del peronismo, ambas fuerzas absolutamente contrarias. En las elecciones de medio término de 1960, el peronismo retiró su apoyo al frondizismo, que logró ganar en la práctica al ser la fuerza política más votada, pero quedó en segunda minoría detrás de los votos en blanco y anulados, que superaron el 25% de los sufragios emitidos y constituían la única forma de expresión del peronismo proscrito. Al mismo tiempo, comenzaron a surgir en el país movimientos neoperonistas, que deseaban concurrir a las elecciones. Pese a las presiones del ejército, Frondizi permitió que estos presentaran candidaturas a las elecciones legislativas y provinciales de 1962
Perón Candidato
Perón desde el exilio, anunció que se presentaría una fórmula integrada por el líder sindical Andrés Framini para gobernador y él mismo como vicegobernador en Buenos Aires. El anuncio generó conmoción entre los militares y las fuerzas antiperonistas, el Ministro del Interior Alfredo Vítolo, declaró que no permitiría la candidatura de Perón. Simultáneamente, el juez electoral Leopoldo Isaurralde anunció que no habilitaría la candidatura de Perón, y el cardenal Antonio Caggiano mencionó públicamente que Perón había sido excomulgado por la Iglesia católica.
Ante los problemas de la candidatura de Perón , este es reemplazado por Francisco Marcos Anglada., y finalmente, Framini fue candidato, y su compañero de fórmula fue Francisco Marcos Anglada. con la sigla partidaria por la que se presentaron a la gobernación fue Unión Popular (UP), partido fundado poco después del golpe de estado.1 Poco después del anuncio, el Partido Socialista Argentino, liderado por Alfredo Palacios y Alicia Moreau de Justo, declaró su apoyo a la fórmula peronista, retirando a tal fin sus candidaturas ejecutivas, aunque mantuvo listas legislativas.
El oficialismo provincial, la UCRI, presentó al abogado Guillermo Acuña Anzorena, quien fue proclamado candidato mucho tiempo antes de las elecciones, a principios de julio de 1961. Para tal fin renunció a su cargo como Ministro de Trabajo y Previsión, el 30 de junio del mismo año. Su compañero de fórmula y candidato a vicegobernador sería Horacio J. Zubiri. La Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP), principal oposición a nivel nacional después del peronismo, presentó las candidaturas de Crisólogo Larralde para gobernador, y Fernando Solá para vicegobernador. Otros candidatos destacables eran Julio César Cueto Rúa, de la Unión Conservadora, y Teodoro Bronzini, del Partido Socialista Democrático (PSD).
Campaña
La campaña del peronismo fue vertiginosa y se basó en la idea del retorno de Perón a la Argentina, y de hecho, el principal eslogan de campaña de Framini fue "¡Framini-Anglada, Perón en la Rosada!"
Framini realizó una extensa gira por la provincia, finalizando con un discurso en San Isidro ante miles de personas, mientras que varios medios de comunicación, como el diario La Nación, denunciaron que Framini había pactado con Frondizi para mantener la proscripción sobre Perón, este denunció y refutó dichos rumores, declarando además que funcionarios del gobierno frondizista habían tratado de convencerlo de retirar su candidatura, pero por su parte, Perón declaró que no era buena idea concurrir a los comicios y llamó a la abstención. Sin embargo, para entonces el ambiente concurrencista se encontraba en su apogeo y muy pocos peronistas obedecieron la orden.
Crisólogo Larralde, candidato del radicalismo del pueblo, evitó las grandes concentraciones y los discursos largos durante la campaña debido a al mal estado de su salud, pero sin embargo, decidió asistir a un acto del Comité Seccional de la UCRP en la localidad de Berisso el 23 de febrero de 1962. Allí, mientras daba un discurso sobre la situación socioeconómica de la provincia y sus propuestas para la gobernación, repentinamente Larralde sufrió un infarto y murió, siendo rápidamente reemplazado como candidato por el candidato a vicegobernador Fernando Solá, cuyo reemplazo como compañero de fórmula sería Emilio Parodi. Sin embargo, la muerte repentina de Larralde fue un fuerte golpe para la UCRP, que perdía a uno de sus principales dirigentes, y el cambio repentino a menos de un mes de las elecciones afectó considerablemente sus posibilidades de ganar.
Las elecciones legislativas de Argentina de 1962 se llevaron a cabo el 18 de marzo del mencionado año con el objetivo de renovar la mitad de la Cámara de Diputados y la totalidad de los gobiernos provinciales con excepción de Mendoza, Misiones, Santa Fe, San Luis, La Pampa, y Catamarca. Fueron las últimas elecciones durante el gobierno de Arturo Frondizi, de la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI), y la única ocasión desde el golpe de estado de 1955 hasta las elecciones de 1987 en que un gobierno constitucional llegaría a su segunda renovación legislativa.
Contexto en elecciones legislativas
La incapacidad de Frondizi para levantar la proscripción llevaron a Perón a apoyar partidos de ideología similar al peronismo, como la Unión Popular de Juan Atilio Bramuglia. Dicho partido propuso a Andrés Framini como candidato a Gobernador de la Provincia de Buenos Aires (que en ese momento albergaba el 38% de la población total del país). Inicialmente, Framini escogió al propio Perón como compañero de fórmula simbólico (bajo la idea de que esto le daría una victoria fácil). Sin embargo, Frondizi se vio obligado a rechazar la candidatura y declararla nula por presión militar.3 Entonces escogió a Marcos Anglada, siendo su eslogan no oficial de campaña: "¡Framini-Anglada, Perón a la Rosada!". La clara referencia a la Casa Rosada puso a los antiperonistas y al ejército en alerta cuando, de hecho, los apoderados de Perón ganaron cinco gobernaciones en juego, la victoria de Framini en la importante Provincia de Buenos Aires. El presidente Frondizi se vio obligado a intervenir las provincias donde ganó el peronismo, aunque se opuso a anular el resultado.
En el lapso que va desde el 6 de febrero al 29 de marzo las elecciones se fueron realizaron de forma dispar. El 17 de diciembre se llevaron a cabo elecciones en San Luis, Catamarca, Santa Fe, y Santigo del Estero, y el 25 de febrero de 1962 en La Rioja. La UCRI triunfo en todas aquellas provincias, posiblemente porque la oposición había presentado listas con alianzas algo confusas, además el triunfo fue consecuencia de los beneficios que se están generando por la aplicación de medidas que respondían al plan de desarrollo. La victoria en centros industriales, como Rosario, dio una esperanza de continuidad para el gobierno, lo que llevó a un militar golpista a decir "a Frondizi hay que voltearlo antes de las elecciones, porque si se afirma, no lo tiramos más". La derrota en la estratégica provincia de Buenos Aires trajo una crisis política de graves consecuencias para el gobierno.4 El 18 de marzo se realizaron elecciones en las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos, Mendoza, Corrientes, La Pampa, Tucumán, Chaco, Río Negro, Neuquén y en la ciudad de Buenos Aires.5 En Capital, Entre Ríos, Corrientes, Formosa, La Pampa, La Rioja y Santa Cruz ganó el oficialismo. En la provincia de Buenos Aires, Tucumán, Santiago del Estero, Chaco y Río Negro ganó el peronismo que se presentó como "Unidad Popular", la UCRP ganó en Córdoba, mientras que en el Movimiento Popular Neuquino triunfó en Neuquen, el Partido Democrata ganó en Mendoza
A pesar de que Frondizi se comprometió a obedecer las demandas de los militares, estos supusieron que la apertura política del presidente había ido demasiado lejos, por lo que el 28 de marzo, diez días después de las elecciones, se ejecutó un golpe de estado en su contra, siendo Frondizi destituido y reemplazado por el Presidente del Senado, José María Guido quien el 1 de mayo fue obligado por los militares a declarar nulos los resultados de todos los procesos electorales celebrados en marzo.
El sindicalista peronista Andrés Framini votando en la elección que ganó para gobernador de la provincia de Buenos Aires pero por presión militar no pudo asumir el cargo.
Consecuencias
Después de que se conociera el resultado, el liderazgo de las Fuerzas Armadas reaccionó con pánico ante la victoria peronista en gran parte del país, principalmente la de Framini en Buenos Aires, y se realizó un planteo de golpe de estado. El presidente Frondizi trató de calmar al ejército interviniendo las provincias donde ganó el peronismo y de este modo, la idea de que Framini asumiera el cargo quedó en suspenso y Oscar Alende, el gobernador incumbente, debió abandonarlo el 20 de marzo, dos días después de las elecciones, para entregar el mando al interventor Jorge Bermúdez Emparanza.
A pesar de la intervención, Frondizi no tenía intenciones de anular los comicios y se negó a hacerlo, su objetivo era que la intervención fuera un paréntesis entre la crisis en el seno de las Fuerzas Armadas y la ascensión de los cargos electos.
Durante ese período, Frondizi podría negociar con el ejército y al mismo tiempo defender el resultado electoral, pero simultáneamente, a nivel internacional, periódicos como el Wall Street Journal escribieron artículos considerando las elecciones como anuladas, y resaltando una inmadurez política considerada inusual en un país con casi un siglo y medio de independencia. También definieron a Perón como "dictador con apoyo comunista".
Las intervenciones de las provincias con gobernadores peronistas electos no pudieron salvar al gobierno constitucional, que ya había perdido toda la confianza de la élite militar. El 29 de marzo se produjo un golpe de estado que derrocó y detuvo a Frondizi. Este fue reemplazado por el Presidente provisional del Senado, José María Guido, que anuló definitivamente las elecciones y clausuró el Congreso. Dado que el ejecutivo no tiene la potestad de anular elecciones, la dirigencia peronista no reconoció las acciones de Guido y Framini el 1 de mayo se presentó a asumir el cargo escoltado por sus seguidores, labrándose un acta en la que se lo rechazaba como tal. Se desató una protesta que culminó con una fuerte represión policial.