La vegetación misionera se presenta claramente como una formación selvática, muy densa y con especies cuyas diferentes alturas determinan estratos, donde se encuentran plantas trepadoras, epífitas (las que producen su propio alimento y usan como apoyo el tronco de otros árboles) y enredaderas. La selva misionera o monte, de alto régimen pluviométrico, prolonga en nuestro país la selva brasileña que sigue el curso del río Paraná. Presenta más de dos mil especies que crecen como en un enorme invernadero, donde la temperatura y la humedad son elevadas. Desde el suelo hasta la copa de los árboles más altos las especies se van desarrollando según sus posibilidades. En el estrato superior se encuentran los árboles de mayor altura, que pueden llegar hasta los 30 40 metros, y los de menor porte que crecen debajo de los gigantes. En el estrato intermedio se desarrollan los arbustos y en el inferior se extiende un manto de hierbas. Además hay un último estrato formado por musgos, helechos muy pequeños y las hojas que caen de los árboles.
La selva misionera, es parte de la formación vegetal neotropical del bosque atlántico, compartido con Brasil y Paraguay. Es la prolongación más meridional de la selva paranaense, que hasta mediados del siglo XX abarcaba gran parte de lo que hoy son los estados brasileños de Paraná, Santa Catarina, el extremo norte de Río Grande del Sur y el este del Paraguay. La selva misionera se encuentra en el corredor verde de Misiones.
Es una de las regiones más biodiversas de la Argentina, con alrededor de 3.000 especies de plantas vasculares y 500 especies de aves. Es el hábitat del yaguareté y donde se concentran la mayor cantidad de individuos en Argentina.
La selva misionera es una selva subtropical con veranos cálidos e inviernos relativamente fríos. Es una formación vegetal beneficiada por suelos muy ricos en materia orgánica, mucho sol y clima cálido y perhúmedo (más de 1000 mm de precipitaciones al año). Posee una foresta densa y exuberante. En las latitudes tropicales, la selva misionera mantiene gran parte de las características de una pluvisilva tropical con zonas semejantes a la laurisilva y abundantes latifoliadas.
La selva misionera es un sumidero de carbono, concentrando 920.995 Gigagramos (Gg) de CO2.
La selva misionera ocupa actualmente un 35% del territorio de la provincia de Misiones. Hasta mediados del siglo XIX la selva cubría la totalidad de la actual provincia de Misiones. Hacia 1950 la superficie forestal autóctona en Misiones cubría 2.700.000 ha. En la década de los 90 la selva se había reducido en un 44%.
Las causas de la deforestación son la instalación de actividades agrícolas, como las plantaciones de té, tabaco y yerba mate, y las actividades de la industria maderera. La deforestación tuvo varios momentos diferentes, desde las misiones jesuíticas que buscaron instalar prácticas agrícolas y fomentaron el cultivo de la yerba mate, hasta los ideales de civilización y progreso de finales del siglo XIX que veían a la selva como un lugar inhóspito que debía ser conquistado rápidamente para su explotación económica.
Para proteger la superficie forestal existente, se sancionó la ley provincial XVI - N° 105, Ley de Ordenamiento de los Bosques Nativos, y sus decretos reglamentarios. Estos establecían a 201710 un total de 1.200.000 hectáreas de bosque nativo que no pueden ser deforestadas, encuadrándolas en las categorías I y II de la Ley de Bosque Nativo. El sistema de gestión de recursos protegidos de la selva misionera cuenta con más de 100 unidades diferentes de conservación, entre parques, reservas, monumentos naturales, áreas y refugios de vida silvestre.
Guatambú (Balfourodendron riedelianum)
Este árbol, que pertenece a la familia de las Rutaceae, se localiza en Brasil, Argentina y Paraguay. Usualmente tiene un crecimiento de 1,6 metros por año, debido a lo cual puede llegar hasta los 18 metros de altura. El guatambú tiene un tronco recto, con un diámetro aproximado de 0,75 metros. La copa es globosa y está formada por hojas trifoliadas en tonos verdes.
Es un árbol que crece en climas subtropicales. En el bosque alto, esta especie tiene una alta densidad por hectárea, a pesar de ser poco tolerante a la sequía.
La madera que se obtiene de este árbol tiene un color blanco amarillento, siendo ampliamente utilizada en la industria maderera. Se emplea, por ejemplo, en la fabricación del piso de parqué, la mueblería y la elaboración de las tablas de skate.
Palo rosa (Aspidosperma polyneuron)
El palo rosa, también llamado popularmente como peroba rosa, es un árbol nativo de Argentina, Paraguay y Brasil. En 1986, el palo rosa fue de declarado monumento natural de la provincia argentina de Misiones. Es un árbol emergente que crece aproximadamente 40 metros de altura. La copa domina sobre el resto de los árboles que lo rodean, formando así extensos y densos rodales. La floración ocurre de septiembre a noviembre, mientras que la fructificación tiene lugar durante los meses de octubre a noviembre.
La madera del Aspidosperma polyneuron es rosada oscura, con un peso de 0,7 g/cm3. Debido a su alta resistencia y fortaleza es empleada en la carpintería, en la elaboración de muebles y en la construcción. También es ampliamente utilizada en la apicultura, como una especie melífera.
Curupáy (Anadenanthera colubrina)
Este árbol, originario de Suramérica, crece rápidamente de 1 a 1,5 metros al año. Debido a esto pudiera alcanzar una altura máxima de 30 metros. Su corteza es de color gris oscuro, con numerosas espinas. Con relación a las hojas, tienen la particularidad que se doblan en la noche. La floración de esta especie ocurre de septiembre a diciembre. El curupay se distribuye en Bolivia, Argentina, Brasil, Ecuador, Perú, Paraguay y Chile. Se desarrolla en colinas rocosas cercanas a los ríos, donde el suelo se encuentre bien drenado.
La madera es utilizada para construir puertas, vigas, pisos y marcos de ventanas. En las fincas suele emplearse para construir las cercas, debido a que no son atacadas por las termitas.
Ceibo (Erythrina crista-galli)
Esta especie suramericana pertenece a la subfamilia Faboideae, encontrándose distribuida al centro-este y al noreste de Argentina, en Bolivia, Uruguay y Paraguay. El árbol y la flor del ceibo son símbolos naturales nacionales de Uruguay y de Argentina. El ceibo o bucaré es un árbol que tiene una altura entre 5 y 10 metros, aunque pudiera alcanzar los 20 metros. Tiene una raíz pivotante, con varias nudosidades. Estas se deben a la presencia de bacterias nitrificantes que habitan en simbiosis en las raíces, donde fijan el nitrógeno absorbido. El tallo es irregular, tortuoso y leñoso, con ramas espinosas que se secan tras la floración. Las flores son rojas y se presentan en forma de inflorescencia arracimadas. Estas son completas, pentámeras y de simetría bilateral.
Flora de la provincia de Misiones
La vegetación misionera se presenta claramente como una formación selvática, muy densa y con especies cuyas diferentes alturas determinan estratos, donde se encuentran plantas trepadoras, epífitas (las que producen su propio alimento y usan como apoyo el tronco de otros árboles) y enredaderas. La selva misionera o monte, de alto régimen pluviométrico, prolonga en nuestro país la selva brasileña que sigue el curso del río Paraná. Presenta más de dos mil especies que crecen como en un enorme invernadero, donde la temperatura y la humedad son elevadas. Desde el suelo hasta la copa de los árboles más altos las especies se van desarrollando según sus posibilidades. En el estrato superior se encuentran los árboles de mayor altura, que pueden llegar hasta los 30 40 metros, y los de menor porte que crecen debajo de los gigantes. En el estrato intermedio se desarrollan los arbustos y en el inferior se extiende un manto de hierbas. Además hay un último estrato formado por musgos, helechos muy pequeños y las hojas que caen de los árboles. Entre las especies más importantes se hallan el cedro misionero, el lapacho, el timbó, el ybira-pitá, el pino Paraná o cury, el guatambú, el peteribí, el anchico, la palmera, el cedro maco, el incienso, el laurel blanco y el laurel negro, el palo rosa, la cancharana, el rabo-itá, la maría preta, la mora blanca y el urunday, entre otras. Misiones también es famosa por sus orquídeas, ya que concentra el 50% de las especies existentes en nuestro país.
Misiones y la región de las Flores
Se encuentra ubicada en el corazón de la provincia de Misiones, más precisamente al centro oeste. A unos 100 Km. de las Cataratas del Iguazú. Está conformada por los municipios de Ruíz de Montoya, Capíovi, Puerto Rico, Garuhapé, El Alcazar, Caraguatay y Montecarlo. Cada uno de estos municipios tiene algo diferente para ofrecer; sin embargo, la naturaleza circundante y la paz son cualidades que se repiten a lo largo de la región.
En la Región de las Flores, usted podrá realizar actividades de todo tipo, dentro de las que se incluye el turismo aventura, agroturismo y ecoturismo, entre otras opciones. Cada paraje dentro de la Región de las Flores tiene algo diferente que contar y ofrecer, y podrá así conocer acerca de la cultura, las vivencias y forma de vida de cada uno de sus habitantes.
Las lluvias, con un promedio de 2.000 mm anuales, son provocadas por vientos procedentes del Atlántico. Los valores elevados y permanentes de temperatura y humedad relativa convierten esta área en un inmenso invernadero que reúne las condiciones esenciales para la exuberante manifestación de vida vegetal: luz, temperatura y agua.
Esta selva se caracteriza por seis estratos perfectamente identificables entre el suelo y la copa de los árboles más altos.
Si se observa la selva desde el nivel del suelo o un río, a medida que elevamos la vista van surgiendo una serie de estratos o capas de vegetación:
En el Piso de la selva se produce la acumulación de gran cantidad de hojas, ramas y troncos (en descomposición) que aporta los nutrientes necesarios para el desarrollo de líquenes, hongos y musgos.
Por debajo suele observarse el "rojizo" suelo misionero, que brinda un matiz especial al bioma selvático:
Es necesario destacar que existen especies de árboles de menor porte (entre 3 y 10 metros) o especies más jóvenes de los emergentes, que constituyen una capa intermedia entre el dosel y el estrato arbustivo.Bosque
Entre los árboles que alcanzan el estrato emergente se destacan:
Entre las especies de menor altura encontramos el guatambú blanco, el laurel y la cancharana. muchos de ellos aparecen con sus troncos cubiertos por plantas epifitas y trepadoras. También hay pindóes, palmeras de 20 metros de alto y con una copa que termina en un penacho de hojas en forma de pluma. En el otro estrato se encuentran los arbustos, como el tacuarembó y el tacuaruzá, que forman grupos muy cerrados de cañas de 20 a 30 metros de altura. orquídeas, helechos, claveles del aire y caraguatá completan la impresionante espesura de esta verdadera selva.
Estratos de vegetación en la selva misionera