Es un animal marino de color negro con algunas manchas blancas en la región ventral, que puede llegar a medir unos 17 metros, con un peso aproximado de 60 toneladas. Su cabeza, muy grande, se une al cuerpo sin que se note la presencia de un cuello y presenta orificios respiratorios. Estos orificios tienen en sus cercanías una serie de protuberancias o callosidades córneas de la piel, de unos 10 centímetros de alto, que adquieren una forma particular en cada ejemplar, lo que permite individualizarlos perfectamente.
Nombre
Se la llama también ballena franca austral o ballena del sur. Su nombre científico es "Eubalaena australis" (Desmoulins). Pertenece a la clase de los mamíferos, orden de los cetáceos y familia balaenidae. Esta especie ha sido declarada monumento Natural Viviente.
Hábitat
La presencia de la ballena austral ha sido registrada en el sector sur de los océanos Atlántico, Pacífico e Índico. Se la vio cerca de las costas de Australia, Tasmania, Nueva Zelanda, Sudáfrica y en las áreas costeras de chile, Brasil y la Argentina. En nuestro país se concentra, en épocas de reproducción, en los golfos San José y Nuevo, a ambos lados de la Península Valdés, en la provincia de Chubut. Eso muestra su preferencia por las aguas oceánicas templadas, entre los 30° y los 60° de latitud sur.
Alimentación
Para buscar su alimento, la ballena se desplaza por el mar abierto, donde captura pequeños ejemplares de zooplancton, langostas marinas y krill. No lo hace de manera solitaria; generalmente se alimenta en grupos que se ubican entre la superficie y los 50 metros de profundidad y para obtener el alimento filtran el agua a través de sus barbas.
Sus crías
Las ballenas suelen tener una sola cría. Las madres buscan bahías protegidas, donde nacen, en invierno, los ballenatos. La gestación dura entre 9 y 10 meses. Los ballenatos tienen un período de lactancia de un año, aunque el ballenato permanece 2 ó 3 años más junto a la madre, hasta el momento en que se produce una nueva preñez.
Por qué está en peligro
Las ballenas fueron perseguidas desde hace mucho tiempo, ya que se aprovechaba comercialmente el aceite extraído de su grasa. Su caza tuvo tal extensión que, por ejemplo, en la década de 1920 se Ilegó a matar 12.000 ejemplares en la zona de las islas Georgias del sur. Por ello es que, a pedido de numerosas entidades protectoras de la fauna, se la protege y el gobierno de Chubut declaró en 1972 Parque Marino Provincial, al golfo San José.