Los revolucionarios esperaban ansiosamente noticias sobre la grave situación española. El 14 de mayo entró en el puerto el buque de guerra inglés Misletoe al mando del teniente Robert Ramsay, procedente de Río de Janeiro, con once días de navegación.
A las noticias traídas por el Misletoe se agregaron las suministradas por la fragata Juan Paris; según dijo Hidalgo de Cisneros, "no fue posible evitar que circulasen muy luego las gacetas inglesas que divulgaron los particulares"...
La embarcación francesa quedó retenida e incomunicada con tropas de marina a bordo. Se supo que la Junta central de Sevilla había caído y que se buscó un último refugio en la isla de León, frente a Cádiz, y en esas circunstancias se había creado un Consejo de regencia.
El virrey pretendía suministrar la información infausta de modo que no provocase desasosiego público; pero los patriotas no dormían y se agitaban incesantemente, manteniendo estrecho contacto. De hecho, o formalmente existía una sociedad secreta orientadora del descontento y de la intranquilidad; a veces se reunían sus miembros en la jabonería de Vieytes, en la quinta de Orma o en la casa de Rodríguez Peña; es probable que esa sociedad se haya formado en torno a la reacción del Correo de Comercio, que había comenzado a publicar Belgrano en marzo.
"Juramento de los diputados de las Cortes de la Real Isla de león Cortes de Cádiz", obra de José Casado del Alisal en la que se representa la ceremonia de inauguración de las susodichas Cortes.