Cisneros reunió en la Fortaleza a los jefes militares para pedir su apoyo, pero como éstos se lo negaron, no tomó ninguna decisión. Entonces, los patriotas decidieron que Castelli y Martín Rodríguez se presentaran ante el Virrey para exigirle la reunión de un Cabildo Abierto. Se reunieron con él durante la noche y le reiteraron la necesidad de la convocatoria. Cisneros finalmente aceptó a convocar a los principales vecinos para deliberar acerca de la gravedad de la situación.
El 20 de mayo se reunió el virrey Hidalgo de Cisneros con el alcalde Lezica; éste informó al virrey de la peligrosidad de la efervescencia reinante y de la agitación entre las fuerzas armadas, que pedían un cabildo abierto para examinar en él la situación. Hizo saber Lezica que se había opuesto a esas pretensiones, pero que entonces se le había replicado que si la convocatoria no la hacía el Cabildo la harían ellas directamente.
Acudió Julián Leyva a una nueva reunión con el virrey en presencia de Lezica, del marino Juan de Vargas y de Villota; el síndico Leyva propuso que se reuniese el cabildo abierto para escuchar la opinión del pueblo y adoptar las medidas convenientes. La solidaridad del Cabildo y del virrey fue afianzada en esas reuniones, pero no se adoptó todavía el recurso de la convocatoria solicitada para ofrecer una satisfacción a la inquietud reinante.
El mismo día citó Hidalgo de Cisneros a los comandantes de tropas, y les expuso el estado peligroso de la pasión popular desatada y la calidad de las pretensiones que se exteriorizaba. El primer jefe que respondió fue Martín Rodríguez, el cual expuso que su juramento a la legítima autoridad no les obligaba más, por lo cual el pueblo pedía con razón un cambio. Luego habló el coronel Merlo, jefe del Fijo, que se declaró en favor de la causa de la metrópoli, y por último tomó la palabra Saavedra. Este, comandante del regimiento de Patricios, hizo algunas declaraciones ambiguas, y mostró su inclinación a responder a las exigencias populares. Habría dicho: "El que a V. E. dio autoridad para mandarnos ya no existe; de consiguiente usted tampoco la tiene ya, así es que no cuente con las fuerzas dc mi mando".
Volvieron los patriotas a reunirse primero en casa de Martín Rodríguez, después en la de Rodríguez Peña y acordaron que Castelli y Martín Rodríguez se apersonaran ante el virrey para pedirle que autorizase la reunión del cabildo abierto.
Cisneros se encolerizó al comienzo ante lo imperativo de la demanda, pero fue tranquilizado por el fiscal Antonio Caspe y terminó por acceder, aunque proyectaba hallar entretanto la manera de oponerse a la exigencia de los patriotas. Pero todos sus planes fracasaron, porque no disponía del elemento que en esas circunstancias podía ser decisivo: la fuerza.
Juan José Lezica fue electo como alcalde de primer voto del Cabildo el 1 de enero de 1810 ,el fue el responsable de la nota llamando a un Cabildo abierto en 22 de mayo por orden y pedido de Cisneros.